Brodie Chapman afronta la parte final de la temporada con ganas de olvidar unos últimos meses marcados por la dura caída en Gante Wevelgem y una desafortunada concatenación de lesiones y enfermedad. En una temporada que iniciaba a lo grande con la consecución del Campeonato Australiano de Ruta tras una fuga en solitario, la del Lidl Trek espera desempeñar un papel importante para la selección nacional en el Mundial de Glasgow. Buena contrarrelojista, su regularidad y evolución en las clasificaciones generales, la ha llevado alograr resultados interesantes, como un cuarto puesto en la Vuelta a Suiza o quedarse a las puertas del top10 en la Vuelta a España del pasado año.
– ¿Cómo te iniciaste en el ciclismo?
Me adentré en el mundo del ciclismo cuando apliqué para un trabajo en una tienda de bicicletas. Había buen compañerismo y ahí empecé a correr en descensos, y salía a rodar por carretera con una grupeta. Mi primera carrera de ruta fue en los Juegos Universitarios en 2013 y me enamoré de la disciplina.
– Nacida en Melbourne, tu debut en profesionales se produce con un equipo estadounidente. ¿Cómo surge la oportunidad?
Una de mis antiguas compañeras en un equipo local corría ya en el Tibco, y cuando gané el Herlad Sun Tour ella les dio mi nombre al equipo. Me ofrecían un buen calendario porque teníamos pruebas UCI en Estados Unidos, pero también en Europa, así que era un programa bien equilibrado para mi nivel. Tibco me dio la opción de ser jefa de filas, lo que ayudó a impulsar mi carrera profesional.
– Después llegas a Europa gracias a FDJ. ¿Qué diferencias notaste con tus experiencias anteriores? ¿Qué aprendiste en cada uno de estos lugares?
Realmente me mudé ya a España en el primer año en Tibco. Aunque fuera un equipo estadounidense, sabía que mi futuro tendría que estar en Europa. Me encanta entrenar en España por el clima, y además es fácil llegar a todas las carreras. Vivir en Girona primero y en Andorra ahora ha sido fantástico. Estoy muy orgullosa de poder llamar a esta tierra como mi casa lejos de casa.
Con FDJ la organización era ya más profesional, y pude ver cómo era la tradición ciclista francesa, que seguína a rajatabla. Tenían muy buenos campos de entrenamiento en invierno y me permitieron disfrutar de un calendario europeo al completo. Creo que el ciclismo en Estados Unidos es más bien un deporte minoritario que está menos integrado en el espíritu nacional. En Europa, especialmente en Francia, el ciclismo está en el corazón del país, y hay una perspectiva clara para convertire en ciclista profesional si estás en un conjunto francés.

– Cuentas con 10 victorias profesionales hasta la fecha. ¿Cuál o cuáles valoras más?
Por supuesto mi primera victoria en el Herald Sun Tour, porque lanzó mi carrera de manera mucho más rápida. Era una carrera de casa, así que en la llegada estaban muchos amigos y familiares. Aún así, creo que la más valiosa sería el Tour of the Gila y, sin duda, el Campeonato Nacional. Gila me dio la confianza en mi nivel como contrarrelojista y en mi capacidad para poder luchar por clasificaciones generales si contaba con el apoyo adecuado. El Camponato Nacional es una carrera muy difícil de ganar, sobre todo al ser en enero, así que estoy muy orgullosa de poder vestirel verde y oro toda la temporada.
– Has coincidido con muchas grandes corredoras. ¿Quiénes te han impresionado más hasta ahora?
Hay muchas ciclistas que podría nombrarte, pero personalmente estoy aprendiendo muchísimo de estar en un equipo con ciclistas de la experiencia de Elisa Longo Borghini, Amanda Spratt, Lucinda Brand y Lizzie Deignan. Ver cómo preparan las carreras, el entrenamiento y las tácticas y cómo superan las adversidades para lograr el éxito en este deporte durante tanto tiempo es muy inspirador, y además son ciclistas que siguen siendo humildes, sin egos. Aprendo mucho también de mis compañeras más jóvenes, como Shirin van Anrooj, quien ha sido deportista de alto nivel casi toda su vida, a pesar de su edad, así que tiene una aproximación profesional al ciclismo muy peculiar e interesante.
Tuve que ver el Tour De France Femmes avec Zwift por televisión y no pude ayudar al equipo, pero también quedé impresionada por la progresión y versatilidad de Lotte Kopecky.
– Este año no has podido hacer ninguna Gran Vuelta. ¿Por qué?
Sí, es algo muy decepcionante para mí. Tenía previsto estar en la salida de la Vuelta, pero en Gante-Wevelgem sufrí una caída que me provocó una fractura en el sacro y un traumatismo craneal, así que era demasiado pronto para volver a la competición. Para el Giro, pasé una especie de bronquitis, y al estar el TDFF tan cerca no pude recuperarme a tiempo para estar en la mejor condición. Es duro de asumir, estoy teniendo problemas con un sistema inmune debilitado desde que pasé el covid al inicio del año, así que ha habido demasiados inconvenientes en lo que va de temporada.
– Campeona Nacional finalmente. Imagino que aún te quedan sueños por cumplir en el ciclismo. ¿Cuáles?
¡Sí! ¡Es un alivio haberlo ganado al menos una vez por ahora! Tengo muchos objetivos, pero especialmente al menos un pódium en una Gran Vuelta creo que está a mi alcance. Me encantaría disputar los Juegos Olímpicos representando a Austrlia, y mi último gran sueño sería ganar una carrera como Strade Bianche.

– Australia ha crecido mucho en el ciclismo masculino y parece que en el femenino está sucediendo lo mismo. ¿Cómo lo ves tú? ¿A qué crees que es debido?
Creo que el Tour Down Under ha hecho mucho por nuestro deporte en Australia, tanto para las chicas como para los chicos. Permite a los australianos vivir de cerca la emoción del ciclismo profesional, inspirando y motivando a los equipos locales a apuntar a ello en el futuro. Aunque Australia tiene una buena escensa de ciclismo a nivel doméstico, creo que la oportunidad de competir en Europa es realmente el camino a seguir. Este año hemos visto a ciclistas australianas corriendo en kermesses belgas y pruebas regionales en Francia o España, lo que permite experimentar lo que supone la vida allí. Debeser ser buena no solo dand pedaladas, si no también con capacidad de adaptación y paciencia con una vida tan lejos de tu familia, con continuos viajes, caídas o entrenamentos en muy diferentes lugares y ambientes.
– ¿Mejor y peor momento en la bicicleta?
Mi mejor momento en mi memoria reciente fue sin duda ganar el campeonato nacional de ruta y tener a mi pareja Dan en la llegada para abrazarme nada más cruzar la línea de meta.
El peor momento, probablemente la caída en Gante-Wevelgem. No tuve ninguna responsabilidad en la caída y perdí algo de memoria del momento. De repente fui embestida por detrás y solo me recuerdo deslizándome sobre mi cabeza, y después la consciencia se me iba y volvía. Fue difícil de aceptar que me perdería todas mis carreras favorita. Así que espero que mi suerte de un giro total de cara a la segunda parte de la temporada.
Entrevista: Jorge Matesanz
Traducción: Víctor Díaz Gavito
Foto de portada: Granada, CC BY-SA 4.0 via Wikimedia Commons