Opinión

El rincón de Laura M. Taberner

La “Pogačarmanía”: un marciano que vuela, que no pedalea (17/3/23)

El ser humano, en multitud de ocasiones, es de memoria corta y se deja llevar por la euforia desmesurada del momento. Creo que es un poco lo que está pasando estos días entre aficionados y diferentes medios de prensa y entendidos con respecto a un joven ciclista que, desde luego, y creo que nadie lo pone en duda, ha venido para marcar una época en esto del ciclismo: Tadej Pogačar. 

Los números del esloveno en lo que va de temporada hablan por sí sólos: trece días de competición acumulados de los cuales siete han finalizado con victoria de etapa y dos clasificaciones generales, sin contar las victorias o primeros puestos en clasificaciones de montaña, por puntos o del mejor joven. Está claro que el del UAE Team Emirates no pedalea, sino vuela, muy alto y de forma inalcanzable para los que se suponen son sus rivales más próximos. Se vio en la Clásica de Jaén, se vio en Andalucía y se ha visto esta semana pasada, tras un cambio en su habitual calendario y no acudir al UAE Tour, en la París-Niza, donde había una gran expectación al ser el primer encuentro directo entre el esloveno y su rival más directo, el ganador del Tour de Francia 2022, Jonas Vingegaard. Lo que está claro es que tanto le da ganar en caminos de sterrato en campos de olivos, en alta montaña o disputar un sprint con hombres rápidos. Es más que un todoterreno, se podría decir que es un extraterrestre que nos deleita con sus “marcianadas” día sí, día también. 

Aparte de ser un portento físico, es un tipo listo y bien asesorado. En esta París-Niza se volvió a ver. Sabe que debe compensar las carencias que pueda tener a nivel de equipo ante otros rivales con equipos más poderosos como podría ser Jonas Vingegaard y el Jumbo Visma, quienes se presentaron en la competición francesa con un “equipito” para temblar, con la presencia de Affini, Dennis, Foss, Kooij, Tratnik y Van Hooydonck. Ideal para tomar una ventaja desmesurada en la crono por equipos y un tiempo que fuese insalvable en la clasificación general para el esloveno u otros equipos tan potentes como el Ineos Grenadiers con la presencia de Daniel Felipe Martínez, el Jayco Alula con el británico Simon Yates o el equipo francés Groupama FDJ con un David Gaudu que nos maravilló con una actitud valiente y un salto de calidad respecto a temporadas anteriores. 

© ASO / Vialatte

Pero Tadej fue previsor y, desde el minuto uno de la competición, estuvo saliendo a todos los ataques, cerrando huecos, sumando segundos de sprints intermedios y añadiendo tiempo extra para aminorar todo lo posible esa diferencia de tiempo que, con certeza, en la crono por equipos, el equipo neerlandés iba a sacarle a él y a su equipo,  y que podría ser un factor determinante a la hora de luchar por la victoria en la clasificación general de la competición. 

Todos estos aspectos comentados han sido fácilmente constatables y seguramente quien haya echado cuentas de tiempos en cada etapa ha podido verlo. Está claro que el equipo lo tenía bien medido y calculado y todas las exhibiciones del esloveno han sido, en parte, para asegurar la victoria en la clasificación general sin verse en apuros y, como una hormiguita, ha ido sumando diferencia respecto a sus máximos rivales, día a día, a pesar del desgaste extra que eso pueda conllevar para el ciclista. 

Es aquí donde estos días he querido analizar las reacciones de los expertos y periodistas de otros medios respecto a la actuación del esloveno y contrastarlas con mi postura sobre el ciclista del UAE Team Emirates. Ha habido de todos los colores y varias me han llamado la atención por lo que he comentado al iniciar el artículo: la corta memoria que puede llegar a tener el ser humano y el dejarse llevar por la euforia del momento. 

En estos días he leído artículos y reacciones diversas con las que me he sentido más y menos identificada, y he de confesar que algunas me han parecido posturas que rozaban el fanatismo. 

