#GodSavetheGavia Opinión

#GodSavetheGavia: ¿Vegni dimisión?

– SÍ –

No tengo nada en contra de este señor. De hecho, valoro mucho el hecho de llevar las riendas de una carrera con tanta complejidad como el Giro, que no siempre nada a favor de corriente y que por ubicación en el calendario encuentra muchas dificultades. Sin embargo, sí creo que debería dejar paso a gente más joven y que aporte ideas más frescas a la prueba, que está perdiendo en los últimos años la intensidad que la caracterizaba y con ello el encanto que nos enamoró a los que nos gusta el ciclismo épico. 

La suspensión parcial de la etapa de Cortina d’Ampezzo es el colofón a una etapa que creo está agotada. Los corredores y los equipos presionan ante la certeza de que la organización va a ceder. Ya lo consiguieron el año pasado en una etapa a priori intrascendente y este 2021 con la eliminación de la Marmolada y el Pordoi. ¡Los dos puertos más atractivos de la etapa! El Pordoi, por cierto, Cima Coppi, se hubiese coronado a 2239 metros. Sólo tres o cuatro más que el passo Giau, que sí se ascendió en aquella etapa. Según la organización y su director, los descensos eran peligrosos y había que eliminarlos. Eso sí, el último y más peligroso por encontrarse de cara a meta y donde los corredores arriesgarán más para lograr mejores resultados no se elimina. Había puertos más bajos que ofrecían menos riesgos sin adulterar la competición. Las imágenes que llegaron de la carrera fueron a través de las redes sociales de aficionados, no se gestiona lo que antes era la envidia del mundillo ciclista. Y es una retransmisión envidiable, mostrando lo bonitas que son las montañas y los paisajes de Italia, que lucen tan bellos como siempre. 

Por si fuera poco, la alarmante falta de combatividad en el pelotón durante dos semanas quizá se deba a la acumulación de todo lo duro al final. Los ciclistas no son máquinas, ahorran esfuerzos meramente para llegar a Milán y no van a darlo todo a sabiendas de que ello les puede hacer penar durante largas horas por los puertos más duros del calendario internacional. Eso puede también retener la participación de las estrellas en una carrera que necesita buenos nombres como el comer. Muy resentida en los últimos tiempos. 

En resumen, creo que sería muy positivo para el Giro renovar algunos de sus principios y volver a la senda de crecimiento en la que se había instalado hace algunos años. 

Lucrecio Sánchez  (@Lucre_Sanchez)

– NO –

Coincidiremos en que la modificación de la etapa reina ha sido decepcionante para todos los aficionados al ciclismo. Incluso puede que coincidamos en que las razones aportadas por la organización para llevar a cabo estos cambios sean insuficientes o directamente incomprensibles. En todo caso, dudo que el director de una carrera tome una decisión tan negativa para sí sin haberlo pensado bien. Quienes manejan todas las variables del Giro de Italia son precisamente los que la organizan, por lo que no seré yo quien entre a decirles lo que debieron o no hacer. 

Sí que me da la sensación que los corredores tuvieron a total merced a la organización italiana. Pero, ¿acaso no pasó con Zomegnan y pasaría con cualquier otro? Los ciclistas al final tienen la sartén por el mango, aunque en muchas ocasiones se les olvide. Si se quieren plantar, cualquier organizador va a tener que recurrir a ampliar sus tragaderas si no quieren terminar por suspender las etapas que resten. 

¿Relevar a Vegni? No sé si sería la solución al problema, porque la dirección del Giro podría ser uno de ellos, no lo sé. Sobre todo en la filosofía del recorrido, creo que poco adaptada a los tiempos que corren. En todo caso, no es el único ni el más importante. Las fechas no les son favorables. Tampoco la apatía con la que muchos equipos World Tour seleccionan su ‘ocho’, dejando mucho talento sin convocar. Tampoco la suspensión de algunas grandes etapas y colosos últimamente. Y no nos engañemos, el gran diferencial del Giro con las otras dos grandes, sobre todo la Vuelta, son sus grandes colosos y el uso que se les da. 

