Hace apenas unos meses, durante el período de descanso de la temporada de ciclismo profesional de carretera, saltaba la noticia del fichaje del ex ciclista profesional Rafael Valls como director deportivo del equipo australiano Team Bike Exchange – Jayco, ahora desde 2023 con nueva denominación, Jayco-Alula, para las próximas dos temporadas, dejando atrás así, una larga carrera como ciclista profesional con final inesperado para muchos a finales de 2021 y un año 2022 que ha supuesto para él un período de transición y primeras experiencias como director deportivo en las filas del equipo profesional continental Burgos BH, con quien pudimos verlo en la dirección del equipo en la Volta a Portugal, donde se hicieron con un triunfo de etapa, y en la Vuelta a España 2022.
Desde High Cycling hemos querido conocer un poco más sobre las sensaciones y nuevos objetivos que afronta el alicantino en esta nueva etapa y, aprovechando las jornadas del training camp de su equipo en la zona costera de Alicante, nos ha atendido muy amablemente para hacer un extenso repaso de su trayectoria desde sus inicios en el ciclismo hasta el día de hoy, con su reciente nueva realidad como director deportivo.
Afición familiar compartida y un sueño cumplido.
Cocentaina, tierra de ciclistas. ¿Cómo llega Rafa Valls a ser ciclista?
RV: Bueno, en mi familia el deporte de referencia siempre ha sido el ciclismo. Mi padre es un gran amante del ciclismo, lo practicaba desde siempre, y mi hermano mayor empezó a competir en escuelas y a mí, con 7 u 8 años, me empezó a picar el gusanillo de competir. Así que ya con 8 años cumplidos empecé a hacerlo en escuelas siguiendo la estela de mi hermano mayor.
¿Quién te inspiró de joven? ¿Con qué soñabas?
RV: Ha habido varios ciclistas en los que al final me he fijado. Recuerdo que cuando era muy niño, la última época de Indurain, del que tengo recuerdo algo lejano, me marcó e inspiró, y después viví la época dorada de Lance Armstrong al que veía con mi familia ganar en televisión. Mi gran sueño era algún día poder llegar a correr el Tour de Francia, aunque siendo sinceros, era algo que no veía ni alcanzable siquiera. Sin duda soñaba con poder correr un Tour de Francia y llegar a los Campos Elíseos.
Bajo la dirección de Matxín das el salto a la categoría profesional en 2007, justo después de la sonada Operación Puerto. ¿Fue difícil? Además lo haces en un equipo que tenía varios señalados de entonces. RV: En 2007 contactó Relax para poder hacer el final de temporada como stagiare pero recuerdo que en la Vuelta a Palencia tuve una caída y me rompí el radio. A raíz de esa lesión no llegué a debutar con Relax en el 2007. No fue hasta 2008 cuando debuté con un equipo profesional. Si que anteriormente había corrido carreras con la selección española, como la Challenge de Mallorca y alguna carrera por el estilo, pero en equipo propiamente profesional no pude llegar a debutar hasta el año 2008.

Debutas en el equipo Relax, pero tu gran temporada es 2010. 2º en una etapa del Tour, etapa en San Luís…
RV: Sí, sin duda ya había corrido en 2008 algunas carreras con Saunier Duval, que en aquella época se llamaba Scott-American Beef, porque yo lo hice como stagiare en el 2008. Hice Vuelta a México y empezó así a cumplirse el sueño de ser profesional. En 2009 corrí en Burgos Monumental, que fue mi primer año completo como profesional, y sí, sin duda el 2010 fue uno de los mejores años de mi vida porque empecé en la Vuelta San Luís y ya en la primera carrera que competía ese año, logré ganar una etapa que terminaba en alto e hice 3º en la Clasificación General.
La verdad es que en 2010 me salió una temporada muy buena. Después nos invitaron al Tour de Francia y el sueño que tenía de niño de poder llegar a París se cumplió en ese 2010. La verdad que fue un gran año para mí y lo recuerdo con mucho cariño.
¿Cómo es trabajar con Joxean Matxín?
RV: Con Matxín tengo muy buena relación. He tenido muy buena experiencia con él desde siempre. Fue el que apostó por mí para darme la oportunidad de dar el salto a profesionales y la verdad que lo que transmite a los corredores, la confianza que deposita en los corredores, es clave. Tengo un recuerdo muy bonito del 2010, de cuando fuimos al Tour de Francia; éramos un equipo muy jovencito, la mayoría corríamos nuestro primer Tour, y la confianza que nos transmitía, nos hacía creer que podíamos estar a la altura de los otros equipos aunque fuéramos tan jóvenes y encima, nos lo sabía transmitir.