Comentaba Marcos Pereda, para “El Confidencial” ( reconozco que soy una gran seguidora de los escritos y artículos de Marcos, cosa que él mismo sabe) que el esloveno es “el favorito en todos sitios todo el tiempo” y coincido con él en ver el factor “diversión” que se refleja en la cara de Pogačar como elemento sine qua non en la forma de entender la competición para este ciclista de eterna sonrisa en la cara, que siempre tiene momento para gastar alguna broma o incluso comunicarse a través de las cámaras de televisión con los espectadores que siguen la carrera desde casa, ya sea en medio de una ascensión a un puerto duro, tras un ataque para coger distancia respecto a sus rivales o al llegar a meta exhausto.

Detalles que son de agradecer y que hacen del esloveno un tipo carismático y querido por la afición, aparte de por sus excepcionales exhibiciones que, desde que entró en escena en el profesionalismo de este deporte, se han vuelto una marca de la casa y seña de identidad. El cántabro hace una comparativa del esloveno con figuras variadas pero de las que han marcado la historia del ciclismo: Merckx, Anquetil, Kelly, Indurain… y creo que no exagera en hacer tal comparativa, siempre he visto al esloveno como uno de los que marcará una época, pero no se aventura a hacer previsiones sobre los resultados a futuro en la temporada del ciclista más lejos de lo visto hasta el momento. 

© ASO / Vialatte

Más allá del disfrute de ver correr al ciclista ha ido Iban Vega en el “Cuaderno de Joan Seguidor”, quien se ha mojado un poco más y con el que he de reconocer que comparto opinión, si no similar, se podría decir que idéntica, en lo que a las futuras exhibiciones del esloveno se refiere. Y es que parece que Iban también ha visto la exacerbada reacción en redes de otros medios y aficionados en las actuaciones del esloveno que lo dan por claro ganador del Tour 2023 sin tener en cuenta factor alguno aparte de la superioridad que, hasta la fecha, ha mostrado el del UAE. Uno que por ejemplo se ha atrevido a posicionarse de manera categórica al respecto ha sido Mikel Ilundain, colaborador del podcast  “A pie de Puerto” y compartido en redes por su compañero Fran Alarcón, quien sentenciaba: “Vingegaard en el Tour este año corre para hacer segundo”. 

Me asombra que la gente tenga la memoria tan corta, que se atrevan a asegurar de forma contundente la victoria de Tadej y menosprecien lo que puedan hacer sus rivales . Y, ojo, eso no quiere decir que el esloveno no me guste o piense que no sea excepcional, pero creo que no se debe caer en el fanatismo o en posiciones tan tajantes cuando entran en juego tantos factores. Pienso, y con ello me gustaría hacer un llamamiento a ‘Matxín’ y los suyos, aunque estoy convencida de que lo tienen ya todo bien estudiado de cara a la competición francesa, que no hay que volver a tropezar en la misma piedra dos veces y repetir errores en este 2023 ya cometidos a lo largo de la temporada pasada.

Hay que ser previsores y, si se pretende ganar el Tour, ir con los deberes bien hechos. Creo que no se puede dejar la búsqueda de la victoria, sólo y exclusivamente en manos de la excepcionalidad de un ciclista, en una competición de tres semanas. La fórmula puede funcionar en carreras de un día o de una semana como Andalucía o París Niza, porque el esloveno está muy por encima de sus rivales, juega en otra liga, se mueve en un nivel superior ahora mismo. Pero también pienso que no se debe caer en generalizaciones como se ha hecho por parte de algunos aficionados, medios o entendidos de ciclismo en redes estos días, y tener en cuenta que una Gran Vuelta es cosa de veintiún días de esfuerzo, aparte de los mil factores externos que pueden condicionar los resultados, lo que conlleva un desgaste muy prolongado, y más si se corre al estilo Pogačar