Por tanto, hay mucho que trabajar en una carrera que podría ser LA grande del año y que por unos u otros motivos lleva ya varios años dejando un sabor agridulce.

Escrito por: Jorge Matesanz (@jorge_matesanz)
Foto: Sirotti 

Una respuesta

  1. Pregunta difícil.

    Habría que testar primero como está el ambiente en Italia. Si aquí nos hemos cabreado como monas con el esperpento de Cortina, rematado con lo del Mottarone, no quiero imaginar como estarán los tifossi, con todo lo que significa el Giro y su historia allí.

    Es evidente que hay variables que se nos escapan, que habría que estar dentro para conocerlas y tener una opinión más formada y equilibrada. Pero no es menos evidente que, al final, lo que queda para el aficionado, y más para los frikis como nosotros, es que siempre pasa algo, y ese algo siempre es a peor.

    El tiempo no lo puede controlar nadie. Cuando se programan Stelvios o Gavias, siempre hay un riesgo alto de que no se puedan pasar. En 2019, por ejemplo, pese a que la gente de la zona curraron como bestias para poder limpiar la carretera, no se pudo porque era física y humanamente imposible, no solo quitar la nieve que ya había, que era mucha (unos 7-8 m en la cima) sino lo que seguía cayendo los días previos. Aquí nadie discutió la decisión, que era la lógica y, desgraciadamente, única. Lo que sí se discutió fue el recorrido alternativo. Cambiar el Gavia por un 2ª ramplón, pues hombre, en la Vuelta a Castilla la Mancha puede que no tengas más remedio, pero en el Valle de Valtelina, es directamente un crimen. Por ahí anda el Passo del Vivione por el lado “fácil”, un buen 1ª, que está al ladito de Presolana y Salven, los 2 primeros puertos de la etapa que si se subieron. Se habló los días previos de subir 2 veces el Mortirolo, y se pudo hacer perfectamente, subiendo primero por la vertiente que habitualmente se baja, la de Monno, bajada por Grosio, perfectamente asfaltada, y subir finalmente por Mazzo, haciendo un buclé de unos 30 kms completamente viable.

    Pero se optó por la opción fácil, la que sabían que no “molestaba” a Bugno, corredores y directores. Subir el Mortirlo 2 veces, aunque la primera sea un puerto duro pero sin más, es “inhumano”.

    Este año se curan en salud y no programan ningún puerto de gran altitud. La Cima Coppi, el Pordoi, nunca se había cancelado por mal tiempo, la Marmolada tampoco y el Giau solo 1 vez. Pero tienen la mala suerte de que el tiempo se tuerce y nuevamente se ven en problemas. Viendo las “no imágenes” del Giau, cuesta creer que Fedaia y Pòrdoi estuvieran peor para ser cancelados. ¿Porqué Giau si y los otros no?, ¿Presiones del pagador Cortina?, porque la bajada del Giau no solo era la más larga de las 3, sino la más complicada con diferencia, con las pendientes más pronunciadas. Una bajada de 17 kms es viable, pero los 8 kms de descenso del Fedaia no y los 12 del Pordoi tampoco…con mejores carreteras que en el Giau y menos pronunciadas…

    Mención aparte merece el hecho de que, siendo el Giro, Italia y lo que significa esta carrera en este país, tengan algún tipo de traba para programar recorridos alternativos, con tiempo claro, no el día antes. Y más, sabiendo que todos o casi todos los años tienen estos problemas. ¿De verdad hay que creerse que si 1 mes antes anuncian Duran y Staulanza como posibles recambios, el Giro…en Italia…en los Dolomitas….tengan problemas de permisos, cortes de tráfico y demás…?. Cuesta creerlo, la verdad…

    Me suena a la misma película mil veces contada de que la Vuelta no llegaba a según que montañas o zonas porque no había espacio, porque no había financiación y todos esos mantras que nos vendían y que se iban cayendo como castillos de naipes un año tras otro.

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