No ha dado tiempo ni a especular con la posibilidad cuando Jonas Vingegaard ha afirmado en primera persona que estará en la salida de la Vuelta en Barcelona el próximo 26 de agosto. Un bombazo que ha ilusionado a los aficionados y ha supuesto un empujón definitivo a la participación de la carrera, que ya se presumía espectacular sin el campeón del Tour de Francia.
Jumbo ha ganado Giro y Tour con cierta autoridad a manos de Primoz Roglič y el propio Jonas respectivamente. Presentar a los que van a ser dos de los grandes favoritos por recorrido, estado de forma e intención va a ser una garantía de estar peleando por la tercera grande de la temporada, lo que supondría para el conjunto neerlandés ganar las tres vueltas de tres semanas de 2023.

Un reto bonito y nada fácil, como bien sabe Primoz, campeón de tres ediciones de la Vuelta, que ya se conoce todos los secretos de ella por pura experiencia. Vingegaard, sin ir más lejos, ya fue gregario del esloveno en la edición de 2020. Allí se empezó a destapar como un gran escalador en un escenario de primera, el Angliru. Resistió tanto al frente del grupo de los favoritos que retrasar los ataques de los rivales.
En esta ocasión los roles serán diferentes, más en modo Tour 2022, donde entre ambos ciclistas del Jumbo derrotaron al que parecía inaccesible Pogačar. Con esa táctica no habrá rival que se resista en una prueba en la que, eso sí, las variables serán bien diferentes a las que se han encontrado en el mes de julio. En primer lugar por los recorridos, en segundo lugar por los rivales. Pese a la calidad elevada de éstos, la dupla del Jumbo Visma partirá con ventaja en los pronósticos. El problema vendrá por la cantidad, ya que los rivales acudirán con equipos muy sólidos y también con más de una baza para intentar llevarse la tercera grande de la temporada.
Controlar toda esa masa de buenos ciclistas que acudirán con ganas y necesidad de resultados puede requerir un gran esfuerzo. Al contar con dos bazas tan importantes se reduce el vértigo, es cierto. Más aún cuando una de ellas es el ganador del Tour de Francia y se ha convertido por derecho propio en el ciclista de la temporada como es el danés Jonas Vingegaard.

Muy interesante será el resto del ocho que presente el Jumbo Visma en la línea de salida de Barcelona. Además de la dupla de líderes, estarán junto a ellos varios ciclistas de absoluta garantía como Robert Gesink o Steven Kruijswijk, que afrontarán su única grande del año por diversas circunstancias. Mismo caso que Attila Valter, que debutará en la Vuelta a España tras una magnífica primavera con el conjunto neerlandés. Un ciclista sorprendente en clara evolución y que por fin estará en una grande que no sea el Giro de Italia.
Sepp Kuss podría entrar en el ocho, si bien ya tiene en el cuerpo Giro y Tour a un nivel alto. El norteamericano tiene una intensa relación con Catalunya y al darse la salida en su capital y pasar por Andorra, su país de residencia, es probable que intente aportar su granito de arena en una temporada intensa para él. También se cuenta con Koen Bouwmann, un joven que destacó en el Giro de 2022 con dos victorias de etapa y este 2023 ha estado algo más gris. Sin embargo, como hombre de equipo ofrece esperanzas.
La plaza que resta podría ser para Jan Tratnik, hombre de total confianza para Primoz Roglič. Opciones tendría Rohan Dennis en la que sería su despedida del ciclismo profesional. La crono por equipos inicial requerirá de un hombre fuerte en ese terreno. Como el australiano es un todoterreno, tal vez obtenga la posibilidad de despedirse de las grandes vueltas desde Madrid. En definitiva, que la participación de Jonas Vingegaard en la Vuelta va a añadir la guinda al pastel de un Jumbo que quiere ganarlo todo en este 2023.
Escrito por Lucrecio Sánchez
Fotos: ASO / Ballet / López