Ya se vio claramente en la edición de 2022 la importancia que tiene el papel del equipo, con el ejemplo del Jumbo Visma y la victoria de Vingegaard, de saber guardar fuerzas, de atacar en el momento justo, de calcular y medir cualquier esfuerzo para el día D y hora H. Ese momento donde se marca la diferencia decisiva en los puestos de podio, el momento clave en que se debe tener la fuerza necesaria para atacar para la victoria o ser atacado y poder responder con creces y seguridad, sin perder ese primer puesto de la clasificación general en dicho ataque. ¿Que esa forma de correr deja menos hueco a las hazañas y a la épica? Ya están las carreras de un día y competiciones de una semana para ello, pero creo que si la intención es ganar en una competición de larga duración la estrategia ha de variar. 

© ASO / Vialatte

Por ello creo, desde mi humilde opinión, que si se pretende ganar de nuevo en 2023 se debe ser más consciente del importante papel que deben tener todos y cada uno de los ciclistas que rodeen a Tadej para hacerse con el maillot jaune nuevamente. Al fin y al cabo, el ciclismo no es deporte de un individuo, es cosa de un equipo, y todos y cada uno de los integrantes son relevantes y de máxima importancia para hacerse con la victoria. Por tanto y consecuentemente, la elección de los integrantes para conformar el equipo del UAE Team en el Tour y la actuación de los gregarios cada día de competición debería ser tan o más importante que las exhibiciones diarias que el esloveno pueda brindar en la competición, pues cuando se trata de una prueba de tres semanas cada detalle cuenta y la estrategia de equipo debería contemplar todos estos puntos, y todos los imprevistos (sean caídas, enfermedades y demás) que puedan ir surgiendo, al máximo posible, en el camino a París. 

Aparte de eso tampoco hay que olvidar los estados de forma y la evolución del resto de ciclistas. Llevamos poco de temporada y quizás algunos ciclistas que han estado estos días disputando la competición francesa no han estado rindiendo al cien por cien. Eso es algo que hay que tener presente. Aunque no soy experta en preparación física ni entrenamientos, he hecho deporte muchos años de mi vida, y sé que los estados y picos de forma van variando y fluctúan según el tipo de entrenamiento que se esté llevando a cabo, según la previsión de los objetivos que se tengan y puede que la planificación de Tadej no sea la misma, y como consecuencia el estado de forma, que la de Yates, Gaudu, Vingegaard, entre otros, a día de hoy y eso pueda variar en tres o cuatro meses. 

Así que, con todo ello, yo me quedo en una posición más prudente. Al César lo que es del César: está claro que Pogačar es un ciclista excepcional, no sólo por sus números y registros, también por su estilo al competir, la suma y diversidad de títulos y victorias que ya ostenta a sus tan sólo 24 años, o su forma de disfrutar como un niño encima de una bicicleta. Pero creo que jamás expresaré de forma tajante y rotunda la victoria por adelantado de un ciclista, sea quien sea. Creo que hay muchos otros, se llamen Vingegaard, Yates, Landa, Gaudu, Carapaz y demás, que seguro tendrán algo que decir en la Grande Boucle

Análisis de las invitaciones a La Vuelta 2023 (12/3/23)

Como bien reza el refrán del famoso poeta español Francisco Quevedo, el dinero abre puertas con mayor facilidad a quien lo posee (y lo aporta en este caso) que al que lo tiene en menor medida. Y es que, en la edición de La Vuelta 2023, parece que las invitaciones a equipos UCI Pro Teams han beneficiado a equipos hasta la temporada pasada en la máxima categoría como el Lotto Dstny (invitado por derecho al ser el primer equipo de la segunda categoría con más puntos)  o al potente equipo francés Total Energies frente a varios equipos más humildes económicamente del territorio español como son el Kern Pharma y el Euskaltel Euskadi.