Ese saber transmitir influyó mucho para que después nosotros hiciéramos un buen Tour, la verdad que aunque la gente no tenía muchas ni grandes expectativas puestas en nosotros en un principio, gracias a su dirección y acompañamiento después salió un Tour muy bonito para lo jóvenes que éramos. Esa habilidad de saber transmitir que él tiene creo que hay muy poca gente que la tiene de la misma manera.
Matxín tiene mucha confianza en sus corredores y estos sienten esa confianza, en las buenas y en las malas.
En Relax coincidiste con grandes nombres, en Geox también. ¿Con cuáles te quedas y por qué?
RV: Sí, la verdad que he tenido la suerte de compartir equipo con grandes corredores. Por ejemplo, con Carlos Sastre, que desde pequeño lo seguía y lo había visto haciendo podios y ganando en casi todas las Grandes Vueltas que corría, y lo admiraba muchísimo por esa capacidad de sufrimiento, esa capacidad de siempre estar ahí entre los mejores, personalmente lo veía muy complicado y la verdad que con Carlos tuve la ocasión de compartir habitación en un Giro de Italia, aquello era aprender de un maestro con toda
la experiencia que tenía él, aparte de que a él también le gustaba estar cerca de los jóvenes, enseñarnos… hay poca gente que es así. Posteriormente, también he tenido compañeros como Alejandro Valverde o Mikel Landa, grandes corredores que han marcado una época y he tenido la suerte de compartir equipos con ellos.

Del aprendizaje belga a la época Movistar
Has pasado por múltiples equipos. ¿Qué has aprendido de cada uno de ellos?
RV: Sí, por suerte he pasado por diversos equipos grandes, con excelentes corredores, grandes nombres y con distintos objetivos y distintas formas de afrontar las carreras. Estuve en Lampre, en Vacansoleil, en Lotto… y cada equipo al final se centraba en un tipo de carreras. Lotto más centrado en las clásicas y los sprints, Movistar más enfocado en las Grandes Vueltas y bueno, al final cada equipo tiene una forma de afrontar la temporada buscando, a través de sus puntos fuertes, la consecución de objetivos y victorias diversas. La verdad que he tenido la suerte de aprender de todos los métodos de trabajo de los distintos equipos por los que he pasado.
Creo que el factor de no haber estado siempre en un mismo equipo es algo positivo para aprender y tener distintas visiones y enfoques del ciclismo. Pienso que, sin duda alguna, ha sido algo muy enriquecedor para mí.
Imposible no preguntarte por tu tiempo en Movistar… ¿es un equipo tan complicado como parece?
RV: En Movistar tengo grandes recuerdos. El primero porque para mí implicó la oportunidad de poder continuar compitiendo al máximo nivel ya que, en el momento de mi fichaje, tenía una lesión muy grave en la cadera, hasta el punto de no saber muy bien si podría volver a competir al máximo nivel, y Eusebio Unzué me dio la oportunidad de tener contrato ese año siguiente y poder continuar mi carrera profesional. Ese fue el año en que coincidieron en la escuadra tres grandes líderes: Mikel, Nairo y Alejandro.
Estaba claro que era una situación difícil de gestionar, cuando tienes tres hombres tan fuertes, con mentalidad ganadora con un papel similar, es complicado que puedan trabajar los tres al mismo son y ello condujo a que se diesen algunos momentos de tensión, pero bueno, al final fue un poco menos de lo que en prensa se quería hacer ver, desde dentro del equipo no se notaba esa tensión tan alta como decían en la prensa. Recuerdo esa época con cariño porque fueron años que pude compartir con grandes corredores y con un grupo de personas en el que había muy buen ambiente dentro del equipo, tanto con staff como con corredores. Lo recuerdo con mucha gratitud y satisfacción.
Has corrido las tres grandes. ¿Con cuál te quedas? ¿En cuál te has sentido mejor?
RV: De las tres grandes, cada una tiene sus cosas buenas. Sin duda, a nivel personal, la que más me ha aportado, a la que más agradecido estoy y la que más ilusión me ha hecho correr ha sido el Tour de Francia porque era el sueño que tenía desde niño y el Tour me dio la visibilidad cuando hice segundo en la séptima etapa del Tour 2010 y me dio mucha confianza en mí, al verme entre los mejores. Por todo esto, creo que me quedaría con el Tour. Aunque debo añadir que el Giro también es muy especial correrlo, aunque sea muy duro y el tiempo normalmente no acompañe, se vive con mucha pasión y la Vuelta a España al final es la vuelta de casa y tenemos nuestra afición que nos apoya al 100%, por lo que la Vuelta también es muy especial.

La dureza del ciclismo
Las lesiones han marcado tu carrera. ¿Qué crees que hubiese sido de ti de haber podido gozar de más continuidad?
RV: Sí, por desgracia siempre que caía tenía alguna lesión. Alguna de ellas fueron lesiones graves como la rotura de las dos caderas, lo cual me llevó a una recuperación de muchísimo tiempo, sin poder apoyar la pierna por meses o montar en bici durante 4 o 5 meses. La verdad que esas dos lesiones te marcan la carrera un poco y el resto de las lesiones que he tenido te van lastrando…
¿Adónde hubiera llegado sin esas lesiones? Bueno, es algo que no se sabrá, aunque tampoco lo pienso mucho, es la historia que he tenido que afrontar y de lo que sí estoy orgulloso es que cada vez que tenía alguna lesión de este tipo me concentraba en el siguiente objetivo, en recuperarme cuanto antes y volver al mismo nivel. Por ese aspecto estoy tranquilo y orgulloso del trabajo hecho, a pesar de haber tenido todas esas lesiones.
¿Has vuelto a bajar el Collado Bermejo?
RV: Sí, en el Collado Bermejo tuve una caída bastante fea con la que me rompí unas costillas y tuve un neumotórax, pero sí, he bajado muchas veces después de esa caída. La verdad que hacía mis tests y pruebas de esfuerzo en el Collado con mi ex entrenador Francis Cabello y al ser una subida larga y constante cerca de casa pues sí lo he subido y bajado varias veces después de aquella caída. Reconozco que siempre que pasaba por allí miraba aquella curva con un poco de recelo, pero bueno, al final son cosas que pasan en el ciclismo.
Tu mejor y peor momento como ciclista.
RV: Como buen momento , a pesar de haber conseguido algunas victorias como en el Tour de Omán, me quedaría con el momento que terminé mi primer Tour de Francia. Recuerdo la primera vuelta que dimos a los Campos Elíseos, que casi se me saltaban las lágrimas de alegría de ver cumplido un sueño de niño. Como buen momento de mi carrera me quedaría con ese.
Y como mal momento, aunque he tenido unos cuantos, para mí fue muy duro en el Tour de Francia de 2020 durante la primera etapa volver a tener una fractura de cadera después de haberme recuperado de la de 2018, donde me veía otra vez con la oportunidad de disputar un Tour de Francia con un gran equipo con grandes ambiciones y pude disfrutar poco de aquel Tour donde en la primera etapa hubo una caída masiva y en el momento que me caí supe instantáneamente que me había roto otra vez la otra cadera.
Aquello fue una decepción enorme pues había estado trabajando muchísimo, había podido volver a conseguir el nivel para poder estar de nuevo en el Tour tras la primera fractura de cadera y bueno, fue un golpe durísimo. Me quedaría, sin duda, con ese.



Bahrain: un Giro para el recuerdo
Fichaste por Bahrain en última instancia junto a Landa y Bilbao. ¿Qué tal fue esa experiencia?
RV: Sí, mi último equipo fue Bahrain. Cuando me comentaron el proyecto que estaban formando con Bahrain McLaren, las perspectivas de crecimiento que tenía el equipo y, en general y deportivamente, lo que iba a crecer, pues no lo pensé mucho.
Aquello era una oportunidad para ver hasta dónde podía llegar y además allí me encontré también con Míkel con quien había compartido equipo en Movistar, amigo mío, y con Peio Bilbao, con quien también tenía muy buena relación y lo recuerdo muy positivamente. Mis dos últimos años los pasé muy a gusto, aparte de con los españoles, teníamos un gran grupo con otros ciclistas como Damiano Carusso, Sonny Colbrelli… en general todos, y con el staff también teníamos muy buen ambiente. La verdad que fue un gusto poder estar esos dos últimos años en Bahrain.
¿Por qué colgaste la bici en 2021 y no antes o después?
RV: Bueno yo creo que fue un cúmulo de circunstancias. Al final todas las lesiones que vas acumulando durante toda tu carrera te van mermando mentalmente y se van juntando. Después del 2020, con aquella caída en el Tour, con una recuperación dura, dolorosa y larga, con la incertidumbre de si podría o no volver al mismo nivel, fue un hecho que me caló. Sin embargo, me marqué el objetivo de poder estar de nuevo en el Giro de Italia en 2021 ayudando al equipo a conseguir grandes resultados.
Al terminar el Giro de Italia, terminé de nuevo con dos costillas fracturadas y una fisura en la vértebra por algunas caídas que había sufrido durante la competición, pero en ningún momento pensé en abandonar, porque mi objetivo era terminar y ayudar al máximo a Damiano Carusso a conseguir el segundo puesto en la clasificación general del Giro de Italia, y en el momento en el que terminé hubo un antes y un después. Mi cabeza cambió y no me sentía preparado para estar al máximo nivel, que se requiere para rendir como buen profesional.
Es verdad que tenía contrato con el equipo para 2022, pero no me veía para estar al 100% física y mentalmente, y decidí hablar con el equipo, ser honesto, decirles que no iba a poder rendir al máximo y no lo veía justo para el equipo que compitiera así.
