Ciclistas Opinión

¿Es Movistar buen fichaje para Aranburu?

La expansión de objetivos del conjunto World Tour provoca que corredor español que despunta en terrenos que potencialmente les puedan interesar, corredor que intentan fichar. Pasó con Iván García Cortina, asturiano que entró a formar parte de sus filas en 2021 y que aún está en proceso de adaptación. La crítica ha sido feroz por unas expectativas puestas en su fichaje que no han sido cumplidas. De hecho, cuando todos mirábamos al de Movistar, aparecía el de Astana para cumplir un papel más que digno que quizá correspondía al ciclista cuyo fichaje supuso un mayor impacto mediático. Con el paso de los meses, comienza a sonar el río de un supuesto interés del equipo español por adquirir a la joya guipuzcoana de cara a próximas temporadas. Ahí surge el debate: ¿es Aramburu corredor para Movistar? Entiéndase el reconocimiento absoluto a un equipo que tiene tanto talento, trayectoria y éxitos en el ciclismo profesional. Pero si las clásicas son el terreno a abonar, la duda es si firmar por una plantilla mayormente orientada a las vueltas por etapas es la mejor idea. 

En Astana tiene completa libertad sin un líder claro para el que trabajar. La colonia vasca instalada en el conjunto kazajo, liderada por los Izagirre y Omar Fraile, ha hecho la adaptación muy cómoda. Si le añadimos el hecho de que ha caído de pie en la crítica de la prensa especializada y en el sentir de los aficionados, no debería haber motivos para el cambio más allá de una mejora en sus condiciones contractuales, lo cual sería una razón de peso. Astana debería estar al quite y no perder a una de sus joyas más valoradas y con mayor proyección. 

Alexander, ya próximo a iniciar la etapa de madurez deportiva, debe pensar qué le conviene para dar ese último salto como ciclista en una progresión lenta, pero segura, en la que ha pasado de cazar puestos de honor en carreras continentales a ser protagonista codo con codo con los genios de los mismísimos Monumentos en apenas un par de años. Lo que sea positivo para su evolución como corredor no tiene por qué ser lo que más le convenga en lo económico. Ahí debe sopesar lo que quiere ser de mayor, hacia dónde se quiere dirigir. 

En la actualidad cuenta con buen caché no sólo por la primavera de clásicas que se gastó, muy brillante para un ciclista del que no se esperaba nada más allá de buenas actuaciones. Victorias como la de Itzulia catapultan las ‘novias’ que le puedan surgir y proyectan aún más su imagen como un potencial ganador de etapas a su vez. Se filtra muy bien en las escapadas y tiene muy buena punta de velocidad, lo cual es garantía de estar rondando los primeros puestos con cierta facilidad. El plan es descubrir el Tour esta temporada, aunque quién sabe si es su catapulta definitiva para lanzarse al estrellato. Si de algo no hay duda es de que estará peleando fugas triunfadoras, que para eso hay que tener un olfato especial. Y Aranburu lo tiene. 

Equipos como Deceuninck pueden ser más provechosos en su desarrollo para ser punta de lanza en las clásicas. Sin embargo, la estructura de Patrick Lefevre tiene el hándicap de contar con demasiados rivales para liderar. Como gregario de esos fuera de serie sería un domestique de auténtico lujo, un extremo asistente, si fijáramos el término futbolístico, para que un delantero centro marque los goles decisivos. Incluso en la contrarreloj se defiende bastante bien y aporta interesantes posiciones en las vueltas de una semana. Si sigue esta línea pronto se hablará más aún de él como el relevo de Freire, Flecha y demás, cargándole de una responsabilidad que deberá saber llevar. Lo normal es que la comparta con el también norteño García Cortina, aunque éste parece haber frenado un tanto su proyección. 

Escrito por: Lucrecio Sánchez  (@Lucre_Sanchez)
Fotos: Sirotti

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