Tras una temporada en la que no fue capaz de conseguir ninguna victoria, el gigante danés afronta un nuevo año con el objetivo de volver a codearse con los grandes clasicómanos de este deporte. Sus victorias en E3 Saxo Bank Classic y en el Tour de Flandes en 2021 le hicieron posicionarse como uno de los corredores a tener en cuenta durante las clásicas de primavera de los próximos años. No obstante, este año no ha terminado de demostrar el nivel que se esperaba de él.
En sus inicios, comenzó a despuntar en el campo sub-23, especialmente en la disciplina contra el crono, donde logró la victoria en el Campeonato de Europa, además de un tercer puesto en el nacional de Dinamarca. Resultados que sirvieron para que uno de los mejores cazatalentos del pelotón, Patrick Lefevere, mánager general del Soudal Quick Step, pusiera sus ojos en él.

Tras un periodo de adaptación al World Tour, en 2019 rozaría en varias ocasiones el triunfo de etapa en el Tour de Francia de su debut. Además, lograría un segundo puesto en el Campeonato de Europa de contrarreloj. Un año más tarde se proclamaría campeón nacional en ruta, así como en la prueba contra el crono (el primero de sus tres títulos en esta disciplina)
Precisamente sería con la bandera danesa a sus espaldas cuando llegaría su explosión definitiva. Como si ese nuevo maillot le hubiera dado alas, ganaría su primer monumento ante el todopoderoso Mathieu van der Poel en un ajustado sprint que ya forma parte de la historia de este deporte.
Esta serie de resultados le habían llevado a que afrontase el 2022 como uno de los corredores estandarte del conjunto belga. Sin embargo, a pesar de que comenzó con buenos resultados, tercero en Strade Bianche y sexto en la Amstel Gold Race, la realidad es que se fue diluyendo con el paso de la temporada, sin tan siquiera poder brillar en una de sus pruebas fetiche, los nacionales de Dinamarca.
Finalmente, acusado por la fatiga y una lesión de rodilla, decidió poner fin a la temporada en pleno mes julio.
Ahora, deberá responder a la confianza demostrada por el equipo Soudal-Quick Step, que el pasado abril anunció su renovación hasta 2024.
Es evidente que el principal objetivo de Agreen es acudir a las clásicas de primavera para volver a luchar por la victoria en unas pruebas en las que ha demostrado que sus condiciones de rodador le vienen como anillo al dedo. Una de las pruebas en las que partirá como principal favorito será el ya mencionado Tour de Flandes. Su victoria en 2021 y su notable actuación en 2022, donde fue el único en salir al primer ataque de Pogaçar en el Viejo Kwaremont, son credenciales suficientes para pensar que puede volver a hacer buen papel.

Otro monumento en el que puede cosechar un buen resultado es la Paris- Roubaix, a pesar de que nunca ha logrado algo más allá de un top 40. Sus grandes cualidades como rodador, sumadas a la buena actuación que hizo en la etapa adoquinada del Tour de Francia, le pondrán como uno de los hombres a tener en cuenta dentro del excelso cartel de favoritos que suele presentar la carrera.
Respecto a su participación en grandes vueltas, habrá que ver si decide acudir al Giro con el objetivo de ayudar a Remco a conseguir la victoria final. No obstante, lo más probable es que siendo uno de los grandes clasicómanos del equipo, su principal objetivo sea ir al Tour con la intención de lograr ese triunfo de etapa que se le ha resistido en años anteriores (un segundo puesto y dos top diez en 2021).
Decida el calendario que decida, seguro que todos esperamos que recupere su mejor versión y vuelva a mostrar esa planta y valentía de la que ya nos ha hecho disfrutar en años anteriores.
Escrito por Sergio Quintana
Foto de portada: A.S.O./Henning Angerer