No podemos obviar que el equipo Total Energies, al ser patrocinador oficial de La Vuelta, parecía tener la participación en la ronda española más que asegurada dinero mediante. En el caso del primero, Lotto Dstny, se entiende su invitación por lo mencionado anteriormente: ser el equipo de categoría profesional continental mejor situado en la clasificación por puntos de la UCI, pero teniendo en cuenta que se ha dejado fuera a otro equipo bastante potente que hasta el año pasado también era World Tour como es el Israel Premier Tech parece que el conjunto de equipos invitados queda algo descafeinado o con ausencias de equipos de interés general.

Así pues, con la ausencia del equipo israelí, decimos adiós a la posibilidad de volver a ver al cuatro veces campeón del Tour de Francia y también ganador de La Vuelta en 2011 y 2017, el sudafricano Chris Froome. Veremos si en el futuro volveremos a ver al ex campeón tomando parte de la competición española nuevamente. Lo que está claro es que no será en esta edición. 

Por otro lado, no puedo pasar por alto la opinión popular en este asunto, pues creo que muchos son los aficionados que en estos días han manifestado su descontento en la selección de equipos propuestos por la organización de La Vuelta para participar en la competición de este año. Sin embargo, desde mi punto de vista, no todo son sombras en la decisión de los equipos invitados propuesta por Javier Guillén y su equipo. 

Caja Rural regresa al pelotón de la Vuelta © Photogomezsport

Si analizamos la propuesta hay que remarcar como un punto muy positivo la presencia, tras un año de ausencia, del equipo español Caja Rural Seguros RGA. Particularmente debo reconocer que el año pasado me quedé con ganas de ver a algunos de los ciclistas de esta escuadra en acción en la competición española puesto que tengo la sospecha de que podrían ofrecer buenas actuaciones durante muchos días de la carrera.

Seguro que, al volver a tener la oportunidad de participar, darán juego y serán protagonistas en muchas escapadas, tal y como hace años nos tenían acostumbrados (en mi memoria tengo grabadas las escapadas de mi paisano Lluís Mas o las brillantes actuaciones de un joven prometedor como Álex Aranburu). Hombres como Fernando Barceló, Jefferson Cepeda, Orluis Aular, Julen Amezqueta o el veterano Edu Prades seguro tendrán algo que decir, pues han ido dando pistas del buen estado de forma que tienen, y son ciclistas a tener en cuenta no sólo en escapadas, sino como candidatos a llevarse alguna victoria de etapa de la carrera u ostentar alguno de los maillots de la competición.

Debo reconocer que vi como un gran error la ausencia este año de un equipo tan mítico y querido como es el Euskaltel Euskadi. A fin de cuentas, el ciclismo y la afición vasca son un punto de mucho peso y gran importancia en lo que conforma el ciclismo español y su ausencia se hará notar. Aparte de ello, hay que reconocer que el equipo vasco ha encarado con muchas ganas y actuaciones interesantes con un papel muy activo sus últimas participaciones en la competición española. Una lástima que hombres como Luis Ángel Maté, José Antonio Soto, los hermanos Azparren , Mikel Bizkarra, el gallego Carlos Canal o Gotzon Martín, a quienes se les ha visto muy bien al inicio de temporada, tengan que ver la carrera desde la cuneta. 

Froome será uno de los grandes ausentes © ASO

Muchos aficionados han comentado que debería haber tenido la oportunidad de correr este año el Kern Pharma o el Euskaltel en lugar del equipo Burgos BH (agradecer a todos los que habéis participado aportando vuestras ideas y opiniones en el video lanzado esta semana). Sin embargo, hay que tener en cuenta que desde la Diputación de Burgos se aporta cierta cantidad económica en la organización del evento que, sin duda alguna, habrá tenido que ver en la decisión de Guillén y los suyos a la hora de priorizar la invitación al Burgos por delante del Euskaltel o Kern Pharma. Aparte también hay que reconocer que el equipo burgalés tuvo una muy buena actuación en la edición pasada, ostentando el maillot de montaña por Víctor Langellotti durante buena parte de la competición. 

