Opinión

La columna de Ibai Azurmendi: «mis recuerdos del ciclismo»

Me enganché al ciclismo por mi hermano. Él corría y yo la verdad es que tenía mucha afición a sacar fotos. Así que solía ir a todas sus carreras con una cámara vieja que tenía y me dedicaba a hacer fotos a todo. Gracias a eso y a él me aficioné al ciclismo. Tampoco me perdía ninguna carrera. Al final todo es una cadena: montar en bici, verlo, etc. Recuerdo estar viendo solo el Tour en verano en la piscina al tiempo que mis amigos se estaban bañando.

El ciclismo más lejano que recuerdo ver en casa junto a mi familia era ver a Roberto Heras en la Vuelta a España. Luego me enganchó mucho Paolo Bettini, que me encantaba. También Sylvain Chavanel, que me gustaba mucho en el Tour cuando cogía el liderato, ganaba una etapa, etc. Más que todo eso, después ya la era de Alberto Contador, de Euskaltel Euskadi en la época de Samuel Sánchez, Joaquim (Rodríguez), que ya ha sido más cercano en el tiempo. Incluso he tenido la suerte de correr con ellos alguna carrera, por lo que ha sido una suerte.

De Contador recuerdo los Tours que corría. Sucedió también que en mi pueblo salió Mikel Nieve y claro, también le sigues mucho a él. No me perdía ninguna carrera donde estuviese Mikel. Salía a entrenar sólo para coincidir con él. Mira por dónde luego se ha convertido en una persona muy cercana a mí, en un amigo con el que monto en bicicleta todos los días. Todavía retirado me sigue enseñando y aportando cosas. Aunque en los entrenamientos pese a que él ahora entrene menos, para ponerle en apuros tengo que sudar bien, es un súper clase.

Aquella etapa del Gardeccia… Diría que me hubiese gustado correrla a mí, pero igual ese día hubiese cambiado de idea. Además que el día anterior tuvieron el Zoncolan (ganó Igor Antón) y ese día tuvieron un tiempo de perros. Creo que era ya la tercera semana o casi. Correr eso hubiese supuesto correr el Giro, y eso sería cumplir otro sueño como ciclista, así que sería imposible decirle que no. Pese a la dureza de la etapa del Gardeccia. Me acuerdo muy bien de ella. Estaban por allí Nibali, Contador, que arrancó y le fue recortando la distancia a Nieve.

Nieve es una suerte. A veces no somos conscientes de la suerte que tenemos de tenerle cerca. Nunca te habla de él, es tan humilde que a no ser que le preguntes no te habla de cosas que ha conseguido. Eso le hace ser una gran persona. En el Dauphiné o en el Giro, después de haber ganado, a no ser que le preguntaras tú algo, él no venía a ti a decirte nada. Era una pasada. Ganaba esto, lo otro, la montaña, anduvo una barbaridad… ¡y no te decía nada! Es impresionante, una locura.

Con Samuel no llegué a coincidir, puede que algún GP Miguel Induráin que hice con la Selección Española, pero no estoy seguro. Recuerdo esa carrera, pero más jovencito. Me dio un botellín en la mano en plena carrera. Del equipo de casa encima… De la caída de Beloki en el Tour, de Zubeldia y Mayo vi videos después. Haimar se retiró más tarde, y a él sí que le he vivido más. Con Bettini, que era mi ídolo, no me dio tiempo a coincidir. Sí que coincidí con Nocentini, que cenó a nuestro lado una vez cuando yo estaba con la Española y, sobre todo, con Rebellin. Con él sí que he coincidido más veces, obviamente.

Ver a Valverde en la tele y correr con él… es impresionante. Lo de Alejandro ha sido espectacular. Pensar que cuando empecé a ver ciclismo estaba ya ahí y que después pude correr con él denota la calidad de este ciclista. Es otra historia. Estará como el año pasado o vete a saber si está todavía mejor de forma que antes. Sigue hecho un pincel. De llegar yo a esas alturas de longevidad, sería un sueño. Mi generación quizá está menos apretada que las de ahora, que van demasiado trabajadas en mi opinión.

Escrito por Ibai Azurmendi

Foto: Euskaltel Euskadi

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