Desde que irrumpió en el panorama internacional de la mano del Wiggle-High5 allá por el año 2018, merced a una notable temporada australiana con el equipo doméstico Holden Team Gusto y europea con el equipo de desarrollo de Australia, la oceánica Grace Brown se ha convertido en una de las rivales a tener siempre vigiladas. Cual Houdini, la ciclista del FDJ Suez, es una virtuosa del arte de escabullirse, de escaparse.
Muchas veces cuando vemos una carrera por televisión, desde la cabina de comentaristas, nos recuerdan que está en carrera y que se le espera. Y aun así aparece. No falta a la cita. La australiana parece desde hace años una de las ciclistas más efectivas del pelotón. Parece hacer propia esa máxima de efectividad que tantos directores y estrategas pretenden como suya: una bala, una víctima.
Cuando Brown se mueve, si dudas te equivocas. Y sin haberlo hecho puede que, sin tu saberlo, ya te hayas equivocado. Sus ataques suelen ser diferenciales, marcan un punto de inflexión en el devenir de la prueba y a veces resultan definitivos.
Pero Brown es más que una ciclista para la fuga. Es una potente y tenaz rodadora, que destaca también como contrarrelojista y clasicómana. Quizás las montañas no vayan a esta profeta, pero estamos ante uno de los grandes nombres propios del pelotón.

Con la disputa de la Vuelta a Burgos tuvimos la oportunidad de charlar con la ciclista de la escuadra francesa FDJ Suez. Una prueba que conoce bien la australiana y en la que logró imponerse en la primera etapa en 2021 y vestirse de líder tras esa jornada.
Sin embargo, este año Brown no pudo repetir estos éxitos previos, si bien el recorrido era de su agrado como nos reconocía:
«En las dos ediciones anteriores de la Vuelta a Burgos tuvimos unas primeras etapas que presentaban algunas dificultades o alicientes un tanto diferentes a los de este año. Esta temporada las tres primeras jornadas parecen más perfiladas para equipos con velocistas y, siendo honesta, me gustaban un poco más los recorridos de los años pasados».
«Es cierto que han mantenido la interesante jornada con la ascensión final que siempre suele decidir la general. Aunque este año, no sé si por mala suerte o porqué, no estuvimos en el grupo cabecero en la segunda etapa y perdimos tiempo en la general y la oportunidad de pelear por la etapa».

2023 comenzó bastante bien para la aussie. Regresaba el Santos Womens Tour Down Under tras la pandemia y la australiana pudo ser profeta en su tierra.
«Ganar el Tour Down Under fue muy especial. Sin duda es uno de los mejores momentos de mi carrera. Siendo australiana, ganar en estas circunstancias, delante de tus amigos y de tu familia y de muchos de mis los fans que me apoyan durante todo el año, pero que apenas tienen la oportunidad de verme correr in situ».
La ciclista del FDJ Suez culminó con éxito una escapada de dos, junto a su compatriota Amanda Spratt, tras el ataque de esta en la última cota del día de la tercera y decisiva etapa de la carrera. Preguntamos a Brown cómo recuerda el desenlace de la etapa y si fue premeditado.
«Confiaba en mis posibilidades ya que teníamos un plan. Creía que ella atacaría en la última ascensión y abriría un pequeño hueco, así que mi plan consistía en perseguirla durante el descenso y tratar de cazarla antes del final. Tenía confianza en mi sprint frente a ella. Fue divertido.»
Un gran comienzo que hacía presagiar una gran temporada. Si bien durante la primavera Brown ha alternado actuaciones bastante discretas para su nivel en las clásicas con días de éxito, especialmente en territorio francés, logrando varias victorias parciales, — venciendo en el Grand Prix du Morbihan y en la crono y la general del Bretagne Ladies Tour —.

Grace se sincera sobre su temporada hasta la fecha. «Durante la mayor parte de la primavera no he tenido el rendimiento que me hubiera gustado, en las clásicas más importantes dónde ya había logrado buenos resultados los años anteriores. Pero está bien poder venir a carreras como esta o en Francia, poder cambiar el chip y lograr buenos resultados».
«Este año he tenido momentos que no han sido buenos. Pero también ahora he tenido momentos buenos. Así que al final creo que esto compensa un poco y hace que haya sido una buena primera parte de la temporada.»
Con la primera parte de la temporada concluida es el momento de recuperar, desconectar los ambiciosos objetivos de la segunda mitad del año.
«Después de Pirineos volveré unas semanas a Australia para resetear un poco y preparar los grandes objetivos del año: el Tour de Frances des Femmes y los campeonatos del mundo en Glasgow. Este año estoy más centrada en la contrarreloj. De cara tanto a la etapa del Tour como a la prueba contrarreloj de los campeonatos del mundo. Esos son mis dos objetivos principales.»
Una modalidad que requiere perfeccionismo y dedicación para lograr limar en cada detalle la carga aerodinámica. Preguntamos a la corredora del FDJ Suez por el peso o volumen que tienen la bicicleta contrarreloj en su preparación.

«Es algo que cambia a lo largo del año, pero normalmente cuando estoy centrada en torno a un objetivo en una prueba contrarreloj puedo realizar la mitad de mis entrenamientos encima de la cabra. Hay periodos o bloques específicos de entrenamiento en los que me centro en la contrarreloj, pero no es una constante a lo largo del año. Durante la parte de la temporada de clásicas no cojo mucho la bicicleta contrarreloj porque no hay apenas pruebas contrarreloj. Pero en momentos como ahora vuelvo a sumirme mucho más en la cabra».
Puede sorprender un poco que Brown no considere también como un objetivo la prueba en línea de Glasgow 2023. Sin embargo, la aussie nos aclara que no siente que el circuito se adapte plenamente a sus características.
«Es un circuito complicado, muy técnico y con muchas curvas. Sobre el papel quizás pueda parecer que se me adapta. Pero tienes que ser una ciclista muy atenta y rodar siempre en cabeza, así que creo que será una carrera muy difícil. No creo que sea el circuito ideal para mí, aunque quizás pueda lograr un buen resultado».
Escrito por Diego Martín
Foto de portada: A.S.O./Thomas Maheux