Como cada otoño, la temporada agoniza. Incluso ésta donde los efectos del Covid-19 todavía coletean. Es tiempo de fichajes, de rumores en las grandes vueltas. ¿Se subirá este puerto? ¿Participará este ciclista por fin en esta otra carrera? Entre todo ese vaivén de noticias que mezclan deseos, realidades e indicios, hay un rumor recurrente que alguna vez, por fuerza, se tiene que hacer de carne y hueso: el regreso del mítico Colle della Fauniera al Giro de Italia.
No será porque en Italia haya necesidad de recurrir a una carretera estrecha, de incierta aptitud para el tránsito de una gran vuelta en la que el mundillo ciclista en su totalidad pone el ojo. Mortirolo, Fedaia (maldito en la última década), Finestre, Stelvio, Gavia (también maldito en los últimos tiempos) y un sinfín de actores secundarios con aspiraciones de llegar a ser estrella en cualquier momento. Pero muchos no tienen la mística de la Fauniera. Ese puerto que, entre la más tupida niebla, decidió quién era y quién no aspirante a ganar el Giro del ya lejano año 1999. Savoldelli nació aquel día como ‘Il Falco’ tras una exhibición de cualidades en las bajadas que le permitirían a la postre ser podio en Milán.
La subida fue un auténtico rosario. El mítico Chava Jiménez arrancó de forma suicida a mitad de puerto. Pantani salió en su busca, al igual que un Gotti que midió mal las distancias y los ritmos y no pudo seguir la iniciativa de Marco. Después el español cedió, Jalabert se hundía por detrás. Pantani llegaba a la cima en solitario con media etapa por delante, lo que unido a un descenso espeluznante y sin visibilidad provocó su espera. Sólo Clavero y Gotti pudieron acompañarle hasta la meta, con incidente entre italianos incluido subiendo la Madonna di Coletto.
Para más inri, se programó esta subida dos años más tarde. Pero las redadas que tuvieron lugar en San Remo impidieron ver la etapa reina. De nuevo dos años más tarde se programó este puerto, si bien no se ascendía hasta la propia cima. Esta vez sería Simoni quien dominaría la carrera de cabo a rabo. Y desde esa tarde de mayo de 2003 no ha habido más Fauniera. Ni parcial ni completa. Lo que sí ha existido es la creación de una marcha cicloturista y la rumorología que acompaña los otoños de deseos, realidades e indicios.
¿Será esta vez la definitiva? Parece que los rumores son firmes, al menos en cuanto a los comentarios en foros especializados italianos, que son quienes están más al día y suelen acertar los rutómetros definitivos. De incluirse, sería una fecha señalada para todos los aficionados al ciclismo de alta montaña. Como lo fue la etapa que lamentablemente fue modificada en la edición de 2021 y que incluía el anhelado Passo Fedaia. Esperemos que el desenlace poco tenga que ver.
Escrito por: Lucrecio Sánchez (@Lucre_Sanchez)
Fotos: Sirotti