Nos acompaña Natalia Franco Villegas, ciclista colombiana de 25 años que pese a su juventud ha vivido experiencias en varios países. Desde su perfil de Instagram se puede disfrutar de su pasión por el ciclismo y la forma en la que éste le saca una sonrisa constante.
¿Cómo empezaste en el ciclismo?
Empecé a montar en bicicleta porque mi padre, mis dos hermanas mayores y yo salíamos los fines de semana en una finca que teníamos a una hora de la ciudad. Salíamos todos en familia, creo recordar que tenía cinco años. Me enamoré de la bicicleta. Me sentía libre, me sentía competitiva, nunca me cansaba y me fascinaba.
¿Qué es lo que más te gustaba? ¿Qué pasó después?
Hacer rutas diferentes, ver paisajes… cuando lo probé ya nunca la volví a soltar. Después cuando fui creciendo, mis hermanas dejaron de montar porque tenían más interés por estar con las amigas y yo seguí hasta que un día un entrenador me vio en una pista y me invitó a entrenar con un equipo local llamado Inter-Medellín, con corredores de pista y de ruta. Formé parte de la selección departamental, después nacional. Me fue muy bien, quedé segunda en mi primera carrera y así me enamoré del todo. Comencé a escalar a nivel nacional, perfeccionando pista y ruta, aunque también hacía bicicleta de montaña de vez en cuando.
¿Tuviste que sacrificar otras cosas para dedicarte a la bicicleta?
Hice otras actividades extracurriculares, como coro, música, guitarra, voleibol… era una niña activa. Llegó un momento donde tuve que decidir porque no podía atender todo lo que tenía delante. Elegí el ciclismo porque era lo que más satisfacción y emociones positivas me despertaba. Como decía, en la bicicleta me siento libre, me siento empoderada, volando, como un superhéroe y eso me fascina.
¿Cómo se combina la bicicleta con los estudios?
Cuando salí del colegio, tuve la oportunidad de correr en la Vuelta a Costa Rica, Vuelta a El Salvador, el Tour de San Luis, otras en EEUU, donde conseguí establecerme en un equipo y lograr así una beca para estudiar en Colorado. Hice psicología y me dediqué al ciclismo también. En verano corría el calendario con otros equipos de Estados Unidos.
¿Cómo fue esa experiencia norteamericana?
Los últimos dos años de estudio formé parte de un equipo profesional. Después, un año antes de terminar entré en el equipo de mis sueños, el Twenty-24, que tenía corredoras olímpicas. La pandemia entró y me tuve que graduar así. Durante los seis años pude desarrollarme, aunque aún noto que tengo mucho potencial por dar.

¿Cuáles son tus objetivos?
Mi objetivo para el próximo año es ser parte de un equipo en Europa. Quiero empezar por España, me encantaría, y correr carreras UCI y del calendario World Tour. Así también puedo ir avanzando como ciclista. Tengo 25 años y tengo tiempo para mejorar y dar mucho más en el ciclismo europeo. Me gustaría en un futuro representar a la selección de Colombia en unas Olimpiadas.
¿Dónde encuentras la motivación?
Encuentro la motivación de entrenar todos los días en las sensaciones que me da la bici. Sé que hay días donde no nos sentimos bien, donde no tienes días tan buenos, pero siento que todo va sumando para un futuro. Si miro hacia atrás, ya son muchos años de trabajo y no quiero desperdiciarlo, sino avanzar, mejorar y seguir construyendo la base de muchos éxitos.
¿Un sueño como ciclista?
Me gustaría ganar una clásica o estar en el podio de un Giro rosa. También un buen resultado en los Juegos Olímpicos con mi país.
¿Viajas con la bici?
Siempre que viajo intento llevar mi bici. Para mí viajar no es lo mismo sin ella. Me encantaría viajar a Suiza o Francia y hacer muchas de las rutas que son icónicas de aquellas montañas. Se ven espectaculares y estar allí en el corazón de Europa sería genial para seguir creciendo.
Entrevista: Lucrecio Sánchez (@Lucre_Sanchez)
Fotos cedidas por Natalia Franco