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Eolo-Kometa, Contador y Giro de Italia, una relación perfecta

Davide Bais, del Eolo Kometa, gana la séptima etapa del Giro de Italia 2023. 211 kilómetros en fuga de tres ciclistas poco conocidos que finaliza con el italiano del equipo también italiano pasando primero por la línea de meta. Muy meritoria la victoria, más aún cuando de la fuga de tres no era ni mucho menos el favorito. Lo más esperado no era el aplauso generalizado a uno de los conjuntos más modestos del pelotón del Giro de Italia en una jornada donde no hubo más noticia que contar que el frío y los bellos paisajes mostrados al mundo por la RAI.

Lo más esperado era la reacción de Alberto Contador. Como sucediera con el triunfo de Lorenzo Fortunato en el Monte Zoncolan, la sobreactuación de un éxito magnífico le resta foco al protagonista, que debiera ser únicamente Bais. Hay que saber dar el paso al lado, que para hablar del equipo de forma insistente ya está su compañero de locución. Dos victorias en tres años, Eolo ha metido la cabeza como patrocinador de RCS en esta y otras carreras y sabe que ello es garantía de estar presente en la corsa rosa. Más la presencia que dan las victorias, más la dimensión que da Contador y todo lo que mueve a su alrededor.

Publicidad asegurada y en gran parte merecida debido a un equipo que ha sabido hacer las cosas muy bien. En primer lugar, por saber motivar y mantener el talento que han ido adquiriendo. Albanese, Fortunato, ahora Bais… son ciclistas que obteniendo triunfos o estando cerca de ellos suman muchos puntos en su caché y prestigio. Y, sin embargo, deciden darle la oportunidad a un proyecto que aún es joven y que seguramente (y ojalá que sea así) tiene más años por andar que recorridos. Esa gestión les va a hacer ser un gran equipo en el futuro. Escalón a escalón, la escalera se sube mejor.

El mundo World Tour ofrece también sus desventajas, así que con un calendario a su medida, sin apretar más de lo que se pueda abarcar, todo debería ir por el carril adecuado. Las estrellas, caso de surgir, deben hacerlo dentro del equipo o de la fructífera cantera del equipo. Una personalidad muy constante en ser protagonistas a su nivel. Al final, lo más realista y lo que día tras día te va a convenir es ajustarte a tu papel. Aspirar a cantos de sirena que se alejan del epicentro del sentido común hubiese generado mala prensa. Generar unas expectativas alrededor de algún ciclista importante hubiese desencadenado en frustración.

Sin ellas, incluso Bais repitió en la fuga del día de la octava etapa. El trabajo hecho en el primer tercio de Giro y ¡zas! Dos semanas para disfrutar, para correr sin presión e, incluso, quién sabe si permitiendo salir revalorizado a alguno más de sus ciclistas. La lógica predice que el buen momento de Fortunato no será únicamente para constar, sino que buscará sus opciones en su terreno, la alta montaña. Ahí hay objetivos muy concretos como la maglia azzurra (montaña) que son perfectamente asumibles.

El maillot azul cielo que compite con el del Astana, al que también se está observando en esa segunda línea de vanguardia. Un buen nivel, de nuevo una forma de trabajar de menos a más, de los que no se espera nada en absoluto y que a poco que den dos pinceladas de buenas cosas se valorarán y tomarán como más positivas de lo que son. Esa táctica Eolo funciona, más aún viendo la trayectoria que está siguiendo la escuadra en los últimos años, como decíamos. ¿Algún día en el World Tour? Para qué, si así les va muy bien.

Escrito por Lucrecio Sánchez

Fotos: RCS / LaPresse

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