El equipo diría que está yendo muy bien. Desde principios de año está rodando muy fuerte y así seguimos, dando todos lo máximo en cada momento, unidos, que la unión hace la fuerza, ya se sabe, y el balance es positivo. Gente como Mikel Bizkarra, que nunca falla y siempre sabe estar en su sitio, y ahora va a ser una baja importante para Euskaltel, ya que se llevó un golpe muy duro en el Tour de Occitania que le va a tener en el dique seco una temporada. Seguro que le echamos de menos, pero bueno, el equipo sigue motivado, ya estamos preparando cada uno por nuestra cuenta los siguientes objetivos y estamos con mucho hambre, con muchas ganas.
Mi temporada va bien, hemos tenido algunos momentos duros, otros bonitos que hemos intentado aprovechar como en la Volta Catalunya o en Tour de los Alpes, donde medí mi nivel y acabé muy contento. Hice una concentración para prepararme Occitania y Mont Ventoux y me he encontrado bastante bien. Ahora me he vuelto a concentrar en altitud porque vamos a correr en China y va a ser precisamente en altitud, hay que acostumbrar al cuerpo. A ver si podemos coger un buen puntillo de forma y quién sabe, me encantaría poder disputar algún triunfo de etapa, pero ya iremos viendo cuando estemos allí.
En las concentraciones el día a día es muy simple. Siempre estamos por aquí varios ciclistas y eso hace todo mucho más fácil. Despertamos, desayunamos y hacemos cada uno las series o entrenamientos que tengamos pensados. Cada uno lo hacemos por nuestra cuenta y después nos juntamos para hablar. Merendamos a la vez y lo que hacemos es coincidir todos para tomar un café, charlar tranquilamente y cenar, una sobremesa buena y hasta el día siguiente. Es una dinámica muy simple, como digo. Lo positivo de todo esto es que entrenas bien y descansas bien, que es fundamental. Estamos trabajando bien y tenemos muy buen ambiente, que siempre hace las cosas más sencillas.
A priori mi calendario seguirá bastante activo en verano, con la carrera Qinghai Lake, en China. Sólo tengo esta carrera en mente, había que ir unos días antes y adaptarse bien primero. Para eso estaba trabajando en Sierra Nevada, todo en altitud porque la intención era ir bien en esta prueba. Es una carrera diferente a lo que estamos acostumbrados, subiendo a 4000 metros en alguna ocasión, y era un misterio saber cómo iba a reaccionar el cuerpo a este factor. Yo estuve haciendo todo lo que estaba en mi mano para que fuese bien. En la vuelta habrá que readaptarse de nuevo. Ya veremos qué calendario hacemos, pero me da igual, toda carrera es bonita e importante.
Escrito por Ibai Azurmendi
Fotos: Ibai Azurmendi