Ciclistas

Francis Cabello, el genio del inicio de temporada

Los finales de los años 90 y los comienzos de los 2000 tuvieron un protagonista con mayúsculas en los comienzos de temporada. Se trataba de Francis Cabello, natural de La Zubia, que entre otros terrenos, destacaba como un notable escalador de media montaña. Perteneciente al atacante y ofensivo Kelme que tantos y tantos éxitos logró, se convirtió en un asiduo de las primeras carreras del año. Mientras el letargo invernal atenazaba a algunos, él había optimizado su forma para reinar esos primeros días de competición. Una táctica inteligente, ya que de otra manera quizá no hubiese tenido ocasión de haber podido amasar un interesante palmarés a lo largo de su carrera deportiva. 

Se produjo una paradoja ciertamente interesante. Ganador de carreras como la oficiosa clasificación de la Challenge de Mallorca, de pelear la Vuelta a Murcia y otras pruebas como la de su tierra, la Ruta del Sol, parecía que se iba a retirar sin ganarla. Año tras año se estrellaba contra los rivales o el infortunio, que en alguna ocasión le jugaría malas pasadas en forma de pinchazos. Uno de ellos tuvo lugar en 1999, cuando el granadino no pudo responder como se esperaba en la etapa reina, en la que su equipo, el Kelme, sentenció la carrera con dos de sus compañeros. Un año después, en el 2000, otro de la tierra, Miguel Ángel Peña, logró, no sin sufrimiento, alzar los brazos en su Granada natal. Cabello lo intentó con todo en la última jornada. 

Sería en 2005 cuando Francis pudo hacer realidad su sueño. Por fin. Y fue de la forma más inesperada, casi resignado a que nunca lo haría posible. Una escapada camino de Jaén le daría un liderato que resistiría en las jornadas restantes. Así cerraría el círculo de una carrera que tuvo mucha relevancia a raíz de su gran triunfo: una etapa en el Tour de Francia. 

Corría el año 1994, cuando Indurain se disponía a luchar por su cuarto entorchado en París. La atención mediática estaba con él, como no podía ser de otra forma. En la salida de Lille se presentó, en lo que sería su primera participación en el Tour. Tardaría nada más que cinco etapas en hacer realidad un sueño que en otras ocasiones se alarga más de lo necesario. Como ejemplo, su relación con la Vuelta Andalucía. 

Era la primera llegada de la ronda gala en suelo británico de aquella edición, con meta en la siempre jovial Brighton. Allí llegaría una escapada, de la que resultaría vencedor Cabello, apellido que desde entonces se quedó en la retina de los fans españoles que siempre le relacionarán con aquel día. Mucho mérito que sucediese en su debut en la mejor carrera del mundo. 

Después probaría suerte en cinco ocasiones más, sin contar con la misma fortuna. Un total de veinte grandes le vieron en la línea de partida, con solo dos que le vieron no alcanzar la meta, ambas además en el Tour. Tanto en Giro como en Vuelta no cuenta con abandono alguno, si bien sus clasificaciones finales tampoco son nada destacables. 

En el año 2006 se retiró, formando parte del equipo Andalucía-Paul Versan. Fueron un total de dieciséis años como profesional con victorias tan interesantes como las mencionadas u otras en el Trofeo Manuel Galera, su primera victoria, o alguna que otra etapa en vuelta de una semana como en Murcia o la Challenge de Mallorca, una de sus pruebas fetiche. 

Texto: Lucrecio Sánchez  (@Lucre_Sanchez)
Foto: Sirotti

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