Ya se sabe que nuestro código genético no cambia (hasta ahora era así), está ahí, y junto con lo aprendido en nuestras experiencias de vida, condiciona nuestras reacciones a situaciones nuevas o conocidas.
Lo mismo sucede con las organizaciones, si no hay incorporaciones o cambios en los equipos directivos, el ADN de las mismas es inmutable y condiciona su comportamiento y, por ende, el de sus componentes.
Todos conocemos el comportamiento de Movistar y sus apuestas históricas por líderes únicos que evitaban el desarrollo de los demás componentes del equipo y creaban una dependencia enfermiza del líder designado.
El ciclismo masculino se ha convertido en ciclismo control, muy diferente al que observábamos, por ejemplo, en los años 80 o en el campo aficionado, donde el control es más inhabitual y las acciones espontáneas individuales más frecuentes. Lo mismo sucedía hasta hace bien poco en el ciclismo femenino. Los controles de equipo eran más escasos y la guerra empezaba desde la salida. Pero el auge y el éxito del ciclismo femenino y la entrada de equipos auspiciados por estructuras deportivas provenientes del ciclismo masculino han hecho que el primero tenga una evolución similar hacia las estrategias que se desarrollan en el segundo.
No vamos a explicar nada nuevo sobre el carácter del Team Movistar, de sobras lo conocemos todos, y el aficionado nacional pronto sacó el mote de “amarrategi” que todos entendemos.

Movistar decidió, en un momento dado, dar un salto cuántico en su equipo femenino y en 2021 fichó a Annemiek van Vleuten, la cual empezaba a dominar el ciclismo femenino, superada, especialmente, por su compatriota Anna van der Breggen, actual directora de SD Worx.
Al igual que sucedió con Alejandro Valverde en el equipo masculino, el equipo se ha ido montando por y entorno a Van Vleuten. Vimos destellos de innovación y de intenciones de no poner todos los huevos en la misma cesta, con fichajes como el de Emma Norsgaard o más recientemente Liane Lippert o Floortje Mackaij entre otras, donde podríamos mencionar también a Sierra, Aalerud o Aude Biannic; pero como hemos mencionado el ADN suele ser inmutable y Movistar es Movistar (bueno, mejor dicho, Abarca es Abarca) y el estilo y forma masculino se ha fagocitado.
La temporada 2021 de Annemiek fue excepcional, pero el calificativo ya alcanza el grado superlativo si nos fijamos en los resultados del 2022. Analicémoslo con detalle.
En el 2021, de 21 victorias totales de Movistar, 11 fueron de Van Vleuten, pero obtuvieron victorias también Emma Norsgaard (6), Leah Thomas (2) y Katrine Aalerud y Jelena Eric (1).
En la temporada 2022 de 24 victorias totales 12 correspondieron a Annemiek, cuatro corresponden a Arlenis Sierra, tres a Emma Norsgaard, dos a Jelena Eric, una a Sarah Gigante y dos a Sheyla Gutiérrez, que se reencontró con la victoria después de sus problemas.
Vistos los resultados del 2021, Movistar confirma la articulación del equipo entorno al valor seguro Van Vleuten (¿les suena del equipo masculino?). En 2022 la calidad de los resultados se incrementa aún más, ¡si ello era posible! y remata en Setmana Valenciana, Omloop, Lieja y lo nunca conseguido por ninguna persona, Giro, Tour, Vuelta y Campeonato del Mundo.

El equipo se sacrifica para obtener estos resultados y vemos que en las grandes citas todo y todas se sacrifica por Annemiek, Emma reduce victorias, y grandes potenciales como Aude Biannic (alias Erviti) son escuderos supeditados a la líder. La confirmación de este hecho la podemos ver en directo en la última edición de El Dia Menos Pensado, donde vemos que cuando el líder “la caga” (literalmente) todas las compañeras se sacrifican.
Como sucedía en el caso de Valverde, cuando este estaba bien y se lograba la victoria, esos sacrificios valían la pena para la globalidad del equipo, aunque no para el desarrollo individual, pero cuando no está bien, esos sacrificios no tienen sentido y podría haberse aprovechado la oportunidad de un compañero.
Eso es lo que está sucediendo este año, solo Floorte Mackaij ha logrado la victoria esta temporada, tendremos que esperar pacientemente a que Annemiek recupere su golpe de pedal, pero también esperamos que, con la experiencia de la pasada temporada en el equipo masculino, se promueva el desarrollo del resto de integrantes de Movistar Team femenino y que los huevos se diversifiquen y no se rompan todos si la única cesta falla.
Escrito por Xavier Palacios
Foto de portada: Sprint Cycling Agency / Movistar Team