Ciclistas Opinión

¿El regreso de Peter Sagan o el canto del cisne a lo Tom Dumoulin?

Lo que suscita este ciclista eslovaco que lleva unos años por debajo del nivel que le convirtió en leyenda es un ‘not normal’ de manual. A eso se le llama carisma, ser una auténtica estrella del show business. Y ahí ha seguido durante toda su estancia en Bora. Los comentarios sobre su fichaje por el Total Energies ha sido similar, con más publicidad por su presencia que resultados efectivos. Y ya lo sabían desde el principio, por mucho que hayan intentado recuperar al que muchos consideran ya una vieja gloria. 

Se suele decir que el que corre mucho pronto para. Aplica en este caso, ¿verdad? Surgió como un enorme velocista, capaz de ser la referencia de las rectas finales. Más tarde evolucionó a clasicómano top, perdiendo carreras siendo el más fuerte por tener todos los ojos absolutamente apuntados hacia su rueda trasera. Finalmente, quizá provocado por ese hecho y el tedio de ser siempre el centro de atención, su carrera se apagó, se volvió tenue. Esa decepción en mezcla con esperanza de volver a ver al gran Peter ha hecho especular con decenas de especulaciones. 

Con el anuncio de retirada por parte de Tom Dumoulin y el canto del cisne de éste en aquella etapa del Giro de Italia en la que venció su compañero Bouwman, se podía pensar en un final similar para Sagan. Sin embargo, en su carrera talismán, cual Tour de California, la Vuelta a Suiza, el eslovaco levantó los brazos y calló muchas bocas que murmuraban sobre su pérdida de pasión por un deporte que le ha dado todo. 

Hablamos de un tricampeón del mundo. Cuántos con menos han vivido de las rentas durante toda su carrera. El verde en París, las clásicas, los anhelos de San Remo, las cosas que podía haber hecho y nunca hizo. La reconversión en un ciclista de escapadas cuando no era capaz de triunfar al sprint. Un salto que ha marchado de la Vuelta a España de 2011, cuando aún era un crío y se pensaba que sus victorias eran cuestión de la falta de nivel entre los velocistas de la ronda española, hasta el decepcionante Tour que se podría pronosticar. 

Sigue teniendo velocidad para estar ahí. Amén de personalidad, de haber ganado moral y de que le sobra clase. Peter ha regresado. Esperemos que sea una forma de tomar impulso y recuperar el prestigio dormido y no una forma de decir adiós desde la cúspide. Un corredor aún joven (nació en 1990) con mucho ciclismo en las piernas si le queda motivación para llevarlo a cabo. No es justo calibrar su actual historia sin tener en cuenta que este corredor comenzó a ser internacionalmente vigilado desde los 21 años. Muchos días delante del espejo, con el foco apuntando. Demasiados. Demasiado joven. El desgaste del éxito, algo de lo que no se habla. 

Escrito por Jorge Matesanz

Foto:  A.S.O. / Pauline Ballet

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