#GodSavetheGavia Opinión

#GodSavetheGavia: ¿Debe Valverde retirarse este año?

– NO –

Con las piernas que ha demostrado esta primavera, parece claro que Alejandro Valverde debería seguir al menos un año más como profesional. Como él bien reconoce, no sería justo que se retirara en un año donde el público no tiene la posibilidad de ir a despedirse de un ciclista legendario que ha creado mucha afición. Un mito que merece todos los honores y que ha alcanzado cotas insospechables para el ciclismo español antes de su irrupción hace ya casi veinte años. Con 41 años sigue demostrando día tras día que está en una mejor forma que el gran grueso del pelotón. Hacer el sprint que se marca en Amstel, el tercer puesto en Huy tras la remontada que tiene que asumir y tantas y tantas muestras de su nivel, están al alcance todavía de muy pocos. Incluso en su equipo, donde sigue siendo el líder indiscutible. 

El año próximo cumplirá veinte campañas en la élite. Podría ser un buen año para dejarlo, aunque habrá que ver si efectivamente se produce un declive en su rendimiento o no. Objetivos le quedan por el camino. Eso sí, me olvidaría del absorbente Tour y centraría su calendario en carreras que se le adapten mejor y donde pueda seguir marcando hitos, como puedan ser las Ardenas, Lombardía, la San Remo, quizá un regreso a las piedras… Correr sin complejo y sin esperar siempre al final, algo que también sabe hacer, como demostró en GP Miguel Indurain. 

Es un corredor que disfruta de la competición y que mientras tenga esa ilusión y ese gusanillo debería estar en activo. De haber continuado como en el arranque de la temporada, otro gallo cantaría. Por suerte, ha vuelto a ser él y a estar de nuevo peleando las victorias más prestigiosas, que es su lugar. Otra cuestión es si su equipo realiza un trabajo adecuado para él o no, que eso da para otro debate. 

Escrito por: Jorge Matesanz (@jorge_matesanz)

– SÍ –

Siempre que hablo de Valverde, y teniendo en cuenta que es ya un símbolo nacional, especifico que no tengo nada que objetarle en lo que a prestaciones deportivas se refiere. Todo lo contrario, ahora ya creo que es un alien de otra galaxia, más aún después de verle remontar por la acera en la Flèche Wallonne. Aun así, siempre he defendido mi visión, totalmente personal y discutible, de que no es un buen equipier y que ha condicionado desde hace muchos años la manera de correr de Movistar.

Todos vemos que en la idiosincrasia de Movistar está marcado a fuego el correr para un líder sólido, pues no hay mejor equipo para ello, pero cuando el guion se tuerce o debe hacerse una adaptación ad hoc, ahí es cuando Movistar flojea (véase Oliveira en la reciente VCV).

Valverde tiene el egoísmo (bastante habitual) del supercampeón y, en mi humilde opinión, en general nunca ha sabido correr ni trabajar para otros, exige subordinación absoluta y eso espera de sus compañeros.

Relacionando el binomio forma de correr de Movistar-Valverde, vemos que difícilmente se convertirá en un polinomio, ya que no hay espacio para el lucimiento personal de terceros.

Nos anuncian a bombo y platillo grandes fichajes, esperamos grandes éxitos y después no se confía en ellos, no se deja que se desarrollen sus aptitudes y encima a los aficionados españoles nos gusta tanto encumbrar a los ciclistas al mínimo atisbo de éxito, como denostarlos al mínimo índice de fracaso. Siendo esta la métrica habitual en el ciclismo español, es muy difícil que haya espacio para el crecimiento personal, psicológico y deportivo de nuestros ciclistas jóvenes.

Caso práctico número uno. Marc Soler gana la Paris Niza de forma elegante y brillante, lo subimos al Olimpo. Nos quedamos tranquilos porque… ¡Tenemos sucesores! ¡Volveremos a disfrutar al mismo nivel que en los tiempos de Indurain! Año siguiente en la misma Paris-Niza, aunque solo los que tenemos contactos directos lo sabemos, Marc se queda en la primera etapa, nadie les espera, ¡Es el campeón vigente!, con su esfuerzo individual está cerca de recontactar, pero… deduzcan qué es lo que ocurre… nadie se deja caer para remontarle. En las siguientes etapas se demostrará que ese tiempo fue crucial para otra gran clasificación de Marc.

Caso práctico número dos. Ivan Cortina, la gran promesa de las clásicas, así nos lo venden y nosotros nos alegramos de creerlo. Tintes de potencia en algunos de los muros de las semiclásicas de este año, pero muy mala colocación en los remates finales. La gran promesa se convierte rápidamente en gregario. La prueba de fuego… vean los dorsales en la reciente Flèche Wallonne, número uno Valverde, Cortina penúltimo…no hace falta decir nada más.

Seguro que hasta aquí muchos se preguntan, ¿Pero Valverde por qué ha de retirarse?, eso no es culpa suya.

Pues la respuesta es sencilla, el nivel de Valverde es estratosférico, pero no durará siempre, y mientras esté en Movistar solo se sabrá y se exigirá correr para él y nunca vamos a foguear y enseñar a los jóvenes.

Valverde es grande, sí, pero también es un gran muro contra el cual ya se han estrellado demasiadas promesas. Es hora de dejar paso y que otros puedan equivocarse y aprender, o bien acertar y encumbrarse en ese ciclismo moderno postpandemia dominado por los jóvenes sin complejos.

Escrito por Xavier Palacios (@xpalaciosalbaca)
Foto de portada: @ACampoPhoto

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