Ellos la verdad que me apoyaron desde el primer momento y me dieron la oportunidad de parar unos meses con la intención de retomar la competición después pero era una decisión que ya había tomado y la verdad que no me arrepiento. Paré en el momento que lo creía, que no me veía bien y estoy orgulloso de haberlo hecho en el momento justo.

El salto de ciclista profesional a la dirección
En 2022 has pasado al mundo de la dirección deportiva. ¿Por qué?
RV: Sí, en 2022 la verdad que gracias a Julio Andrés Izquierdo, quien me dio la oportunidad de empezar como director deportivo con su equipo el Burgos BH, pude empezar esta nueva aventura. Él mismo fue quien ya me dio la oportunidad anteriormente de ser ciclista profesional y he mantenido siempre muy buena relación con él desde que salí del equipo. Al enterarse de mis intenciones de volver al ciclismo en un rol de director deportivo, no lo dudó y me dio la oportunidad de poder estar en la Vuelta a Portugal y en la Vuelta a España .
Ha sido una experiencia de la que he aprendido muchísimo. El por qué de esta decisión es, sin duda, porque me gusta el ciclismo, he pasado toda mi vida en él y creo que puedo aportar algunas cosas de mi experiencia personal como ciclista. He vivido buenos momentos, malos, y distintas épocas del ciclismo, pues este deporte va cambiando rápido, y lo que me gustaría sería poder transmitir todo lo que he ido adquiriendo en estos años con el paso por distintos equipos y distintas formas de trabajar. Es algo que ahora me ilusiona , me motiva y estoy deseando empezar la nueva temporada.
En la temporada 2022 se te vio en la última parte de la temporada en la dirección deportiva del Burgos BH. ¿Cómo surgió esta oportunidad?
RV: La oportunidad surgió por Julio Andrés Izquierdo. Julio y yo siempre hemos tenido muy buena relación y cuando supo que quería ser director, que tenía la licencia, enseguida me dio la oportunidad de empezar con ellos y hacer las primeras carreras con su equipo.He sentido mucha confianza por su parte, cosa que le agradezco y le estaré agradecido siempre, porque así como me dio la oportunidad en mis primeros inicios como profesional, también me ha dado la oportunidad de empezar como director deportivo.
¿Cuáles crees que serán tus líneas maestras a la hora de dirigir?
RV: Me tomo este año como un año de aprendizaje, de saber cómo trabajan en este gran equipo que es el Bike Exchange (Jayco- Alula). Al final cada equipo tiene sus métodos y su forma de trabajo y sobre todo quiero aprender de mis compañeros, de Matthew White que tiene una gran experiencia, aparte de como ciclista profesional, también como director deportivo y voy con la mentalidad de aprender al máximo.
También, como acabo de dejar el ciclismo profesional, sé un poco lo que es ser ciclista en estos tiempos. El ciclismo ha ido cambiando muy rápido, especialmente en estos últimos años, y eso creo que puede ser una ventaja a mi favor el conocer cómo se compite hoy en día.

Contrato por dos años con BikeExchange (Jayco Alula), ¿cómo llegaste a este equipo? ¿Cuáles serán los objetivos para el equipo a grandes rasgos en esta temporada 2023? ¿Y los objetivos a nivel personal para este primer año con el equipo australiano? ¿Qué esperas aportar?
RV: La oportunidad de llegar a Bike Exchange (Jayco Alula), fue a través de Matthew White, a quien conozco de hace un tiempo, y a Brent Copeland también,ya que coincidí con él en Lampre. Con Matthew tengo muy buena relación, supo que yo quería ser director deportivo y me dio la oportunidad de entrar al equipo.
Enseguida llegamos a un acuerdo con Brent, que me conoce de hace varios años, y la verdad que estoy muy agradecido por haber hecho posible que llegue a este equipo y empiece mi experiencia de director en unos de los equipos más grandes del mundo. Espero aprender mucho y aportar mis conocimientos. Estoy seguro de que serán dos años muy bonitos.
Por último, cuéntanos qué programa tienes de carreras para este año. ¿Te veremos en alguna de las Grandes: Giro, Tour, Vuelta?
RV: En principio de temporada hice la Clásica de Valencia, la Vuelta a la Comunidad Valenciana y la Vuelta a Andalucía. De las Grandes Vueltas, probablemente estaré en la Vuelta a España.
Desde High Cycling queremos agradecer la amabilidad e interés mostrado por Rafa Valls en esta entrevista y desearle muchísima suerte y éxitos en su nueva etapa como director deportivo. Estamos convencidos de que en este nuevo capítulo de su vida cosechará numerosos triunfos y buenos momentos.
Escrito por Laura M. Taberner
Fotos: cedidas por Rafa Valls – Bettini / RTVE / Movistar