Ciclistas

Ion Izagirre: la pasión vasca

Sábado en el Santuario de Arrate, previa al Domingo de Ramos que precede a la Semana Santa y a unos días de vacaciones para muchos entre la tradicional lluvia de las procesiones y el sol de playa y espacios abiertos que disfrutan otros. Dos de las mitades de la ocupación mental de tantos y tantos ciudadanos de a pie en estas fechas. Otra de ellas es el ciclismo, con esa clave de pasión que desborda en País Vasco, esa afición tan considerada, justa y entendida. Aquí no vale cualquier cosa y se criticará y aplaudirá por igual a todos. Causa justa que se den palmadas más fuertes y profieran gritos de aliento más intensos cuando los corredores son del pueblo de al lado. Es el caso de Ion Izagirre, un ciclista ya veterano, ganador y luchador que se ha ganado el cariño de los locales y la confianza de las escuadras por las que va rotando, todas de primer nivel. 

Y es que Euskaltel, Movistar, Bahrein, Astana y ahora Cofidis no pueden estar equivocados al unísono. Consagrado como uno de los mejores en rondas de una semana, venció en su tierra en una edición extraña, la que en 2019 eliminó de una tacada a los dos Bora que le envolvían en la clasificación. Era la última etapa, con meta en Eibar y que atravesaba, entre otros, el puerto de Azurki, de nuevo en el menú preparado para 2021 y 2022. La llegada en Arrate, un clásico desde la fusión con la Bizikleta Vasca, vivió una jornada vibrante de ciclismo. Doble paso por el puerto y un nombre que era el más coreado entre tanta camiseta naranja: Ion. 

No pudo ganar, ni siquiera amenazar el primer puesto del colombiano del Ineos, Daniel Felipe Martínez, pero sí supo levantar a la afición. Un roce con la rueda trasera de Jonas Vingegaard le hizo besar el asfalto en plena subida final, entre caras apesadumbradas entre los aficionados que esperaban a su héroe en la línea de llegada. Se contaban por cientos. Gritos de alegría cuando regresaba al grupo de favoritos. Más animación cuando se ponía en cabeza del grupo. Histeria cuando cruzaba la última curva adelantando a un Marc Soler que siempre tuvo clara la jugada. Pero no pudo imponerse al ídolo local, a quien estaba predestinado a dar a su afición una gran alegría. Alegría doble por subir al podio como segundo clasificado. Once segundos le separaron de la gloria. Quién sabe qué hubiese pasado sin la caída. 

Y es que la apuesta de Cofidis está bordando este inicio de campaña. Peleó sin fortuna la París-Niza, esa carrera en la que siente muchas opciones de levantar el trofeo final año tras año. No obstante, ya ha sido podio y vencido etapa en ella, donde no falla desde 2012, año en el que eligió Tirreno-Adriático en su lugar. La regularidad puede ser su punto fuerte. Sin ser un diez en ningún terreno, sí combina una fuerte condición para la escalada de puertos cortos o no excesivamente duros, para mostrar un buen desempeño en contrarreloj, siendo el campeón español en la disciplina, por cierto. Condiciones ambas, unidas a su punta de velocidad, fundamentales para obtener esos buenos resultados en carreras que no sobrepasan los siete días de competición. 

2022 será, de nuevo y si todo va como está previsto, año de Tour y Vuelta tras la parada intermedia de las Ardenas, donde partirá como uno de los grandes outsiders. Gorka Gerrikagoitia, al mando de las operaciones en Cofidis, seguro que saca el mejor partido de un ciclista con el que compartió colores en la ya lejana estructura de Euskaltel. El equipo está convencido de las opciones de Ion y le apoyará sin discusión. Solo la presencia de Guillaume Martin, líder espiritual del conjunto galo, podría discutirle esos galones, aunque siempre convivirían como bazas complementarias en aquellas pruebas en las que tomen la salida ambos. Por el momento, el vasco está consiguiendo el objetivo con el que había sido firmado, que no era otro que dar presencia a la entidad crediticia en las partes delanteras del pelotón y buscando, además de victorias, puestos cabeceros para sumar muchos puntos. Y en eso el de Ormaiztegi es un genio. 

Escrito por Jorge Matesanz (@jorge_matesanz)
Foto: Luis Gómez / Sprint Cycling Agency

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