Geraint Thomas, el flamante segundo clasificado del ya pasado Giro de Italia, se encuentra de vuelta a casa para descansar de tres semanas de muy alta intensidad. El ciclista de Ineos Grenadiers se quedó a escasos 14″ de conquistar la maglia rosa, pero el esloveno Primoz Roglic supo conjugar todas sus fortalezas para ese último día ser el más fuerte y llevarse una carrera donde el galés había sido notablemente más protagonista. Hizo una buena contrarreloj en Cesena y se ubicó a rebufo de Evenepoel en la clasificación general, siendo el heredero de la maglia rosa y la responsabilidad cuando el belga dejó la carrera.
Ello ha implicado que su equipo haya asumido el liderazgo en la carrera en las etapas importantes. Gente como Arensman y De Plus han tirado del paquete de los elegidos durante bastantes kilómetros de ascensión a los grandes pasos del Giro. Y el líder, Thomas, ha tenido una actuación brillante en los pocos envites que la montaña le ha reservado. Estuvo sobresaliente en el Monte Bondone y muy bien tanto en Tres Cimas de Lavaredo como en la cronoescalada final, pero… hubo un ciclista mejor por 14 segundos.
¿Y ahora qué? El Tour de Francia es un reto muy importante para su equipo y es tarea reservada a los colombianos, aunque su rendimiento como jefes de fila en esta ocasión ofrece dudas, y a Tom Pidcock, cuyos límites comprobaremos en este 2023. Por tanto, no habrá sitio en la ronda francesa para el segundo clasificado en el Giro de Italia. Sí que lo habrá en el equipo de la Vuelta a España, toda vez que el galés compartiría galones con Tao Geoghegan Hart, aunque dependerá de los plazos de su recuperación tras su desgraciado accidente en el Giro.

El campeón del Tour de Francia de 2018 ya conoce la ronda española. Participó en 2015, año en el que Chris Froome participó con la intención de conseguir un doblete inédito hasta la fecha en conjunto con el Tour, que ganó su entonces compañero de equipo en Sky. En la Vuelta las cosas no les fueron bien, ya que el segundo clasificado del año anterior tuvo que abandonar tras completar la durísima etapa de Andorra con una lesión en el pie, provocada por una caída al inicio de dicha jornada. El abandono de Chris perjudicó sus motivos para competir en la ronda, ya que lo hacía para asistir a ese intento por ganar por fin la Vuelta.
Sin embargo, finalizó la carrera y se filtró en alguna escapada. Pero será la primera vez que acuda a la convocatoria del mes de septiembre como ganador del Tour, lo cual le carga de mayor responsabilidad e intención. Si consiguiese un podio, difícil a tenor del recorrido que las tres semanas por lo montañoso del trazado y la escasa contrarreloj, completaría el hito en las tres grandes vueltas por etapas, por lo que puede ser un reto bonito para completar un palmarés que el galés no se puede decir no haya demostrado fuera de aquel Tour de Francia donde ganó, aunque fue 3º justo el curso pasado.
Ineos apostará fuerte por la Vuelta, como suele hacer. Aunque sea por estadística, buenos corredores se dejarán ver por la ronda hispana, en la que el equipo británico suele rayar a gran nivel. Hasta en cinco ocasiones han pisado el podio desde 2011, cuando lo hicieron por primera vez con Chris Froome y Bradley Wiggins. Thomas tomó el relevo de ambos en el Tour, donde la jerarquía de Ineos sobre todos los demás ha sido todavía más clara, ganando siete ediciones en el mismo lapso. El Giro en tres de las últimas seis ediciones. Más dos podios. Ineos, como se ve, es un devorador de grandes vueltas.
Escrito por Lucrecio Sánchez
Fotos: RCS / LaPresse