Hablamos con la ciclista del Trek Segafredo y del G. S. Fiamme Oro Elisa Longo-Borghini, una de las grandes figuras del pelotón internacional. Apenas estrenada en la treintena, Longo-Borghini es una toda una veterana que acostumbra a cargar con el cartel de favorita cada vez que confirma su mera presencia en la línea de salida.
No obstante, a lo largo de su fructífera trayectoria Longo-Borghini ha tenido que deslizarse entre algunas pesadas etiquetas como la de la eterna sucesora de Fabianna Lupperini, la última ganadora italiana de la maglia rosa en 2008, en el Giro Donne. Una etiqueta que quizás en su juventud supuso un peso demasiado grande, sobre todo antes de cada edición del Giro Rosa, que parece ya superada y que junto a su madurez y plenitud como ciclista le permite adentrarse en las carreras con una perspectiva más global, pero siempre al ataque.
La italiana es una ciclista total que atesora victorias, maillots y medallas a lo largo de lo más diverso, icónico y extenso del calendario. Que desde que comienza su temporada en febrero compite y parece estar casi siempre en forma para rendir personalmente o en favor de los intereses de su equipo.
«Es así. Aunque al comienzo de esta temporada, realmente no pude rendir bien porque estaba enferma. Tuve una sinusitis que me duró mucho tiempo y eso afectó a mi primavera. Pero luego pude redimirme bastante bien durante el resto de la temporada».
Y vaya que sí se redimió. Al lapso por convalecencia, tras su buen arranque en Siena, le siguió una de las jornadas que a buen seguro estarán mas gratamente guardadas en la retina de la ciclista italiana. El 16 de abril Longo-Borghini se presentaba en solitario en la línea de meta del velódromo de Roubaix. Sumaba el segundo triunfo en dos ediciones para el equipo Trek – Segafredo y refrendaba su versatilidad, capaz de ganar en todo tipo de clásicas, pruebas por etapas y de rendir y pelear por lo más alto en las grandes vueltas.

Una victoria a la que después sumó otro parcial y la general del Women’s Tour y un nuevo tricolore contra el reloj, antes de afrontar exitosamente, aunque quizás mejorable para una Campionessa como Longo-Borghini, el doblete Giro-Tour, donde la transalpina, a pesar de que acudir con enfoques diferentes, fue capaz de pelear por puestos de honor – tanto parciales como en la general -. Un calendario completo, a pesar de la enfermedad, y exigente que hace sin duda de difícil la gestión de los momentos o picos de forma y por el que preguntamos a la corredora del Trek – Segafredo.
«Trato de poner algunos períodos de descanso en medio de las competiciones» nos confiesa Longo-Borghini. Quien en esos momentos no deja la bicicleta, pero sí que cambia el enfoque de los mismos. «En esos periodos aun sigo entrenando. Pero estoy con mi familia o con mi novio. Intento desconectar un poco del mundo ciclista, de la rutina porque a veces estás tan centrada que simplemente te arriesgas a enfermarte un poco de este mundo».
«Si estás demasiado concentrada, es como si vinieras a competir a una carrera, con la energía que eso requiere sobre todo mentalmente y te puede desgastar. Así que trato de arreglármelas de esa manera». Desconectar para descansar y poder rendir. Claves en el deporte y en la vida que sin duda Longo-Borghini tiene muy claras.
Antes de que acudiera a los mundiales de Wollongong, donde la transalpina demostró ser de las más fuertes a pesar de verse fuera de las medallas en la prueba en línea pero logrando una plata en el relevo mixto de contrarreloj por equipos, conversábamos con Elisa Longo-Borghini acerca de la Ceratizit Challenge by La Vuelta y sus dos últimas jornadas.
«En realidad la etapa fue un poco más difícil de lo esperado. Pensamos que al ser una etapa tan corta – en referencia a la 3.ª jornada con final en Aguilar de Campoo – hubiera sido cómoda, más fácil. Pero no fue así. También porque hizo calor, aunque las temperaturas no llegaran a ser muy altas. Al menos para mí si que hizo algo de calor» nos reconocí la italiana, que como ya conocemos prefiere competir con temperaturas no tan altas.
«Hasta ahora, estamos haciendo bastante buena carrera. Logramos una buena y sólida victoria – en la CRE-. Un segundo puesto y luego otro tercero». Un buen balance antes de las dos últimas jornadas en las que tendrían opciones las del Trek – Segafredo.

«La general es importante, pero también la victoria de etapa. Una victoria de etapa sería la guinda del pastel para esta semana. Elisa – Balsamo, que se redimiría en Madrid tras verse sin opciones en Segovia – está muy fuerte y es un final que se le adapta, así que podemos intentar jugar su carta. Veremos quizás quién se siente mejor en la subida final y jugaremos nuestras bazas» nos reconocía Longo-Borghini en una jornada en la que finalizaría tercera tras la victoria de su compatriota Silvia Persico y que le serviría para afianzar su segunda plaza final en la carrera.
Otro brillante rendimiento en un año que aun no ha llegado a su fin para Elisa Longo-Borghini. «Tras el mundial terminaré mi temporada en el Tour de Romandie. Haremos las dos carreras italianas, el Giro dell’Emilia y Tre Valli Varesine, y después el Tour de Romandie. Y entonces la temporada terminará».
Un final de temporada que arranca este próximo sábado en territorio italiano con el Giro dell’Emilia, antes de comenzar un más que merecido descanso para recargar las pilas y desconectar de la rutina de la temporada ciclista.
Escrito por Diego Martín
Foto de portada: ASO / Paulline Ballet & Lino Escuris