El Monte Bondone viene a decidir medio Giro. Cinco puertos sin solución de continuidad y muy duros. Por ello, la resistencia en esta larga etapa será clave. Una etapa de supervivencia pura que arranca con hora y media llana y empieza de verdad con el durísimo Santa Barbara, el puerto con diferencia más duro del día.
Desde que se arranca, no se para. Se baja levemente para subir al Bordala, bajada mucho más larga y viene el Mattasone, que aporte continuidad. El largo Passo Serrada antecede el final en el Bondone, que se asciende por su vertiente menos constante. No exenta de dureza, ojo, ya que contiene una parte final que va a pasar factura no sólo por los esfuerzos del día, sino de todo el Giro, que ya está a cinco días de finalizar.

