Luces, cámara y acción. ‘El día menos pensado’ fue una de las sensaciones de la pasada temporada, donde pudimos ver escenas bastante crudas sobre las vivencias del equipo en las tres grandes vueltas. Los líos internos, las disputas que todos esperábamos por el poder y muchas otras que no se podían ni imaginar copaban una serie que se convertía en un documento extraordinario para comprender cómo funcionaba el Team Movistar por dentro, en la carretera, en vivo y en directo.
Esta segunda edición de este reportaje incide en lo mismo. Momentos que todos podemos intuir, pero a la vez sorprendentes y que delatan cierta honestidad y transparencia. Los dos primeros capítulos comienzan muy fuertes, con numerosos roces entre los componentes del equipo y algunas intrahistorias sorprendentes con Lastras y Soler como protagonistas. Una temporada extraña como la del 2020, afectada en todos los sentidos por la pandemia, en la que sus tres líderes teóricos (Valverde, Mas y Soler) sufren numerosas vivencias en los éxitos y los fracasos, presentes por igual en la serie.

La presencia de Eusebio Unzué, Antonio Lobato y David Villa en la presentación de la nueva temporada fue sintomática, sin ningún ciclista de la plantilla presente. El momento del año es crítico en las preparaciones para los grandes objetivos. El documental es difícil para todos, ya que es lo que parece, un alarde de honestidad donde el equipo y los propios corredores no salen precisamente muy bien parado a ratos. Los entresijos de un Tour de Francia en el que Enric Mas se clasificó quinto en la general final serán buen entremés para unos capítulos donde la estrella bien podría ser la etapa de la Covatilla en la Vuelta a España 2020, con la famosa colaboración con el líder Roglic, que estaba contra las cuerdas ante su ex pupilo, Richard Carapaz, que se quedó apenas a un suspiro de conquistar la ronda española. De hecho, en las promociones a final de capítulo así lo parece y así nos lo hacen saber. El desconcierto, el enfado de los directores, y la polémica absoluta. Parece que de forma involuntaria, o al menos es lo que muestran en esta temporada dos.
La primera, por cierto, fue bastante interesante, con tres corredores muy importantes y con mucho peso en la estructura y que emigraron al terminar 2019, como fueron Mikel Landa, Richard Carapaz y Nairo Quintana, un auténtico buque insignia de la escuadra telefónica durante los últimos años. Curioso que todos ellos, protagonistas de algunas de las polémicas en la serie, abandonaran la escuadra tras escenas que comprometían su estancia en el equipo.

Por otro lado, a partir del 28 de mayo, día del estreno en Netflix y otras plataformas como Vamos, podremos disfrutar de nuevos episodios y lo que se vivió en un año 2020 donde los protagonistas serán bastante parecidos a los de esta temporada 2021, con un Valverde atravesando malos momentos y protagonizando alguna escena bastante hilarante, así como las inseguridades de un Enric Mas que se fue creciendo a lo largo del año, o la irregularidad de un Marc Soler que sigue latente esta temporada. Erviti, Cataldo y otros compañeros sí aparecen como pacificadores en unos dos primeros episodios donde una de las imágenes más impactantes la protagoniza el murciano José Joaquín Rojas.
El equipo Movistar, con todas sus imperfecciones, al descubierto, con los sentimientos a flor de piel y mostrando ese otro ciclismo que nunca se ve por televisión y que es tan o más importante. La labor de los mecánicos no sólo en el aspecto técnico, sino humano; ese trabajo de dirección tan importante para que el ciclista dé el máximo, etc. Todo mezclado con ciclistas de primer nivel con el corazón a doscientas pulsaciones y con reacciones que seguro no dejan indiferente.
Escrito por: Jorge Matesanz (jorge_matesanz)
Foto: High Cycling