La estación invernal de Courchevel volverá a ser protagonista en la próxima edición del Tour de Francia, con un final en alto en la tercera y última semana de carrera. Recordamos los pasos de la Grande Boucle por esta ascensión, siempre con vencedores de mucho nivel.
La cordillera de los Alpes en suelo francés es obviamente un territorio prolífico en ascensiones ciclistas de gran kilometraje, tanto puertos de paso como carreteras que suben a algunas de las pistas de esquí más celebres de Europa. Una de estas estaciones de invierno, reconocida por su diversidad de actividades, es Courchevel. Más de 600 kilómetros de pistas esquiables hacen de Courchevel una de las estaciones más punteras de los Alpes y son miles los visitantes que recibe en invierno para la práctica de los deportes de nieve. Volviendo al mundo de la bicicleta, a Courchevel también se acercan infinidad de cicloturistas para disfrutar de la subida a la parte más alta de la estación, donde se encuentra el Altipuerto Internacional, después de casi 28 kilómetros de ascensión desde la localidad de Moutiers, que es de donde ligeramente la carretera comienza a subir, aunque no es hasta el paso por La Perriere, a unos 20 de la cima, donde los porcentajes suben hasta el 8%, siendo su máximo un 9,5 % a la salida de Le Praz. No hablamos de un puerto inhumano de rampas imposibles ni mucho menos (media del 5,5%), pero la longitud típica de las ascensiones alpinas, 2000 metros de altitud, hace mella en los ciclistas y más si hay terreno previo de desgaste.

Hablamos de una subida relativamente moderna para el ciclismo profesional, y en este caso para el Tour de Francia. Tan solo en 3 ocasiones se ha llegado a la cima de Courchevel en la ronda francesa siendo la primera en 1997.
Virenque vence, Ullrich sentencia (1997)
El debut de Courchevel en el recorrido del Tour de Francia, se produjo el último domingo antes de la semana final de aquella edición de 1997. El maillot amarillo viajaba a la espalda del alemán Jan Ullrich con total seguridad, después de su fulgurante paso por los Pirineos en donde comenzó a cimentar su triunfo final en las rampas de Ordino Arcalis. El perfil de la etapa se antojaba de poco kilometraje para los estándares de la época, siendo la más corta en línea de aquella edición, con tan solo 148 kilómetros. Aun con tan poca distancia, el recorrido contaba con las ascensiones al Glandon y a la Madeleine, además del final en Courchevel. El equipo Festina con una táctica muy ofensiva puso el ritmo en carrera intentando inquietar a las huestes de Telekom, el equipo del líder, en los puertos previos a la última subida. Bjarne Rijs, vencedor del anterior Tour de Francia, se puso el mono de trabajo, convirtiéndose en un gregario de lujo para el alemán. Virenque coronaba en cabeza la Madeleine, sin embargo, en el descenso fue neutralizado por el grupo de Jan Ullrich, en el que también marchaban Dufaux y Escartin. Precisamente el aragonés fue quien intentó en varias ocasiones tomar distancia del grupo, ya en las rampas de Courchevel, sin tener éxito. Fue el galo del Festina quien cogió las riendas y puso tierra de por medio, con un gran Ullrich a su rueda. Una dupla que se entendió a las mil maravillas hasta la meta, donde el francés se hizo con el triunfo de etapa, mientras que el de Telekom sentenciaba más todavía aquel Tour de Francia de 1997.
El último gran asalto del Pirata (2000)
Tres años después regresaba la caravana de la gran carrera francesa a las rampas de Courchevel. Inmersos de lleno en la nefasta era Armstrong, se llegaba a la cordillera de los Alpes. El americano tenía en su mano la victoria en su segundo Tour de Francia, después de su exhibición en los Pirineos y en la etapa del Mont Ventoux, donde aparentemente dejó a Marco Pantani hacerse con la etapa, algo que obviamente no gustó al escalador italiano. Camino de Courchevel los ciclistas se iban a enfrentar a dos auténticos colosos como el Galibier y a Madeleine, sobre el papel todo estaba previsto para una gran jornada de ciclismo. Y las previsiones acabaron por cumplirse, no de cara a la general donde Armstrong consolidó su ventaja tras ceder Ullrich lejos de la meta, pero si entre los ciclistas que luchaban por la etapa. En cabeza de carrera ya en la subida final, marchaba José María Jiménez junto al italiano Nardello y el colombiano de Kelme Santiago Botero, que llevaba a la espalda el maillot del Gran Premio de la Montaña. Por detrás Armstrong toma ventaja con algunos de sus rivales, y es Pantani el que sigue la rueda del americano, incorporándose poco después Roberto Heras a este dúo. El escalador de Cesenatico realizaba un potente demarraje dejando atrás al americano y al de Béjar y se marcha en busca del triunfo de etapa. El corredor de Mercatone va pasando a todos los corredores que marchaban en fuga, entre ellos al que entonces era cabeza de carrera, el Chava Jiménez, a tan solo dos kilómetros a meta. Pantani vencía en solitario como a él le gustaba, a lo grande como en años anteriores, en la que fuera su última gran actuación en el Tour de Francia. Como anécdota, fueron varios los espontáneos en bicicleta que se colaron en los metros finales de la etapa, burlando la siempre férrea seguridad del Tour.

La primera de Valverde en el Tour (2005)
Este iba a ser el último Tour de la era Armstrong, aquel año el tejano tenía previsto retirarse con 7 triunfos en la general, que como todo el mundo sabe iban a ser cancelados y proclamados desiertos en el palmarés oficial de la carrera. Después de la primera jornada de descanso llegaba la cita con los Alpes con un final en alto en la estación invernal de Courchevel, y con una única ascensión previa, el Cormet de Roselend, también de primera categoría. No era lógicamente la etapa más dura de aquel paso por los Alpes, pero después de la jornada de descanso podía ser más peligrosa de lo esperado. El liderato estaba en manos del germano Jens Voigt, aunque todo apuntaba a que lo iba a perder ese mismo día con el debut de las grandes montañas alpinas. El americano, aquel año con el patrocinio de Discovery Channel, dejaba en Courchevel casi sentenciada su victoria en esa Grande Boucle, y no porque fuera uno de sus mejores días, sino porque sus principales rivales, Ullrich, Beloki, Vinokourov etc., no estuvieron a la altura y perdieron muchas de sus opciones a luchar por el triunfo. A los últimos kilómetros de la ascensión a Courchevel, se presentaron con opciones de triunfo de etapa además de Armstrong, el danés Michael Rasmussen y los españoles del conjunto Illes Balears, Paco Mancebo y Alejandro Valverde. El murciano debutaba en el Tour de Francia, y a priori su objetivo era ir mejorando día a día sin meterse excesiva presión. Pero llegaron los metros finales y el tejano lanzaba su ataque en busca del triunfo parcial, y allí estaba un joven Valverde para “limpiar la capaza” del ciclista de Discovery, venciendo su primera etapa en el Tour de Francia, una carrera con la que tuvo una intensa relación de amor y odio a lo largo de su dilatada trayectoria profesional.
Escrito por Alberto Díaz Caballero
Fotos: Sirotti