Un ciclista que empezó a descubrir su talento en el ya lejano 2006, cuando lució el maillot de líder de una Vuelta a España y se codeó con nombres como Di Luca, Valverde o Carlos Sastre. Entonces el joven que militaba en el Discovery Channel, herederos del US Postal, prometía más de lo que después ofreció. Bueno en la escalada y mejor en las cronos, su perfil parecía ideal para las grandes vueltas. En cambio, no obtuvo ni siquiera un papel como gran gregario en las grandes escuadras en las que estuvo.
El pico de su rendimiento podría ser el año 2012, año en el que se clasificó noveno en el Tour de Francia. Una carrera que tuvo una participación estelar y pese a ello supo colarse en una posición de honor. A sus entonces 29 años parecía que la madurez iba a hacer brotar todo aquel talento que parecía poseer. Bien es cierto que los kilómetros cronometrados de aquella edición eran abundantes y la montaña, pese a ser dura, no pasaba por ser precisamente la más dura de la historia.
En 2010 sorprendió a propios y extraños llevándose la Dauphiné Liberé ante nada menos que Alberto Contador. Su resistencia en las rampas de Alpe d’Huez fue memorable. Una pequeña venganza del equipo que recogió a tantos y tantos excompañeros del pinteño que, como Janez, eligieron Radio Shack en lugar de continuar en el Astana del español (al que Brajkovic regresaría un par de años más tarde). De nuevo fue la crono el juez de aquella carrera y el esloveno supo sumar un buen triunfo a sus vitrinas. Un palmarés que lejos de su tierra ha sido bastante escaso.
Pasando por equipos de segunda fila de su país, el Adria Mobil (donde comenzó, por ejemplo, Roglic), en el ocaso de su carrera deportiva, decidió poner punto final a su trayectoria discretamente en 2020, tras el abandono en el Campeonato del Mundo. Una prueba donde ejerció de gregario de Primoz Roglic, que finalizó sexto, en el grupo perseguidor de Julian Alaphilippe, que finalmente se llevó así su primer maillot arco iris. Un Roglic que ha encabezado junto a Tadej Pogacar una generación de eslovenos que están dominando el ciclismo internacional.
Aquellos primeros pasos de Brajkovic, que puso este país en el mapa ciclista junto a otros compatriotas como Tadej Valjavec, ciclista más dedicado a las rondas por etapas y que obsequió a sus equipos con buenos puestos en Giro y Tour, colándose entre los mejores. Tanto Janez como Tadej fueron sancionados por presuntas irregularidades en el Pasaporte Biológico. Valjavec continuó su carrera ya en equipos de nivel inferior para retirarse en 2013. Año en el que debutó un ciclista que no sólo tomaría el relevo de estos eslovenos, sino que llevaría el ciclismo a las máximas cotas en su país: Primoz Roglic.
Texto: Lucrecio Sánchez (@Lucre_Sanchez)
Foto: Sirotti
Muy buen artículo. El ciclismo esloveno comenzó hace unos años y es necesario reivindicar el papel de otros ciclistas previos a Tadej y Primoz. He leído a Janez Brajkovič estos últimos años en Twitter, desde que volvió de la sanción en junio 2019, con 36 años. Había dado positivo por metilhexanamina, un componente de suplementos energéticos para deportistas. Jani reconoció tomarlos por sus problemas alimentarios (bulimia), algo que ha tenido desde hace muchos años junto a un exceso de autoexigencia y problemas de salud mental. Ha hablado sobre ello abiertamente estos años y también se ha metido a “coach” de un método para superar estos problemas que, al menos desde fuera, parece bastante pseudocientífico, aunque no lo puedo asegurar 100%. Curiosamente, es de los que habla con cariño de Armstrong y Bruyneel, él cree que eran personas que se preocupaban por todos los ciclistas del equipo. También cree que tenía el Tour de Francia de 2012 en las piernas, pero que le falló la cabeza y una caída. Brajkovič corrió con Adria Mobil de su tierra en 2019 y 2020, pero no renovó. En 2021 solo corrió algunas pruebas con la selección eslovena. Y, con 38 años, ha fichado para 2022 por un equipo serbio muy modesto, el Ferei CCN Metalac. ¡A ver qué tal le va!