Si bien podemos comenzar a computar como subida desde la bonita localidad de Interlaken, perteneciente al cantón de Berna y encallada entre los lagos de Thun y Brienz, lo realmente bonito y diferente de esta montaña estará en los últimos siete mil metros de escalada. En realidad notaremos pendiente a partir de Gundlischwand, donde tomamos la carretera a Grindelwald, localidad con alta afluencia turística. El tráfico puede ser molesto a tramos, si bien eligiendo las primeras horas de luz o días laborables debería serlo en menor medida.
Hasta la barrera tendremos la sensación de estar ascendiendo un buen puerto, con tramos más duros en combinación con otros más leves, pero con buena carretera y paisaje clásico suizo que tanto alegra la vista. De pronto, tras el límite a los vehículos de motor, el tráfico desaparece y el fondo de pantalla cambia de forma radical. Si el paisaje anterior era bello, cobrará una dimensión inimaginable. A la sombra de la mole rocosa que suponen picos como el Wetterhorn, no podremos dejar de disfrutar de la delicia que supone esta ascensión.
El firme será bueno en todo momento, aunque estrecho. La ventaja es que al no contar con tráfico más allá de algún ocasional autobús, se puede dar pedales con tranquilidad. La pendiente en ningún caso será extrema, pero tampoco fácil. Rara vez baja del 10% en este último tramo de siete kilómetros. El trazado aúna constantes curvas para ganar altura de forma rápida. El asfalto continúa bien, sin sobresaltos. En la parte final sí hay alguna zona más desgastada, sin ser en ningún caso relevante o poner en peligro las cubiertas o el descenso.
Sin llegar a los 2000 metros de altitud, habremos superado casi 1500 de desnivel positivo, de los cuales la gran mayoría habrán sido afrontados en el último tercio, lo que da idea de su dureza. En el descenso se recomienda prudencia, sobre todo por los despistes que puedan producirse por la belleza del entorno. Y, sobre todo, se debe tener cuidado con los constantes cicloturistas que encontraremos. Por algo es un paraíso para el cicloturismo. Como lo es Suiza entera.
Escrito por: Lucrecio Sánchez (@Lucre_Sanchez)
Fotos: 1001puertos.com