El algarvío Amaro Antunes es uno de los mejores ciclistas de la última década en Portugal. Buen escalador, se defiende bien también en la lucha contra el crono. Aunque sus mayores éxitos han sido en territorio luso, también se ha dejado ver en el WorldTour en el CCC. En su madurez como deportista, lidera la poderosa armada del FC Porto, con quienes ha logrado dos victorias consecutivas en la exigente y siempre competida Volta a Portugal.
¿Cómo empezaste en el ciclismo?
Soy de familia ciclista. Mi padre y mi abuelo ya fueron corredores y yo seguí su estela. A mí me gustaba también el balonmano, pero de ver a mi padre en las carreras, me fui decantando siempre por el ciclismo.
Como júnior ya destacaste, siendo campeón nacional de ruta y de crono. ¿Qué recuerdas de aquella experiencia?
Un año genial para mí. En 2008, como júnior, yo ya entrenaba y me cuidaba casi como un profesional, y eso dio resultados. Gané una treintena de carreras, entre ellas los campeonatos nacionales, la Volta a Portugal juvenil, la Copa de Portugal…Fue la temporada en la que di el paso para darme cuenta de que podía ser un profesional. El ciclismo se convirtió ya en un modo de vida, y no solo un deporte o una afición.
El salto a profesionales se materializa en 2011. ¿Cómo surge esa posibilidad?
Comencé en el equipo de Paredes (LA Antarte). Llegué con mucha ilusión, porque era una gran oportunidad. Los primeros años siempre son difíciles. Recuerdo que a mitad de la primera Volta a Portugal pensaba que no quería volver a esa carrera, era muy duro. La falta de experiencia y madurez se paga, pero al mismo tiempo es muy importante ese primer contacto para aprender de cara al futuro.
Vas pasando por diferentes equipos de categoría continental hasta que en 2017 logras una importante victoria en la Volta ao Algarve.
Esa fue la primera temporada importante en cuanto a victorias relevantes. Supuso un salto de calidad. Lograr un triunfo en Algarve, en un puerto tan conocido como Malhão, y ante equipos y rivales tan fuertes, es muy especial y no lo voy a olvidar nunca. Además, en esa misma temporada llegó mi primera victoria de etapa en Volta a Portugal.
¿Qué sentiste al estrenarte en “A Grandissima?
Para los ciclistas portugueses la Volta es el gran objetivo del año y la carrera más importante y que todos queremos correr. Llegar para ayudar a un compañero y poder vencer una etapa es algo impresionante.
En cuanto a la Volta a Portugal, llevas dos victorias consecutivas en la general. ¿Te ves alcanzando el récord de cinco de David Blanco?
Los retos son para intentarlos. Es algo en lo que pienso para motivarme a mejorar en mis puntos más débiles y seguir creciendo con ambición, pero sin olvidar que hay que ir día a día. Te mentiría si te dijera que no vivo con esa ilusión.
¿Qué me puedes contar de esas dos victorias en la Volta?
La de 2020, fue un sueño cumplido, mi primera Volta y en unas circunstancias muy peculiares por culpa de la pandemia. No había público, algo inaudito. Después de un año tan complicado y con tanta incertidumbre, llegar al final de temporada y poder ganar es un orgullo y una felicidad enorme.
La de esta temporada fue muy distinta, afortunadamente ya con el público cerca. No se decidió hasta el último día, haciéndola muy dura a nivel psicológico, porque no había margen de error en ninguna etapa.
Has estado la mayor parte de tu carrera en equipos portugueses. Solo dos veces has probado fuera de las fronteras lusas. En 2013 corres en un equipo italiano.
Me uní al proyecto del Ceramica Flaminia y la cosa salió muy mal. Las condiciones no eran para nada buenas. Llegábamos a las carreras y no teníamos medios. En la Volta a Portugal tenía que pedir avituallamiento a los equipos portugueses porque no teníamos nada. Fue una temporada que me hizo crecer mucho como persona y me enseñó a enfrentarme a las adversidades.
Luego en 2018 fichas por CCC y al año siguiente, en el WorldTour debutas en el Giro de Italia. ¿Cómo recuerdas esa época?
Al principio pensaba que no estaba en condiciones para correr el Giro, porque venía de una lesión muscular y llegaba un poco justo. Estaba acostumbrado a carreras largas, como Volta a Portugal, pero no de tres semanas como el Giro. Día a día me fui encontrando mejor y logré incluso ser tercero en la antepenúltima etapa. Terminé muy satisfecho después de la carrera. Me sirvió para conocer mejor mi cuerpo y mis limitaciones. Una carrera muy dura, pero muy bonita y que se disfruta muchísimo.
¿Te gustaría volver al WorldTour o te encuentras bien en Portugal?
La verdad que es algo que todavía no he pensado seriamente. Ahora estamos en una época de descanso, recuperando de toda la tensión de la temporada, y aún no me he planteado el futuro. A todos gusta estar en lo más alto y correr en las mejores carreras del mundo, pero de momento vivo día a día e iré viendo cómo evolucionan las cosas cada temporada.
¿Cuál es tu sueño como ciclista?
Mi gran sueño era ganar la Volta a Portugal, y ya tengo dos. Me siento muy realizado como ciclista, pero siempre aspiro a más. Quizás ser campeón nacional en ruta sería un reto bonito para los próximos años.
¿Quiénes son o han sido tus ídolos?
En el ciclismo siempre admiré a Alberto Contador. En el deporte en general, mi ídolo es Cristiano Ronaldo, sobre todo por su ambición y su manera de trabajar y exigirse cada día.
¿Cómo ves la situación del ciclismo en Portugal? ¿Qué evolución ves?
Creo que el ciclismo portugués está en una evolución positiva. Los medios son cada vez mejores, y las estructuras son más fuertes. Están surgiendo equipos nuevos, y la tendencia es positiva. Los aficionados también hablan cada vez más de ciclismo y el interés está creciendo. Soy optimista por el futuro de nuestro deporte.
Entrevista: Jorge Matesanz
Transcripción: Víctor Díaz Gavito
Foto: Sirotti