Emma Norsgaard es una de las mejores ciclistas de la actualidad en el ciclismo femenino. Su presencia en el Team Movistar de Annemiek Van Vleuten como uno de los pilares de esa plantilla hace de la danesa de Silkeborg un estandarte en el avance de este ciclismo que está cada día más en auge. Ella misma se presenta en sociedad como una “sprinter pequeña y rellenita”, sin complejos por su relativamente corta estatura para las volatas y con felicidad por vivir rodeada de ciclismo.
Con Emma sucede algo muy paradójico y muestras del cambio social que el ciclismo también está viviendo. Se podría decir que su hermano mayor (Emma es de 1999, nacida el día después de haber coronado por primera vez a Armstrong en París como rey del Tour, y Mathias de 1997) ha firmado por el equipo masculino de Movistar debido al talento de su hermana o viceversa, ya que pese a que se conoce el gran talento que atesora el ciclista danés, se habla mucho más y mejor de la hermana, Emma, que en las últimas temporadas se ha llevado carreras del nivel de Le Samyn, Elsy Jacobs, etc. Mathias todavía tiene el palmarés por estrenar si descontamos su victoria en el Campeonato Nacional de Dinamarca contra el crono.
Emma, que es una de las ciclistas con más proyección del panorama internacional, contrajo matrimonio con otro ciclista profesional, danés para más señas y ciclista del UAE. Mikkel Bjerg, una de las sensaciones del pasado Tour de Francia, es uno de los curritos más valorados dentro de la estructura de ‘Matxin’ como tal, como un ciclistas de equipo que ofrece poco brillo individual y basa su empleo de energías en que el grupo luzca el máximo posible. Ese trabajo sacrificado y oscuro le ha permitido ser uno de los grandes candidatos a seguir siendo pieza fundamental en el Tour pese a la ristra de grandes nombres que el equipo de Emiratos podría alinear.
Como no podía ser de otra forma, el ciclismo parece haberles unido y conformar este triángulo familiar que hará que el tema de conversación habitual tenga que ver con las dos ruedas y el pedal. Todos a su manera exitosos, todos jóvenes y con una gran proyección, y al mismo tiempo confirmando a Dinamarca como una potencial mundial del lado profesional del ciclismo. Un núcleo duro que bien podría acabar rodando parcialmente junto en un futuro, aunque los hermanos ya se abanderan del lema #RodandoJuntos del Team Movistar. Como hoy día sí que existen alternativas y equipos femeninos paralelos a los masculinos, es fácil que en un momento dado Emma cambie de aires buscando esas oportunidades que tiene ahora cubiertas con la sombra de Van Vleuten.
Mathias Norsgaard supera los dos metros de altura (o altitud), por lo que es y será uno de los rodadores más cotizados para proteger a líderes contra el viento, que en la actualidad es su función aproximada. También la de Bjerg. Ambos han mostrado que pueden brillar también en montaña, con un rendimiento magnífico en situaciones no tan pasadas. Ambos ciclistas fuertes que equipos con presupuesto alto querrían tener como garantía de protección de sus estrellas. De correr juntos, Emma sería la rematadora de un hipotético equipo danés en el que compitiese el también campeón del Tour, Jonas Vingegaard.
No es el único triángulo que existe en el ciclismo profesional. Alaphilippe y Rousse mantienen una relación que la actual directora y cara visible del Tour Femmes mantuvo en el pasado con Tony Gallopin. Se podría considerar también un triángulo ciclista, aunque sin coincidencia en el tiempo.
Escrito por Lucrecio Sánchez
Foto de portada: Photo Gomez Sport / Movistar Team