Equipos

La ONCE de 2003

Vamos a dejar a un lado juicios y prejuicios. De los de opinión y de los judiciales. En los últimos, no seré yo quien dicte sentencia sobre nada ni nadie. Sobre los primeros, cada uno es libre de expresar la que considere oportuna. Incluso la que tenga. En mi caso, simplemente quiero detenerme en el año 2003 y en la plantilla de aquella ONCE que fue capaz, por fin, de atreverse a intentar saltar la banca en el Tour, con una agresividad que se había echado en falta los dos años anteriores. Hay que recordar que tanto en 2001 como en 2002 varios ciclistas del equipo dirigido por Manolo Saiz se encontraban en posición de buscar la sorpresa ‘a lo Pereiro’, o al menos de meter el susto en el cuerpo a más de uno. Se optó por una clave más conservadora, sin más. 

En 2003 todo cambió. Beloki ya había sido tercero en dos ocasiones y segundo en una. No le quedaba más remedio que jugar al todo o nada. Finalmente fue nada, pero no hay duda de que es mejor terminar así que quedarse con la clásica duda del “y si…”. El vasco era el cabeza de cartel de un conjunto amarillo que tenía en Igor González de Galdeano a su segundo de a bordo. No participaría en el Tour, sí en la Vuelta, donde se quedó a un paso del podio. En la ronda española participó un irreconocible Isidro Nozal, resistiendo en el maillot oro de líder desde la etapa que arribó a Burgos, donde anticipó gracias a una escapada al gran grupo, hasta la cronoescalada final a Abantos. 

En ese equipo hay que destacar a Marcos Serrano, notable escalador gallego que fue niñera de ambos en la Vuelta. También a Mikel Zarrabeitia, un veterano que era un valor seguro como coequipier. Qué decir de Jose Azevedo, el portugués que ficharía por el enemigo toda vez que la ONCE desaparecería a finales de aquella temporada 2003. Jorg Jacksche, que fue un puntal en el Tour buscando fugas, o Jan Hruska, que rebosaba calidad en las cronometradas y el trabajo de equipo. 

Sin embargo, lo más destacado era una camada de jóvenes que venía pegando fuerte y que después harían una larga y fructífera carrera. Comenzamos por David Arroyo, colaborador y amigo nuestro. El Giro 2010 puede ser su mejor obra. Luis León Sánchez también comenzaba a dar sus primeros pasos en la estructura en un año en el que también se encontraban dos de los mejores ciclistas españoles de la década siguiente, como Alberto Contador y Joaquim Rodríguez. Ambos comenzaron fuerte. El catalán, de hecho, se imponía en una etapa pirenaica de la Vuelta con meta en Pla de Beret. El madrileño se llevaba una etapa del Tour de Polonia y estrenaba así su palmarés en profesionales. 

Se le añade un velocista tan prometedor como versátil como Allan Davis y algún otro nombre como Vicioso, Caruso, Koldo Gil o Álvaro González de Galdeano y la plantilla cobra una dimensión impresionante. Un equipo que fuera de polémicas anteriores y posteriores fue capaz de reclutar al presente más granado del ciclismo, pero también, sin saberlo en aquel momento, a parte del futuro más inmediato y exitoso de la historia del ciclismo español. 

La caída de Beloki en la fatídica tarde de Gap quebró muchos esquemas. Es más, despedazó junto a su cadera y huesos la esperanza de terminar de una vez la obra con la que durante tantos años habían soñado. La desaparición del sponsor a final de temporada daría lugar al nuevo Liberty Seguros, con Roberto Heras como fichaje más destacado, toda vez que el vasco parecía iba a cobrar otros derroteros para intentar volver a un nivel que nunca recuperaría. 

Escrito por Jorge Matesanz

Foto: Sirotti

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