Ciclistas Clásicas Giro HC

Geraint Thomas, ¿la revancha del Giro y las clásicas en 2023?

El ciclista galés Geraint Thomas es a día de hoy uno de los mejores corredores del Tour de Francia en activo. Si dejamos de lado al ganador de dos ediciones, Tadej Pogačar y al cuádruple ganador y ex compañero del ciclista de Ineos Grenadiers, Chris Froome, no hay otro ciclistas que sostenga los datos de éxitos en la clasificación general de la ronda francea que posee Geraint. Es necesario decirlo porque en ocasiones parece que le despreciamos para el ejercicio de lucha por una plaza en el mejor podio al que un ciclista se puede subir, que es el de París, el sueño de todo ciclista profesional que se precie. Al menos uno de ellos. Sueños, quiero decir.

La dicción de lo que un líder debe significar la encarna él, el campeón del Tour de Francia en su edición de 2018. Un corredor humilde, que supo trabajar en su día para cosechar y recoger lo que después necesitó, con un dominio absoluto de un equipo, el Ineos, colgado del bolsillo de auténticos campeones del Tour como el colombiano Bernal o el británico Chris Froome trabajando para él.

Cuando fue necesario hizo lo mismo para el de Nairobi (Kenia, no Quintana) durante años. Qué menos que permitirle que aprovechase su oportunidad y arropar la victoria de Froome en el Giro de Italia de esa misma temporada. Un Giro de Italia que le ha sido esquivo hasta la fecha, sin tener opción a terminar edición alguna desde el lejanísimo año 2012. Dos ediciones en las que ha partido además con la vitola de gerifalte, perdiendo las condecoraciones por el camino por sendas caídas que terminaron con su participación en la Corsa Rosa.

04/06/2021 – Criterium du Dauphine 2021 – Etape 6 – Loriol-sur-Drome / Le Sappey-en-Chartreuse (167 km) – Geraint THOMAS (Ineos-Grenadiers)

Ahora, en una evolución humana madura y pausada, pasa a una nueva fase en la que se plantea nuevos retos, dejar el hueco para que los más jóvenes aparquen el coche… esas cosas. A sus ya 36 años (para 37 en mayo de 2023), tal vez sea el momento de regresar a sus pasiones en lugar de dar prioridad a sus obligaciones. El Tour de Francia parece haber cumplido un ciclo para él, más aún en un año donde su gran especialidad, la contrarreloj, ha desaparecido casi por completo.

El Giro de Italia que se presenta en 2023 no estará exento de grandes etapas de montaña, si bien la presión es mucho menor y los rivales nada tendrán que ver con los gigantes que pelean en los últimos meses de julio a espadazo limpio. La participación de Evenepoel podría venirle muy bien al de Cardiff, ya que ambos buscarán un escenario de carrera parecido y podrán poner objetivos en común para optar a disputarse el rosa entre los dos.

Aunque es demasiado cuento de la lechera. El Giro ha funcionado de una forma muy distinta para él, con la necesidad imperiosa de ir día a día y luchar uno a uno contra los elementos que se vayan presentando en su camino. Sólo hay un evento que podría hacerle cambiar de opinión y es el Campeonato del Mundo de Glasgow. Con el cambio de fechas al mes de agosto, correr el Tour es garantía de llegar con un golpe de pedal diferencial. Podría intentar una vía alternativa a través del Giro, desde luego. Y después aprovechar esa forma para volver a la Vuelta, en la que no participa desde 2015.

Geraint Thomas en el podio del Tour en 2022 © ASO / Pauline Ballet

Acudió entonces para echar un cable a Chris Froome en el enésimo intento por hacerse con la grande española. No es la carrera que mejor le viene por la cantidad de finales en altos explosivos, aunque lo mismo se pensaba de su antecesor Bradley Wiggins en 2011 y finalizó tercero (segundo con el descuento de Cobo). Tampoco es una altura de temporada que le haya venido bien históricamente. Por ello el adelanto del Mundial le puede resultar atractivo, celebrándose además tan cerca de su Gales natal.

El regreso de Geraint Thomas a las clásicas de primavera puede ser también un buen broche a su carrera profesional. Salvo la victoria en E3 (en 2015) y los podios en A Través de Flandes y Gante Wevelgem, poco balance ha obtenido de unas pruebas que siempre le han enamorado. Disputar las piedras y después el Tour ha sido incompatible en muchos casos, aunque esta vez sin presión alguna y con la mente puesta en el Giro de Italia, por qué no planteárselo.

En caso de caída o avería importante, mucho mejor perderse el mes de mayo que el de julio con toda una estructura dedicada esperando a su príncipe a caballo en la mejor carrera del mundo. Ahora que el Tour parece ya ocupar un lugar secundario en su mente, quizá sea el momento. Nada que perder, mucho que experimentar.

Escrito por Lucrecio Sánchez

Foto de portada: ASO / Fabian Boukla

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *