#GodSavetheGavia Opinión

#GodSavetheGavia: ¿Cuál es la segunda grande? ¿Giro o Vuelta?

– VUELTA A ESPAÑA –

El Giro tiene su historia y unas fechas donde hay más hambre de ciclismo por ser los primeros compases de la temporada. Italia es una joya, adornada además de rincón a rincón con color rosa. La pasión de los aficionados es innegable, el recuerdo de las grandes gestas y leyendas que ha creado es indudable. A quien no le guste el Giro, no le gusta el ciclismo, se puede decir así de claro. Pero una cosa es eso y otra afirmar que la carrera transalpina está atravesando un buen momento, que no lo está, o que su gran competidor, que no es otro que la Vuelta, está viviendo los mejores días de su historia hasta el momento. Desde que Javier Guillén se pusiera al frente en 2009, la carrera ha despertado de un letargo en el que ha estado inmersa más de setenta años. 

En este momento, el Tour continúa su deriva totalitaria. Los ciclistas, sus equipos y los patrocinadores lo tienen en el centro de su temporada y rara es la excepción que esquiva el mes de julio en Francia con la alineación de gala y todas las fuerzas reunidas para exprimirlas por las carreteras galas durante tres semanas. Giro y Vuelta se tienen que conformar con la lucha entre sí por esa segunda plaza. A nivel de participación es fácil pensar que la Vuelta está ganando la batalla. Todos los indicadores así lo afirman, pero además es algo que se ve a simple vista. El desgaste que supone una carrera como el Giro da pánico a aquellos que quieren ir al Tour a justificar un contrato. La Vuelta ofrece un riesgo mucho menor. En caso de pagar los esfuerzos del Tour en la Vuelta, ninguna marca se va a escandalizar. Por pagar los del Giro en el Tour, sí. Francia es donde todos quieren brillar con los mayores destellos que posean. 

A nivel espectáculo, la Vuelta ha ganado mucho terreno. Incluso en repercusión, quizá gracias a que los grandes nombres que suelen participar, siendo además protagonistas de los highlights más relevantes en algunas de las demás carreras más importantes del año. El recorrido, además, evita las jornadas de transición, por lo que es difícil encontrar días de la prueba donde no pase nada interesante. Eso es atractivo para un público cada vez más demandante de la inmediatez, de evitar los tiempos muertos. El clima, la comodidad de los hoteles, las carreteras que se atraviesan, el cuidado de no acumular traslados importantes… hay varios factores que hacen más atractiva la Vuelta que el Giro para los corredores. ¿Y para los aficionados? En las encuestas de final de temporada se afirma que ha sido la grande más divertida. 

Por no hablar del mal sabor de boca que el Giro deja en algunas ocasiones, como las suspensiones o modificaciones de sus etapas más importantes, ya sea por pandemia, por la nieve, o por acceder a las presiones de los ciclistas. El gran valor de la corsa rosa son las grandes cimas. Si ni siquiera los aficionados tenemos opción de disfrutarlas en carrera, la primera grande del calendario pierde uno de sus grandes atractivos. 

La carrera española, pese a todo, aún tiene mucho que progresar y mejorar, y lógicamente es un debate abierto, donde hay argumentos de peso en uno y otro sentido, pero está claro que la Vuelta le está disputando con claridad la plaza de segunda grande al Giro de Italia. En mi opinión, en estos momentos está por delante, sólo a rueda de un inaccesible Tour de Francia. 

Escrito por: Jorge Matesanz (@jorge_matesanz)

– GIRO DE ITALIA –

Muchos años disputando la supremacía al Tour, muchos campeones, Coppi solo al comando, el Stelvio, el Mortirolo, muchas razones para una gran lógica.

El Giro es la segunda vuelta grande del calendario porque todos pedaleamos por la mágica recta de los campeones de la Marmolada, porque todos pinchamos con Pantani en Oropa, todos caemos como Kruijswijk en el Agnello. Todos sufrimos con Fuente en Lavaredo o lloramos con Merckx en Savona.

En una era en la que todo está medido y no hay nada a la improvisación, el Giro propone jugar, invita a adentrarse a lo inesperado, te acompaña a envolverte con la magia de los tiffosi, de los pueblos engalanados, del Duomo de Milan o la Arena de Verona.

Mientras el doblete sea Giro-Tour, o la triple corona Giro-Tour-Mundial, el Giro siempre estará ahí. Y si bien los tiempos de Coppi, Anquetil o Merckx ya pasaron, cuando la carrera italiana tenía una grandeza similar si no superior a la francesa, la mística y el aura que la rodean, siguen aupándola al segundo escalafón de Grandes Vueltas  y al primero de la nostalgia y el recuerdo de un ciclismo antiguo que nunca volverá…salvo por el mes de mayo, en tierras de Magni, Bartali, Coppi o Binda…

Escrito por: Pedro García Redondo
Foto: Luis Angel Gomez / Photo Gomez SportPhotogomezsport / ASO

Una respuesta

  1. Sinceramente es una pregunta que a mi no dice mucho. El tour es la más importante, si, la más mediática, si, la primera grande, si, pero a mi lo que importa es donde más me divierto, donde mejor me lo paso, y esa suele ser en los últimos años, salvo alguna temporada que fue el Giro, la Vuelta. Y me importa poco si es la segunda o la tercera.

    El terreno quebrado y los finales nerviosos le dan a la Vuelta ese picante que la hace la más divertida en lineas generales. De ahí que el Tour esté copiando intentando evitar esos tostones de primeras semanas. Además, en los últimos años se han estrenado muchas subidas, poco a poco se va llegando a sitios que estaban olvidados y nos vamos dando cuenta de que en España si hay montaña, y bien repartida en todo el territorio, montaña que ofrece distintos paisajes y coloridos.

    Y si, hay que reconocer la labor de Guillén, la Vuelta ha mejorado mucho. Pero no todo van a ser alabanzas. Los finales en alto, una de las señas de identidad de la vuelta, dan para hablar. Yo creo que deben de seguir estando ahí, se puede discutir si dos más o dos menos, pero tienen que ser diferentes entre ellos, y no siempre
    la última subida tiene que ser la más dura, sobretodo en la tercera semana donde se debe incluir una verdadera etapa reina con gran desnivel y kilometraje. Lo hemos visto esta edición de 2021, que nos ha brindado dos etapas para el recuerdo, con ataques lejanos en LLomena y Mougas-Serra da Groba, que eran puntos claros que invitaban a los valientes a liarla. Y esa es mi crítica a los recorridos de la Vuelta, que un corredor como Bernal, en anteriores ediciones, salvo excepciones como la etapa de la Morcuera en 2015, lo tendría más difícil para intentarlo desde lejos. En futuros recorridos sería bueno “invitar” o intentar atraer a este tipo de corredores en peligro de extinción con dos o tres etapas diseñadas para su lucimiento.

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