¿Qué tienen en común ciclistas como Egan Bernal, Bauke Mollema, Thibaut Pinot, Julian Alaphillippe o João Almeida? Todos ellos – y otros muchos como Sam Bennett, Caleb Ewan, Jasper Stuyven, Sergio Higuita o Ethan Hayter – lograron su primera victoria profesional en alguna vuelta por etapas de la categoría UCI 2.2.
Las categorías UCI 2.2. (para vueltas por etapas) y 1.2. (para pruebas de un día) del ciclismo masculino fueron establecidas como cuarto nivel de competición en 2005 por la Unión Ciclista Internacional. Por delante estarían las pruebas UWT, las .Pro y las “.1.” o Class 1. Con esta categoría “Class 2” o “.2”, se intentaron regular una gran variedad de pruebas, muchas sin carácter profesional. Según estas normas UCI para las pruebas continentales de “Class 2”, el número máximo de ciclistas participantes es de 176 y en principio las etapas no pueden ser de más de 180 kilómetros. En cuanto a los equipos participantes, las pruebas 1.2. y 2.2. son las que tienen más flexibilidad, ya que pueden participar UCI ProTeams del país organizador, UCI continental teams, UCI cyclo-cross professional teams, selecciones nacionales, selecciones regionales y clubs amateurs. Por tanto, en las pruebas 1.2. y 2.2. tienen la puerta abierta equipos de cualquier nivel, excepto los WT y los ProTeams que sean de otro país. Generalmente, son los equipos UCI continentales y los clubs amateurs quienes consiguen la mayoría de invitaciones a estas pruebas. Y, por supuesto, también las victorias. Dado que no todos los ciclistas que compiten en ellas tienen contrato profesional, en ocasiones, estas victorias no son consideradas por muchas páginas de estadísticas como victorias profesionales, sino de carácter amateur.
Las pruebas de “Class 2” (1.2. y 2.2.), junto a algunas de “Class 1” (1.1. y 2.1.), permiten a muchos ciclistas saltar de manera más segura y lógica del calendario Élite-Sub-23 de pruebas nacionales no profesionales al ciclismo profesional. No todo el mundo puede ser como Remco Evenepoel o Wout van Aert, quienes pasaron directamente de ganar en categoría Junior o en Ciclocross, respectivamente, a ganar una etapa del Baloise Belgium Tour (2.Pro), la primera victoria profesional que obtuvieron ambos. Incluso Mathieu van der Poel logró su primera victoria profesional en carretera en la modesta Ronde van Limburg 1.1. y las tres siguientes en dos pruebas 2.2. aún más modestas, el Tour d’Alsace y el Baltic Chain Tour.
Siempre han existido las pruebas con un carácter más nacional y/o semiprofesional. Hasta 1995 existió un mundial en ruta amateur y solo los ciclistas sin contrato profesional participaban en Juegos Olímpicos. Hasta los años ochenta muchos ciclistas podían obtener más rendimiento económico a través del calendario amateur en países como Francia. También coexistían algunas pruebas amateur con una participación internacional en las que se planteaba una seria competitividad entre países, como ocurrió, durante varias décadas, en vueltas por etapas como la Carrera de la Paz (Wyścig Pokoju – Internationale Friedensfahrt – Závod míru) en los países del este, el Tour del Porvenir (Tour de l’Avenir) en Francia cuando no era una prueba solo sub23 o la Milk Race en Reino Unido. Había una brecha entre el ciclismo profesional y ese ciclismo amateur por razones principalmente políticas y geográficas, con pocas oportunidades para poder ver, por ejemplo, a los grandes campeones amateur de la Unión Soviética, Alemania del Este o Colombia frente a los ganadores de las Grandes Vueltas (Tour de Francia, Giro y Vuelta a España) y los Monumentos. Poco a poco se rompió ese muro de separación y ya desde los años 90 del siglo XX y, sobre todo, con la creación de los circuitos continentales en el siglo XXI, las pruebas 2.2. se han convertido quizá en ese eslabón perdido entre el ciclismo aficionado y la máxima categoría profesional. Es difícil asegurarlo, pero con el ciclismo global actual, corredores como el escarabajo Martín “Cochise” Rodríguez o el campeón olímpico soviético Sergei Sukhoruchenkov sí hubiesen dado el salto del campo amateur al profesional, con posibilidades de ganar en las Grandes Vueltas y Monumentos, y muy probablemente lo habrían hecho después de destacar en pruebas de la categoría 1.2.-2.2.
Hay países, entre ellos España, que han preferido despreciar la categoría UCI 2.2. y priorizar un calendario de pruebas nacionales amateur Élite y Sub23. En 2022, como en años anteriores, en España no tendremos ninguna vuelta por etapas 2.2. y solo una prueba de un día 1.2., la Clàssica Comunitat Valenciana 1969 – Gran Premi València. De hecho, también son escasas las vueltas 2.1. en España, limitándose en 2022 a la Vuelta a Asturias, Vuelta a Castilla y León y O Gran Camiño, que retoma la desaparecida Volta a Galicia profesional. Un calendario de Class 1 y Class 2 tan escaso ofrece pocas alternativas a los equipos del tercer nivel, los equipos continentales UCI, por lo que no es de extrañar que en 2021 no hubiese ningún equipo de este nivel con licencia española y el único equipo con esta licencia en 2022, el Manuela Fundación, esté encontrando serias dificultades para recibir invitaciones a pruebas, un panorama similar al que se encuentran equipos con sede en España pero con bandera de conveniencia de otros países, como el Java Kiwi Atlántico venezolano, el Electro Hiper Europa colombiano o el Massi Vivo paraguayo. En España, de los 72 días de competiciones UCI del calendario en 2022, 35 corresponden a UWT, 17 a “.Pro”, 19 a Class 1 y solo 1 día a Class 2.