Lo que está claro que, si tanto Total Energies sigue patrocinando La Vuelta, como la Diputación de Burgos aporta cierto dinero a la misma y el primer equipo de la segunda categoría tiene invitación por derecho propio a la ronda española, sólo quedaría una vacante real (a lo sumo dos si coincidiese que el Total Energies fuese el primer equipo por clasificación de la segunda categoría) en las invitaciones a los equipos profesionales continentales españoles.

Una pena, desde mi punto de vista, que no haya un margen mayor o se presione más a la UCI desde las mismas organizaciones para aumentar el número de equipos participantes en las Grandes Vueltas. Una normativa que debería revisarse para dar oportunidad a equipos más modestos a poder participar, pues al final, si las invitaciones reales se reducen a uno o dos equipos, se seguirá asegurando la participación de los mismos a golpe de talonario. 

Los sprints de la controversia (7/3/23)

Resulta paradójico abrir un nuevo espacio para opinar sobre diferentes aspectos que conciernen al ciclismo y empezar hablando por el final de las carreras, en este caso de los sprints, en lugar de los inicios de estas.

En primer lugar creo que lo más lógico es que me presente. Mi nombre es Laura (Laura Máñez Taberner, aunque en redes soy Laura M. Taberner por motivos que quizás más adelante explique) y llevo ya varios años, o muchos según se mire, ligada al ciclismo (ya sea profesional o aficionado) desde diferentes enfoques, tanto por la práctica del mismo como desde otros ejes de actividad. Ya hace meses que Jorge Matesanz, el creador y artífice de este proyecto que es High Cycling, me propuso colaborar en él de una forma más activa y constante a través de una columna de opinión basada en el punto de vista que pueda tener yo sobre los diferentes acontecimientos o aspectos diversos que pudiesen suceder de aquí en adelante. Al principio me dio algo de vértigo exponer mis pensamientos tan abiertamente o dar mi punto de vista que, posiblemente en muchas ocasiones, pueda no ser acorde al de gran cantidad de lectores o aficionados del ciclismo, pero la intención que se pretende con este espacio es hablar de ciclismo de una forma subjetiva pero constructiva, jamás como algo que pretenda dañar o menospreciar yendo más allá de la mera información de los hechos. Así que finalmente decidí envalentonarme y aquí está el primer artículo, con la intención de no dejar nada en el tintero de todo aquello que pueda pensar sobre diferentes aspectos vinculados a este deporte. 

Si tuviera que resumir en una idea lo que ha supuesto este fin de semana de ciclismo profesional creo que sería la controversia que puede generar un sprint. Vayamos por partes.

Siena. Mediodía del Sábado. Se disputa la edición femenina profesional de una carrera tan emblemática como la Strade Bianche donde vemos a una Kristen Faulkner, del Jayco Alula, retorciéndose en la durísima rampa de Via Santa Caterina tapando huecos como buenamente puede al paso del dúo Kopecky (la belga que ganó en la edición pasada) y Vollering, del todopoderoso SD Worx, quienes adelantan a la estadounidense colocándose así en primer y segundo puesto de la clasificación justo a trescientos metros para llegar a línea de meta.

Vollering adelanta a su compañera Kopecky en Strade Bianche © RCS

Fueron varias personas, tanto las comentaristas de Eurosport España (la emblemática Dori Ruano como su compañera a los micrófonos Laura Álvarez) como otros diversos entendidos en materia como, por mencionar alguno, el popularísimo experto, comentarista belga y Youtuber Benji Naesen, quienes se ponían las manos a la cabeza al ver como la alemana Vollering disputaba el sprint a su compañera y líder de equipo Kopecky, consiguiendo la victoria de la carrera. Se abrió así un debate en Twitter donde no pude evitar participar en varios hilos. En ellos y aquí me posiciono en  considerar lógico y normal que la neerlandesa dispute la carrera a su compañera de equipo.

