El ciclista siciliano ha sido uno de los más importantes cazaetapas de los últimos tiempos en el pelotón transalpino. Su desfile por los mejores equipos del panorama internacional atestigua su calidad, además de conservar un olfato para coger las fugas buenas y saber rematarlas con atino. De ese modo se ha impuesto en dos etapas en el Giro y en nada menos que tres ediciones del Campeonato Nacional, un gran mérito dada la atención e intención con la que los ciclistas italianos compiten en su carrera. «Es mi carrera. Cambió mi vida». Un ciclista especial, con ese encanto y calidad que le hace estar presente en todo tipo de batallas, donde menos se le espera.
Un corredor que empezó «a montar en bicicleta a los ocho años debido a que mi padre competía en cicloturistas». Un corredor con unos ídolos muy claros y una relación especial con ellos: «en realidad, mis ídolos en aquellos años siempre fueron Bugno y Pantani. Con Marco hay algo que me une a él y es que ambos nacimos un 13 de enero. Su madre me felicita cada cumpleaños, nos hemos hecho buenos amigos».
Los mejores equipos han contado con Giovanni en sus filas: «he estado en grandes equipos, con grandes estrellas y líderes. Entre todos ellos me quedo con Paolo Bettini y Alejandro Valverde. Me considero un muy buen amigo de ambos, son ídolos y un ejemplo para mí. El ‘Bala’ es simplemente especial». Por su parte, los aprendizajes de tantos años en escuadras con directores míticos como Lefevre o Unzue ha influido en la carrera de Visconti. «El director que más me ha marcado a lo largo de mi trayectoria es Eusebio Unzué, aunque actualmente no sea director deportivo. Es una leyenda, aprendes de él sólo mirando, escuchando. En algunos momentos me dijo cosas que cambiaron mi forma de pensar para siempre».

Sin embargo, a la hora de seleccionar sus carreras favoritas, Giovanni barre para casa: «la Strade Bianche es la que más me gusta. He llegado cerca de los favoritos en varias ocasiones. En 2018 fui quinto, pero detrás del gran Alejandro Valverde». En cuanto a rivales, también se refiere a un ciclista transalpino con el que ha compartido muchos años en el pelotón: «Nibali ha sido un gran rival. Al comienzo de nuestras carreras sí fue un rival, después él ha evolucionado a un gran campeón y yo únicamente a un buen ciclista». Le pesan, sin embargo, «las oportunidades perdidas en la Vuelta y el Tour. Me hubiese gustado ganar etapas en las tres grandes. Algunas veces he quedado muy cerca… una pena».
Sobre momentos sobre la bicicleta, «el día más difícil fue una etapa del Giro de Italia donde hacía muchísimo frío. Llegábamos a las Tres Cimas de Lavaredo y la nieve puso muy complicado continuar. Pensaba que era imposible terminar aquella etapa».
Actualmente en el mítico Bardiani, aún no sabe qué será de su futuro. «No sé si continuaré otra temporada más. Todo dependerá de cómo se desarrolle el verano. Quiero verme competitivo, porque siempre lo he sido. Para mí es importante porque quiero que la gente me recuerde como alguien humilde y sacrificado, pero siempre al máximo nivel que pude».
Escrito por: Lucrecio Sánchez (@Lucre_Sanchez)
Fotos: Sirotti