Muchos no lo saben, pero todo comenzó en la Vuelta a España de 2018. El entonces ciclista colombiano del Astana se postulaba para ser tercero en la clasificación final de aquella edición. La última etapa antes del paseo de Madrid se celebraba en Andorra, con la llegada situada junto al Santuario de Canolich, a mitad de la ascensión a La Gallina. Liderando el Quick Step, Enric Mas ilusionaba a la afición con un segundo puesto en la Vuelta que le iba a aupar a ser una de las estrellas emergentes del ciclismo español. En aquella llegada ambos se liberaron de la presencia del líder, Simon Yates, que cedió unos segundos en el ascenso final. La victoria de etapa iba a estar entre ambos, que vislumbraban la recta final sin apenas oposición gracias al trabajo ininterrumpido de Miguel Ángel, que no tenía otra opción si quería alcanzar el que hasta ahora ha sido su único podio en la Vuelta a España.
Enric Mas le dio la friolera de cero relevos al colombiano, que sabía que su suerte estaba echada. En el sprint final lo peleó, pero el español se llevaría el gato al agua y conseguiría la que es su única victoria en una vuelta grande. El enfado del líder del Astana fue considerable por la poca colaboración que encontró en el corredor balear. Ambos se encontraron en la ceremonia protocolaria y pese a la cordialidad, el saludo fue frío. No fue el mejor comienzo para la relación.
Tan solo un año después, en la misma carrera, el más asentado como jefe de filas del Astana tuvo un enganchón dialéctico con la estructura de Movistar, donde los caminos iban a cruzar a ambos ciclistas dos años más tarde por gracia del destino. El conjunto español lanzó la carrera en una zona estrecha tras la cual se encontraba un tramo con riesgo alto de abanicos. El problema fue que en un paso muy estrecho al cruzar la localidad de Escalona hubo una caída que afectó al líder, Primoz Roglic, y al colombiano López. Los comisarios permitieron la ayuda de los coches de los rezagados, porque Movistar no paró a esperar a los caídos, y la polémica estuvo servida. “Movistar son los estúpidos de siempre que se aprovechan de estas oportunidades”, afirmó el escalador sobre su futuro equipo.

Temporada 2020. El balear Enric Mas firma por los azules. Movistar tiene en él su esperanza de futuro toda vez que Nairo Quintana, su buque insignia durante años, Mikel Landa y Richard Carapaz abandonan la estructura. El documental ‘El día menos pensado’ agita un tanto las aguas y los tres dejan camino abierto para que el mallorquín sea el único ciclista junto a Valverde y Marc Soler que despunte en la escuadra telefónica. Ante la falta de mordiente, en un año muy complicado por la pandemia y la cancelación de carreras, la dirección decide firmar a Supermán López, un escalador ciertamente ganador. Pero con el que además de tener el rifirrafe en 2019, que enfadó, sobre todo, a Alejandro Valverde, mostraba cierta irregularidad.
En la Vuelta a España, tras ir clasificados segundo y tercero en la clasificación general a falta de un día para terminar, sucedió lo que todos recordamos. “Yo me quedo por aquí, señores”, afirmó en la radio. Un momento en el que entre la estupefacción y la sorpresa todos los miembros de la Vuelta y espectadores tenían la sensación de estar viviendo un momento único. Abandonó la Vuelta por un conflicto de intereses con Enric, con el que el colombiano acabó visiblemente dolido y caliente. Así se vio en la tercera temporada del documental de Netflix. La muy diferente forma de ver las jugadas tácticas que se estaban dando en la dura etapa de Mos fueron el detonante.
López secaba ataques de los rivales para proteger sus intereses y los de Enric, mientras que el balear únicamente respondió a un ataque, al que no pudo salir el colombiano por falta de fuerzas, que se puso a tirar del grupo posterior para intentar salvar su plaza de podio. Mas le pidió por radio que parase, que estaba acercando a rivales tan incómodos como Egan Bernal (lejos en la clasificación) y ante la insistencia de Unzué, el ciclista natural de Pesca decidió bajarse de la bicicleta. Fue su fin en la disciplina de Movistar. Posteriormente, ya en equipos diferentes, el duelo continúa, con el conflicto de intereses que estamos viendo en esta edición de la Vuelta.

El destino les ha vuelto a emparejar como los dos escaladores más potentes de cara a la última semana. Tras un mal año, ambos se juegan la temporada en esta carrera, por lo que cada uno busca su interés, con el añadido de que Movistar quiere asegurar la permanencia con un buen puesto del español en la clasificación general. El colombiano, más atrevido e imprevisible, siempre da la cara en los grupos en los que circula. No así por el español, que tiene la fama exactamente contraria. En Sierra Nevada regresó el conflicto. Un conflicto que procede de la etapa de Peñas Blancas, donde Miguel Ángel lanzó un duro ataque que fue contestado por Mas, que no dudó un instante en secar esa arrancada.
En la etapa reina fue de nuevo el colombiano el que se lanzó a la aventura, a sabiendas de que contaba con corredores por delante y de que era su momento para buscar la carrera. Consiguió marcharse y alcanzar a su compañero De la Cruz, que hizo un enorme trabajo para crear hueco con el resto de favoritos. Enric arrancó por detrás, con igual suerte. Alcanzó a los dos Astana y se dejó llevar. En ese momento no hubo reproche. Pero una vez que el trío dio alcance al grupo cabecero con la mayoría de escapados presentes, López asumió mucho más la responsabilidad. No así, de nuevo, Enric. El colombiano gesticulaba y el español pasaba tímidamente, como para disimular. En la recta final, atacó y sacó de rueda al Astana, que llegó rezagado unos segundos.
Queda la última semana de Vuelta, donde de nuevo sus caminos se tienen que encontrar. Uno buscando asegurar el podio y el otro intentando alcanzarlo. Ambos deben atacar. Mas puede conservar porque tiene algo, pero Miguel Ángel no tiene otra salida. Su necesidad puede hacer que el de Movistar aproveche su esfuerzo para hacer daño a sus rivales más próximos, lo que puede seguir sembrando enemistad entre ambos.
Ya dijo en el documental el colombiano que jamás volvería a compartir equipo con Enric. Ahora comparten fuga, ataques y situaciones de carrera. Si la situación echa chispas en lo deportivo, veremos cómo reacciona Supermán, que nos tiene acostumbrados a tener la mecha bastante más corta de lo recomendable. Aunque también es justo reconocer que después ha salido a pedir disculpas si su tono ha cruzado la línea.
Escrito por Lucrecio Sánchez
Foto de portada: Sprint Cycling Agency / Movistar