En el extremo opuesto tenemos a Turquía. En 2022, de los 43 días de competiciones UCI, 8 serán de la segunda categoría “.Pro”, 4 de Class 1 y 31 días de Class 2. Posiblemente, con las limitaciones por la pandemia en países que también contaban con muchas de estas pruebas en Asia, como China, Japón o Tailandia, Turquía sea uno de los países más atractivos para correr en un equipo continental UCI, como hará el trotamundos vallisoletano Eddy Nieto este año con el Spor Toto Cycling Team.
La opción tomada por España de dejar morir muchas pruebas que podrían seguir como 1.2. o 2.2. no va en la línea de lo que se hace en un país que nos puede servir de referencia, como Francia, que conserva 18 pruebas de Class 2 en 2022, pese a tener también un número alto de pruebas nacionales no UCI. Holanda, Italia y Bélgica sí priorizan otras categorías y solo tiene 9, 6 y 5 pruebas de Class 2, respectivamente, en sus calendarios de este año.
La consecuencia de la falta de pruebas de Class 1 y 2 en España es que muchos ciclistas que no logran dar el salto directamente desde sub23 a equipos WT o a ProTeams, como Juan Ayuso o Carlos Rodríguez, encuentren poco acomodo en España y se tengan que buscar la vida en equipos continentales de otros países si quieren seguir con su aventura profesional. Y sí, si nos comparamos con el ciclismo esloveno, aunque tal vez sea mejor no compararse teniendo en cuenta el poco optimista momento que vivimos, Tadej Pogačar (Ljubljana), Primož Roglič (Adria Mobil) o Matej Mohorič (Sava KK Kranj) sí tuvieron la posibilidad de foguearse en equipos continentales de su país y en pruebas 1.2. como el GP Kranj, GP Adria Mobil o el GP Croatia-Slovenia, además de en vueltas 2.2. de países cercanos.
El calendario UCI de Class 2 de ciclismo masculino 2022 incluye hasta 70 vueltas por etapas y 78 pruebas de un día. En total, hasta 49 países diferentes ofrecen pruebas 1.2. y/o 2.2. este año. Una oportunidad para conocer lugares diferentes de todos los continentes, con la única contrariedad de que muchas de estas pruebas no se retransmiten en directo, aunque podemos ver con frecuencia imágenes y resúmenes de suficiente calidad. Entre todas estas pruebas, os recomiendo algunas de mis vueltas favoritas de cada mes:
- Enero: New Zealand Cycle Classic y Vuelta al Táchira en Bicicleta (Venezuela).
- Febrero: Vuelta del Porvenir San Luis (Argentina).
- Marzo: Volta ao Alentejo (Portugal), Tour de Normandie (Francia) e International Tour of Rhodes (Grecia).
- Abril: Circuit des Ardennes, Le Tour de Bretagne Cycliste (Francia), Tour of the Gila (Estados Unidos).
- Mayo: Tour du Mali, Tour of Limpopo (Sudáfrica), Joe Martin Stage Race (Estados Unidos), Flèche du Sud (Luxemburgo), Tour de la Mirabelle (Francia), Tour de Kumano (Japón).
- Junio: Tour of Malopolska (Polonia), Vuelta a Colombia, Five Rings of Moscow, Tour de Beauce (Canadá), Tour de Serbia.
- Julio: Torres Vedras (Portugal), Tour d’Alsace (Francia).
- Agosto: Le Tour de Savoie Mont Blanc (Francia), Tour Cycliste International de Guadeloupe, Tour of Szekerland (Rumanía), Baltic Chain Tour (Estonia), Trans-Himalaya Cycling Race (China), Tour of Bulgaria.
- Septiembre: Giro della Regione Friuli Venezia Giulia (Italia), Tour de Singkarak (Indonesia), Tour de Hokkaido (Jaón), Tour of Xingtai (China).
- Octubre: Tour du Faso (Burkina Faso)*
- Noviembre: Vuelta Ciclista a Venezuela*
- Diciembre: Vuelta Ciclística al Ecuador*
(*Fechas por confirmar)
Habrá que tomar nota de los ganadores de etapa y de los ciclistas más destacados en estas pruebas, porque es muy probable que muchos de ellos hayan dado un primer paso para competir en otras pruebas del máximo nivel, como lograron muchos ciclistas en el pasado. Así que ahora toca disfrutar de un calendario tan completo como el 2.2., en el que tenemos ciclismo todos los meses y la oportunidad de viajar por todo el mundo siguiéndolo. Feliz año 2022. O, mejor dicho, feliz año 20-2.2.
Escrito por: A. M. Fuente (aka Viktor Frankenaerts: @cyclinggeo)
Foto: @ACampoPhoto
Oro molido,tu articulo
Artículo de lectura obligatoria para conocer y comprender la necesidad de las pruebas de categoría UCI 2.2 y 1.2. Como no podía ser de otra forma, en España escasean, y mucho. Luego nos preguntamos por qué no hay una buena hornada de jóvenes. Lo ideal sería un calendario nacional que saliese de la RFEC y garantizase un mínimo de pruebas implicando a las territoriales. Para eso hace falta pasta y se quiere tener el retorno de la inversión garantizado antes de tener un buen producto, la pescadilla que se muerde la cola.