Entrevistas

Entrevista a Vladimir López: “Tengo muchos recuerdos de lugares espectaculares que uno sólo puede llegar a conocer en una bicicleta.”

Vladimir Yesid López Gil es el nombre completo del trotamundos protagonista de esta entrevista. Desde 2021, corre para el equipo Sidi Ali-Unlock, UCI continental de Marruecos. Vladimir López nació a bastantes kilómetros de Casablanca: en Bogotá (Colombia) el 8 de agosto de 1988. Camino de los 35 años, puede decir con orgullo que ha competido en más de una treintena de países diferentes de varios continentes. Contactamos con él gracias a las redes sociales, que nos ofrecen una oportunidad de conocer de primera mano historias menos conocidas del ciclismo internacional. El palmarés de Vladimir (9º en la general del Tour de Tailandia 2017, top10 en una etapa de la Vuelta a Colombia 2015 y top20 en pruebas de medio mundo) no mide en ningún caso de manera objetiva ni justa la historia detrás de un gran ciclista.

High Cycling (HC): Pocos ciclistas cuentan con una trayectoria tan internacional como la tuya, Vladimir. Háblanos de ello. ¿Cómo te decidiste a fichar por equipos de Asia o África?

Vladimir: Me decidí porque fue donde me abrieron las puertas cuando subí de categoría a sub-23. Además, siempre tuve claro que el ciclismo estaba fuera para mí y yo quería correr fuera de Colombia. Mi sueño era llegar a Europa, pero era complicado llegar allí directamente porque en ese momento no había tantos colombianos corriendo en Europa. Para mí ir a Asia o luego a África era un paso más en mi sueño de llegar a correr en Europa. Era sin duda una oportunidad para seguir creciendo como ciclista. Asia y África te ofrecen un ciclismo que hay que conocer desde dentro para valorar todo lo bueno que tiene.

¿Cuál es tu perfil como ciclista, Vladimir?

Siempre combativo, siempre probando en fugas, siempre tratando de dar lo mejor de mí. Es lo que más me caracteriza.

Tu primera experiencia en un UCI continental asiático fue en el Polygon Sweet Nice Team de Indonesia en 2008, uno de los equipos más fuertes del pelotón asiático. ¿Cómo fue ese año allí?

Sí, fue mi primera oportunidad para correr en Indonesia, con un buen calendario asiático. Me sorprendió que la organización de las carreras en Asia era muy buena y toda la logística, los equipos y las premiaciones también estaban muy bien. Yo era un corredor muy joven, con 19 años, muy inexperto en muchas cosas. Imagínate irte a vivir solo a un país musulmán al otro lado del mundo en un momento en el que no había las posibilidades de comunicación y redes sociales que existen ahora. Fue una prueba dura para la resistencia mental. Descubrí que me encanta conocer nuevas culturas, como la asiática. Hice algunas carreras muy buenas, como el Tour de Taiwán, que era muy plana. Fui top20 en el Tour de East Java. Corrí el Tour de Langkawi ese año y no perdí apenas tiempo en la etapa reina. Yo diría que fue un buen año, con mucho aprendizaje. Me ayudó a forjar mi carácter y a hacerme como ciclista. Fue una experiencia muy enriquecedora.

Después del primer contacto con Asia, volviste a América varios años (2009-2012).

Así es. Volví a Colombia y también corrí para equipos locales en otros países como Argentina, Ecuador, República Dominicana, México, Estados Unidos, Venezuela… También volví puntualmente a Asia, para correr en Vietnam. Y en Francia estuve corriendo en circuitos locales, con un club amateur. Muchas experiencias.

Todo el tiempo con la maleta de aquí para allá, por lo que cuentas. Y llega el Team UKYO en Japón en la temporada 2013. ¿El calendario japonés es tan interesante y competitivo como vemos desde otros países? Todo parece muy profesionalizado allí.

La oportunidad de Japón fue única, fue especial que me tendieran la mano y confiaran en mí como ciclista. Pasé todo el año allí, en Japón, con el UKYO. Para mí eso condicionó mi rendimiento, porque no es fácil estar tanto tiempo seguido lejos de casa y en condiciones tan distintas a las de Colombia en todos los sentidos. El clima, la comida… También el calendario. Las pruebas en Japón, la Copa de Japón, son cada 8 o 10 días como mucho, son carreras de un día, muy explosivas, con pocos kilómetros, que se adaptan al ciclista de allí, pero para mí era un ciclismo totalmente desconocido. Yo estaba acostumbrado a pruebas largas, por etapas… Para mí fue un año de resistencia y de apoyar mucho a mis compañeros de equipo. Los equipos japoneses sorprenden porque tienen mucho dinero y medios para ser solo continentales, hay grandes patrocinadores detrás. Desde que yo estuve, han llegado a Japón más extranjeros a los equipos de allá y los equipos también empezaron a competir fuera del país, se abrieron más que cuando yo tuve mi experiencia. Ahora hay muchos equipos muy fuertes en Japón.

En 2014, diste un cambio de aires y corriste unos meses con el Tusnad Cycling Team de Rumanía.

En 2014 iba a correr de nuevo en Japón, con un equipo que era una mezcla de ciclistas franceses y japoneses (Neilpryde-Men’s Club Pro Cycling), con calendario en los dos países. Sin embargo, de repente murió un familiar muy cercano en Colombia y cambié todos mis planes. Cancelé mi viaje a Japón. Dudé si seguir en el ciclismo, dudé si abandonar porque fue un momento muy duro. Por suerte, el equipo Tusnad me fichó a partir de junio como refuerzo para la montaña para carreras importantes: Sibiu, Szeklerland, Rumanía, Bulgaria… Eso me motivó para volver al ciclismo y salir adelante. Quizá porque venía descansado al no haber corrido al principio de temporada, tuve tres-cuatro meses muy buenos, se me vio mucho en las etapas de montaña, atacando por ejemplo en Sibiu y llegando en el top20. Para mí fue estupendo conocer el ciclismo europeo, aunque fuese en una pequeña parte. Renové con Tusnad para 2015, pero cuando ya tenía la bici y la equipación, cancelaron mi contrato porque tuvieron problemas financieros y prescindieron de los ciclistas extranjeros.

