Apellidarte Woods te garantiza sólamente una cosa: que todo el mundo te llame Tiger en lugar de Michael, nombre de pila de este gran ciclista. Nacido en Ottawa en 1986, posee una biografía interesante por el origen de su relación con el ciclismo, ya que se trata de un antiguo corredor de… ¡atletismo!, incluso con buenas marcas y récords en su Canadá natal. “Empecé tarde, a los veinticinco. El cambio al ciclismo se produce por una lesión, para mantenerme en forma. Pedí prestada la bicicleta a mi padre y empecé a rodar con amigos. Me encantó la experiencia y la naturaleza competitiva del ciclismo. Estaba echando eso en falta en el atletismo”.
Dos deportes muy diferentes, aunque Michael ha encontrado formas de aprovechar uno de ellos para mejorar en el otro: “En las pendientes extremas o subidas de ese tipo me viene muy bien mi experiencia en el atletismo. Es muy similar a las finales de 500 metros o dar todo durante tres minutos”. Para adaptarse a la carretera ha encontrado ventajas de crecer en Canadá: “En Canadá las carreteras son muy amplias, no son técnicas y es más fácil que, por ejemplo, en el País Vasco, donde sí que son complicadas y técnicas”.
Un cambio que ofrece aspectos muy positivos al ciclista del Israel, aunque “no fue fácil el cambio aún así. He practicado mucho y he sufrido al principio de mi carrera como ciclista, pero la verdad que es una suerte haber podido practicar muchos deportes como hockey, esquí…”
Sobre este 2022, las cosas no han comenzado lo bien que se esperaba: “Todo está bien, he ido mejorando mi estado de forma. Estuve enfermo en marzo y he podido progresar después, contento por cómo he progresado, aunque estaré mejor”. Comenta sobre sus objetivos, que sobre todo van a estar centrados sobre las pruebas de un día y las grandes vueltas: “este año los objetivos han sido y son ganar algún monumento, como intenté en Lieja o voy a hacer en Lombardía. También luchar por las etapas en el Tour de Francia”.
Sin embargo, va a olvidarse de la clasificación general en el Tour de Francia, aunque no en la Vuelta, donde va a probar hasta dónde es capaz de llegar: “En la Vuelta voy a intentar hacer la general este año. Voy con ese objetivo de centrarme en las etapas en el Tour y después ver cómo me encuentro, pero la idea es ésa en la Vuelta”.
Un ciclista que ha sido el único canadiense en subir al podio de Lieja-Bastogne-Lieja, todo un éxito. Lo hizo tras Bob Jungels en 2018, ganando el sprint del grupo. Un escalón, por tanto, por subir hasta la victoria: “En Lieja fui 2º, estaba muy fuerte ese día. Tuve mala suerte porque Bob Jungels ese día atacó desde lejos y no hubo nada que hacer desde el grupo. Gané el sprint del grupo. Necesito un poco de suerte para ese escalón. Con gente tan fuerte como Alaphilippe, Roglic, Tadej es complicado ganar. Lo único que puedo hacer es dar lo mejor de mí mismo y esperar a tener algo de suerte”.
En las clásicas y mundiales ha tenido un intenso duelo con Alejandro Valverde, uno de sus grandes rivales: “es un gran campeón. Es siempre una suerte poder competir contra él, me hace intentar ser mejor y ha sido genial correr con él estos años”. Eso sí, admite entre risas que “ya que el año que viene no corre, espero tener más oportunidad”.
Uno de sus mejores días sobre la bicicleta coincidió con uno de los grandes días del murciano: “mi tercer puesto en Innsbruck fue un día muy especial para mí. Fui tercero ante grandes rivales e hice una muy buena carrera”. Uno de los peores tuvo lugar en los Pirineos, en la disputa del Tour de Francia: “Tengo un par de ellos en mente. Recuerdo que era un día gris, con muchísimo frío. Me caí y sufrí rotura de fémur”.
Woods tiene como sueño “ganar un Monumento”, aunque también podría admitir “una etapa del Tour”. Venció en una espectacular subida como la del Monte Oiz en la Vuelta de 2018, que fue la antesala del Campeonato del Mundo de ese año. Lo hizo gracias a una escapada e imponiéndose a grandes rivales como Zakarin, Majka, De la Cruz, Teuns… Era su primera temporada en Education First, que recogió lo que restaba del Cannondale para comenzar su andadura en el ciclismo profesional. Con el conjunto italiano debutó en 2016, realizando una excelente puesta de largo en el Tour Down Under.
Tras convertirse en una de las estrellas del ciclismo actual, Woods disfruta del Israel-Premier Tech: “Estoy muy contento en el equipo, con todos los canadienses que tenemos además”. Y no es para menos, ya que es el gran líder de un equipo World Tour, con todo lo que ello significa.
El ciclismo canadiense le ha servido de inspiración: “Uno de mis ídolos fue Svein Tuft, que estuvo compitiendo durante muchos años y fue segundo en el Mundial de contrarreloj de 2008”. Al igual que los ciclistas que surjan en su país durante las próximas generaciones tendrán al de Ottawa como referencia. Un corredor extremadamente versátil que aporta veteranía, buen ambiente y victorias. Algo, esto último, de lo que Israel no está muy sobrado. Woods está siendo una de las bases más sólidas sobre las que el equipo hebreo está construyendo un proyecto de futuro a largo plazo en la élite del ciclismo mundial.
Entrevista: Jorge Matesanz (@jorge_matesanz) y Laura M. Taberner (@lauramtaberner)
Foto: A.S.O. / Pauline Ballet