Como bien comenté, el deporte conlleva competición y la finalidad última de la competición, pese a quien le pese, es ganar. Si dos ciclistas que son del mismo equipo superan a todas las adversarias de otros equipos y se ven como primera y segunda en una carrera de un día que es una clásica con tanto prestigio, un “casi monumento” (lo llamo así porque ya hay medios como Marca que ayer mismo ya lo catalogaban en sus titulares de forma errónea como monumento) como es la Strade Bianche, lo más lógico es que se dispute, no que entren de la mano como si de una hermandad se tratase.

Otra cosa sería que fuese una competición por etapas o una gran vuelta donde lo que se busca y disputa es una clasificación general. Así que muy aplaudida por mi parte la acción de las dos ciclistas y del equipo SD Worx, así como la valiente escapada en solitario de Faulkner que se hizo finalmente con la tercera posición. 

Pasando a otro sprint que dio qué hablar este fin de semana. Fue el protagonizado por el ciclista del Lotto Dstny, Caleb Ewan, junto con el ciclista belga Gerben Thijssen, del Intermarché Circus Wanty en la clásica Grote pris Jean Pierre Monseré. Ambos ciclistas entraron en línea de meta con una diferencia minúscula, que llevó a un enredo mayúsculo entre todos los que presenciaron el mismo. Ni siquiera consultando la foto finish en línea de meta se llegó a esclarecer quién había tocado la línea de meta en primera posición aunque por la misma instantánea el vencedor proclamado por la organización de la prueba fue el belga Thijssen.

Vista aérea de la llegada © Eurosport

El corredor del Lotto Dstny mostraba su disconformidad por el resultado en redes valiéndose de unas fotografías desde otro ángulo donde se veía con total claridad que su rueda tocaba la línea de meta antes que la de su oponente. Ante estas pruebas muchos aficionados tomaban parte por la victoria del australiano pero en otros vídeos a cámara lenta en otros ángulos la ventaja del australiano no es clara. Situación que recuerda a la vivida hace un tiempo por Pidcock y Van Aert en la Amstel Gold Race

Creo que ante una situación como ésta, y al no tener una resolución clara e irrefutable, la organización de la prueba debería haberlo resuelto con un empate técnico. Muchos comentan que la foto finish no estaba situada exactamente en la línea de meta. También se ve que esa línea de asfalto no es completamente plana y la parte donde traza el recorrido la rueda del belga sobresale a la del australiano. En principio parece que las cosas quedarán como estaban aunque ha sido un sprint que ha traído cola y posturas opuestas. 

Y otros sprints que parece que están animando a los aficionados a opinar son los protagonizados por el belga Tim Merlier, que se impuso en la primera etapa de la competición por etapas París Niza añadiendo un triunfo más a su brillante inicio de temporada con el Soudal Quickstep. A raíz de ello ya surgió la opinión que se va extendiendo con el hashtag “Merlier al Tour” de que debería ser el belga, que por cierto fue padre hace apenas unas semanas, en lugar del ciclista de Países Bajos, Fabio Jakobsen, quien con su rendimiento más desapercibido parece no tener la puntería en los sprints de antaño.

Así la afición hace un llamamiento al controvertido mánager del equipo, Lefevere, para que se decida a llevar al belga en la alineación oficial del equipo para disputar el Tour de Francia de esta temporada. Para mí sí que es cierto que el belga está logrando unos resultados notables y a tener en cuenta a la hora de seleccionar a los ciclistas para el Tour, pero considero que a estas alturas es demasiado pronto tomar parte por uno o por otro, pues la racha puede cambiar en cualquier momento e invertirse los resultados en cuestión de semanas. Veremos cómo se suceden los acontecimientos en las próximas clásicas de la primavera en las filas del equipo belga y quien, finalmente, se consolida como líder para disputar la ronda gala. 

Ewan bate a Thijsen, pero la victoria fue otorgada al de Intermarché © Sprint Cycling Agency

2 Respuestas

  1. Comentarios muy acertados en lo que respecta a la carrera de féminas y que secundo totalmente y en cuanto al resto del artículo, perfecto. Se nota que hay conocimientos y base de ciclismo en ellos. Sigue así.

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