Entre 2015 y 2018, estuviste varios años en equipos de China UCI continentales. ¿Qué tal fueron esos años?

La oportunidad de conocer el calendario chino también fue para mí algo nuevo. En junio de 2015 me llamó el equipo Gansu Bank. Corrí en pruebas importantes como el Tour of Qinghai Lake, donde se me vio mucho en fugas. Las pruebas en China estaban muy bien organizadas. Decidí quedarme allí un tiempo porque me ofrecían buenas oportunidades, contaban conmigo para mejorar los resultados. En 2016 fiché por el Ningxia, un equipo aún más potente y con calendario internacional en otras partes de Asia. Estuve tres años en Ningxia y viví cerca de Pekín. Fue una gran experiencia, no solo por el ciclismo. China es un país increíblemente diverso, lleno de oportunidades. Lamentablemente, la pandemia dificultó muchísimo que pudiera volver allí.

Desde finales de 2018, probaste en un ciclismo tan desconocido fuera de allí como el de Vietnam.

Sí. Me habían hablado mucho sobre Vietnam, sobre su dureza y quise probarlo. Estuve en 2018 y 2019 allí, con un equipo de cerca de la capital. Vietnam es otro capítulo aparte y merece mucho la pena como ciclista. Compaginé ese 2019 las pruebas en Vietnam con otras con equipos locales en Colombia y Argentina. Me quedo con la experiencia en Vuelta a Colombia, Clásico RCN…

Diste un giro más en 2021: Marruecos. ¿Cómo surgió la oportunidad de correr en un equipo UCI continental de Marruecos desde 2021? ¿Cómo está yendo todo?

Se vino la pandemia y fue un momento de pensar si seguir o parar. Por suerte, llegó la oportunidad del equipo Sidi Ali-Unlock de Marruecos, que era un equipo UCI continental bastante nuevo que buscaba ciclistas con experiencia internacional como yo, para ayudar a los ciclistas locales, y que, además, pudiéramos tener contactos para lograr invitaciones que enriqueciesen su calendario. Desde que estoy aquí, es lo que intento hacer, ayudarles a probar en el calendario asiático y también de otros lugares, para lograr mejores marcas y patrocinadores. Estoy muy contento en el Sidi Ali-Unlock. Es como una familia a la que quiero ayudar a crecer y llegar más alto.

¿Dónde vives y entrenas habitualmente? Durante la temporada, ¿pasas algún tiempo en Colombia?

Normalmente vivo en Bogotá y entreno con ciclistas de la zona, como Esteban Chaves, Egan Bernal, Nairo Quintana, Miguel Ángel López, Iván Ramiro Sosa… Es una suerte entrenar parte del año con muchos ciclistas que están al máximo nivel en Europa. Bogotá es un lugar perfecto para entrenar por la altura y por las montañas.

De todos estos años, dinos una experiencia como ciclista que siempre recuerdas, por lo especial que fuera para ti.

Para mí fue muy especial conocer la Muralla China entrenando. Tengo algunas fotos en la muralla con el uniforme de ciclismo que me hacen mucha ilusión. Tengo muchos recuerdos de lugares espectaculares que uno puede llegar a conocer en una bicicleta. Además, son múltiples las experiencias que pueden vivirse en cada carrera. Siento gratitud por todos los lugares que he podido conocer.

Y a nivel vital, ¿qué te aporta conocer tantos países y culturas?

Creo que llevo alrededor de 35 países, más o menos. Conocer tantos países y culturas es algo enriquecedor, algo que te abre la mente y te ayuda a crecer en todas las áreas de tu vida. Te hace mejor persona, mejor hijo, mejor hermano… Es muy educativo abrirse a otras culturas. Además, hacerlo encima de una bicicleta, que es lo que más me gusta, es definitivamente una bendición. Me ayuda a sentirme preparado para lo que venga después del ciclismo. Me siento fuerte y con ganas para afrontar la vida. Es algo que agradezco mucho.

¿Qué retos te planteas para este 2023 con Sidi Ali-Unlock? ¿Dónde podremos verte?

Me gustaría hacer un muy buen Tour de Marruecos porque es la carrera local del equipo y donde las marcas quieren que se fijen en nosotros. Me encantaría tener un pico de forma para esa carrera. También estamos intentando correr alguna prueba en China y para mí sería importante estar bien ahí, porque son carreras que conozco a la perfección. Este año esperamos correr mucho más e ir a lugares como Irán o Malasia.

Si tuvieras la posibilidad de elegir y hacer un equipo que incluya ciclistas con los que has compartido equipo estos últimos años, ¿quiénes serían fijos para ti en ese equipo?

Serían muchos, la verdad, aunque muchos ya están retirados y se dedican a otras labores. Les llamaría para el equipo técnico más bien. Uno de mis sueños a medio y largo plazo, sería poder ayudar a los jóvenes, formar mi propio equipo y darles las oportunidades que yo no tuve, la guía en el proceso y los medios para que tengan lo necesario.

Escrito por: A. M. Fuente (aka Viktor Frankenaerts: @cyclinggeo)

Fotos: Vladimir López

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