#GodSavetheGavia Opinión

#GodSavetheGavia: ¿Eddy Merckx o Bernard Hinault?

– EDDY MERCKX –

En el deporte del ciclismo, es bastante unánime, que no absoluta, la opinión de que el belga Eddy Merckx ha sido el mejor corredor de su más que centenaria Historia. Ir en contra de tal sentir general ya sería bastante atrevido. Pero bueno. Incluso quien escribe suele disentir en diversas ocasiones de pensamientos mayoritarios. Hoy no es el caso.

Para mí Eddy Merckx ha sido el mejor ciclista de la Historia de nuestro deporte. La vida deportiva de este belga, sin duda, estuvo marcada por un período de paz entre los países europeos que le permitió disputar un enorme número de carreras. No fue el caso, por ejemplo, y sólo nombrando a los dos más conocidos y afectados, de Gino Bartali y Fausto Coppi, y olvidándonos también de los ciclistas afectados por la I Guerra Mundial. Una larga lista de corredores que durante los apogeos de sus carreras deportivas no pudieron demostrar quiénes eran por culpa de aquellas carnicerías. Y sí. Es claro e irrebatible: Merckx goza de esa ventaja en comparación con esos ciclistas.

Pero esa no fue culpa de Merckx. Merckx se aprovechó de ese bonancible período histórico que le tocó vivir para dedicarse por entero a engrosar su palmarés. Y bien que lo aprovechó.

En la comparativa con Bernard Hinault, es manifiesto que Eddy Merckx disputó muchísimas más carreras que el bretón con la búsqueda de la victoria como objetivo. Ahí, el belga gana por aplastamiento. Simplemente por presencia en el día a día de las carreras en el calendario. El calendario de Hinault quizá sea más selecto, con mayores criterios de selección basándose en las carreras en las que realmente tenía posibilidades. El del belga, en profesionales, era el de disputar casi todo lo que se le ponía por delante.

El ejemplo de la Milán-San Remo sirva para reflejar esto. Mientras Hinault apenas apareció a disputarla y su mejor puesto fue un séptimo… Merckx la ganó en 7 oportunidades. Pero así como Merckx disputaba la San Remo, disputaba el resto de carreras. Y claro, con tantas presencias, también era normal que a veces sufriese derrotas que aparentaban que, en momentos puntuales, no era el mejor, y su dominio era discutible. Los momentos en que los Thévenet y Ocaña lo pusieron contra las cuerdas en las grandes vueltas, o De Vlaeminck o Maertens en algunas clásicas. Eran momentos puntuales. Tomando períodos globales, no había duda alguna que Eddy Merckx era superior a todos ellos.

Y claro; hasta ahora hemos hablado solamente del ciclismo en ruta.

Porque Hinault, llegado octubre, se dedicaba a descansar y a preparar su temporada venidera en carreras de ciclo cross. Pero con un carácter meramente preparatorio.

Sin embargo, Merckx enganchaba con su amigo Patrick Sercu la temporada de otoño e invierno de ciclismo en pista. Innumerables pruebas de Seis Días que acabaron en el palmarés de esa pareja. Un ciclismo y unos triunfos nada fáciles.

Escrito por: Raúl Ansó Arrobarren (@ranbarren)

– BERNARD HINAULT –

Reconozco la superioridad en la victoria de Merckx y no seré yo quien descubra lo gran ciclista que fue, sólo faltaba. Eso sí, desde la perspectiva que me da el no haber visto a ninguno de los dos correr en directo, diré que entre los dos candidatos me quedo con el bretón. Ambos se parecen en la desmedida ambición que destilaron por cada poro. Los dos, completos, buenos en todos los terrenos e imbatibles si tenían el día inspirado, que era casi siempre. La elección no es fácil, son tal vez los dos mayores nombres que se puedan mencionar en ciclismo. 

Pese a recordarles por todo lo que ganaron, me quedo con Bernard por su forma de perder. Bien es justo decir que incluso en eso el debate estaría ajustado. Me quedo con esa imagen del Tour de 1986 con el maillot amarillo escapado por los Pirineos en solitario, dando una exhibición que nunca antes se había visto. Cómo el peso de Superbagneres le cayó encima, y con él se iba a desvanecer poco a poco su esperanza de un sexto Tour que de haber mediado el cálculo y la frialdad, hubiese cambiado la historia en su favor. O no. Perder así también es historia. Apostar fuerte ha dado las mejores gestas. ¿O no es el Mortirolo uno de los días más recordados de Indurain? E Indurain perdió ese día.

No es la única ofensiva de este tipo que ha logrado. En tierras galas, desde luego. Fuera de ellas, también: Serranillos, Sondrio y tantas otras. De Merckx, en cambio, me vienen a la memoria recuerdos de personas que sí vivieron su ciclismo hablándome de la etapa posterior a Orcieres-Merlette, donde Ocaña dio un recital (50 años cumple esa etapa, por cierto), camino de Marsella y donde puso las cosas en su sitio. Sin embargo, de aquel Tour siempre quedará la caída y abandono del conquense en el col de Menté yendo de amarillo. De no haber mediado aquello, tal vez estaríamos hablando en términos muy diferentes. 

Me gustaba mucho el carácter de ambos, con Merckx bajando media Puy de Dome a buscar quién le había dado un puñetazo en sus años crepusculares. Y creo que lo encontraron. O a Hinault desatando una guerra contra los huelguistas que habían cortado, si no recuerdo mal, una etapa de la París-Niza donde él competía. En eso fueron dos capos incuestionables, no cabe duda. Pero en este caso me quedo con el francés. De hecho, parafraseando la mítica frase: God Save Hinault. 

Escrito por: Jorge Matesanz (@jorge_matesanz)
Foto: Sirotti

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