Hablamos con una de las revelaciones del año, el británico Fred Wright, que tras realizar un notable Tour en busca de un triunfo de etapa que finalmente no llegó, completa la Vuelta a España con el mismo objetivo. De nuevo se está quedando a las puertas, pero bien es justo resaltar que a cambio el corredor del Bahrain destaca esa intuición tan necesaria para resolver fugas. El resto es cuestión de suerte o, como dice él, de aprendizaje: “Yo mismo me he preguntado por qué no llegan las victorias en varias ocasiones, pero creo que definitivamente debo tomarlo como un aprendizaje. La temporada anterior obtuve buenos resultados, pero no estaba donde estoy ahora, tan cerca de las victorias. Es un síntoma de mi progresión sobre la bicicleta. No tengo miedo, sólo es una cuestión de aprender en cada oportunidad”, comenta acerca de su aún por estrenar palmarés.
Natural del sur de una gran urbe como Londres, indica que ese hecho no ha sido ninguna barrera: “El sur de Londres no es ideal para montar en bicicleta, pero tampoco es tan complicado. En poco tiempo puedes acceder al campo y practicar ciclismo de carretera sin ningún tipo de problema. No es un lugar tan difícil como pueda parecer”. Aunque sus inicios fueron en la pista, donde no le fue nada mal: “Empecé en la pista, la mayoría del tiempo rodaba allí cuando era más joven. Fui campeón europeo en sub-23. Pensé que a lo mejor podría ir a los Juegos. Intenté disfrutar el momento, aunque también entrenaba a veces en carretera”.

Tras pasar a profesionales con el CCC polaco “donde coincidí con grandes ciclistas”, el momento llegó para entrar en su actual equipo, el Bahrain-Victorious. Fue 2020, el año de la pandemia, aunque tuvo tiempo de participar en algunas grandes carreras como la Vuelta a España: “La Vuelta 2020 fue una forma de confirmarme a mí mismo que podía hacer una vuelta de tres semanas. Bueno, fueron 18 días, pero aún así. Me di cuenta de que podía intentar encontrar mis oportunidades en las grandes y ayudar al equipo”. Fue 4º en la etapa que llegaba a Puebla de Sanabria, aunque sin duda habrá un día que se le quedó marcado en la memoria: “El Angliru ha sido la subida más dura que he hecho en mi carrera hasta el momento”.
Con respecto al pasado Tour y al doblete que supone disputar la Vuelta a España mes y medio después, afirma que ha “disfrutado mucho la Vuelta este año porque ir en el pelotón es sólo un poco menos estresante que el del Tour. Es ir a todo gas todo el día en él, está bien”. Sobre la presión de la victoria, muestra un punto de vista bastante constructivo y reflexivo: “En Cistierna pienso que me equivoqué, pero así es cómo funciona esto. La vida tiene momentos buenos, malos, subidas y bajadas. Fue duro perder esa etapa. Sobre todo en el día. Al final nada cambia, tienes que seguir entrenando e intentar ser lo mejor que puedas. El viento cambiará”.
En la etapa con meta en Bilbao anduvo bien cerca de lucir el maillot rojo de líder durante una jornada. Se le anticipó el francés Rudy Molard por únicamente dos segundos: “Me encantaría lucir el maillot en alguna grande. Sería un regalo. Me quedé cerca esta vez, pero lo que digo, toca aprender para la próxima vez que se presente una ocasión parecida”. Como conclusión positiva: “Creo que puedo manejar bien estas escapadas”.

Un Wright que se ha desenvuelto bien, efectivamente, en este tipo de circunstancias y al que no le van nada mal las carreras de un día, como el Tour de Flandes, donde fue séptimo. “Me gustan las clásicas, estoy deseando que lleguen las del año próximo. Hay multitud de carreras en las que me gustaría triunfar en los próximos años en cuanto a las de un día. Si soy capaz de ganar alguna de las grandes, ya podría decir que he tenido una buena carrera”.
Fred forma parte de una gran generación de ciclistas procedentes de Gran Bretaña. Con Tom Pidcock a la cabeza, “Esta generación de ciclistas en GB es magnífica. Y viene otra todavía mejor, está siendo una muy buena época, la verdad. Se está valorando al ciclista británico y eso es bueno”. Por supuesto, el londinense se encuentra inmerso en esa generación que está alcanzando cotas muy elevadas dentro del ciclismo, como demuestra las victorias en Alpe d’Huez o alguna clásica del antes mencionado ciclista del Ineos-Grenadiers.
Pese a la ausencia de victorias, no se puede decir que haya sido un mal año para nuestro protagonista: “Creo que esta temporada consistía más en demostrar y demostrarme que podía ganar grandes carreras. Creo que puedo cumplir ese papel, no sólo trabajar para otros. Creo que es lo que el equipo quiere de mí, tener opción de ganar”, reflexiona sobre el rol que su equipo desea que tenga. Hablando más sobre su impresión del pelotón, admite la calidad de Enric Mas en la escalada, aunque el que más le ha sorprendido de largo hasta el momento ha sido “Van Aert“. Y a quién no.
Escrito por Jorge Matesanz
Fotos: ASO / Ballet / López