Las cronos era ese terreno donde Miguel Induráin destrozaba a todos sus rivales para después contemporizar el esfuerzo y gestionar la ventaja en la montaña. Un cálculo efectivo, pero nada fácil de conseguir, ya que para ello tenía que obtener primero grandes rentas en un esfuerzo atlético magnífico que asombró al mundo del ciclismo durante algo más de un lustro.
Repasar únicamente los cinco Tour de Induráin sería ya muy repetitivo, ya se ha escrito mucho sobre ello y existían hasta videos en VHS sobre los highlights de esas cinco ediciones. Alguna contrarreloj de aquellas sí merece la pena volverla a destacar, ya que han sido claves de alguna victoria final del corredor de Banesto. Este top ten hará bueno el dicho de ‘son todas las que están pero no están todas las que son’.
1991. Alençon – Tour de Francia
Era la primera contrarreloj larga del Tour de Francia de aquel ya lejano 1991. El favorito unánime era el dorsal número 1, el norteamericano Greg LeMond. Haciendo valer el pronóstico, el ganador de tres ediciones se vistió de amarillo, pero no ganaría la crono, que sí iría al palmarés de Miguel Induráin, que voló en los 73 kilómetros de la etapa para superarle por ocho segundos. No fue una exhibición mayúscula, pero sí un primer aviso de lo que se nos venía.
1992. Luxemburgo – Tour de Francia
La mayor exhibición vista sobre una bicicleta en la lucha contra el cronómetro. El segundo clasificado estuvo más allá de los tres minutos de diferencia, y fue un afamado especialista como Armand De las Cuevas, que era además su compañero de equipo. Sentenció el Tour, aunque después lo pasaría mal en Sestrieres.
1994. Bergerac – Tour de Francia
De nuevo una exhibición donde sentenció la carrera. El único que le mantuvo algo el tipo fue Tony Rominger, clasificado segundo a dos minutos exactos. Ugrumov, el que sería gran rival a la postre del navarro, fue décimo, perdiendo más de seis minutos con el nuevo maillot amarillo. El ‘Tirano de Bergerac’ le apodaron desde entonces. Mítica doblada a Lance Armstrong.
1995. Seraing – Tour de Francia
En un territorio belga en el que le hubiese gustado triunfar más, por aquello de no haberse adjudicado ninguna Lieja Bastogne Lieja, Miguel Induráin dejó a todos boquiabiertos. En una etapa en línea con meta en la capital de la ‘Doyenne’, dejó clavados a todos sus rivales para endosarles cerca de un minuto de diferencia. Una exhibición que pensaron sus rivales le iba a pasar factura en la crono. No fue así y el español dejó bien claro quién era el líder, camino de ganar su quinto Tour y hacer historia. Muy importante la crono más en el plano psicológico.
1993. Sestriere – Giro de Italia
Fueron 55 kilómetros entre Pinerolo y Sestriere, la mítica cima italiana. Una cronoescalada sin excesiva dureza, muy constante y todo el tiempo de menos a más. Miguel ganó a más de 34 km/h con 45″ sobre Ugrumov, su gran competidor, que le apretaría en la última etapa de montaña camino de Oropa. Victoria clave.
1996. Atlanta – JJOO
Fue su última victoria. El oro en la prueba contrarreloj, que se estrenaba en esta edición de los Juegos Olímpicos, le iba a aportar una victoria única, aunque ya se observaba en Miguel Induráin muchos elementos de fatiga. Gana a Abraham Olano por una docena de segundos, ya no son las victorias aplastantes de antaño. Pero una victoria y un oro son una victoria y un oro igualmente.
1995. Duitama – Mundial
Colombia fue el escenario de una de sus últimas colecciones. La Selección Española dominó la crono con el indestructible campeón ya de cinco ediciones del Tour en primera posición. Abraham Olano fue segundo. Orden inverso a la prueba en línea, quizá el gran debe de la carrera de Miguel Induráin. Pero el arco iris en crono lo iba a conseguir. Muy merecido.
1992. San Sebastián – Tour de Francia
Fue el año en el que dio el zarpazo en Luxemburgo, pero esta victoria en Donostia fue el doble de importante. Miguel procedía de ganar el Giro por primera vez, lo cual generaba dudas a la hora de afrontar el Tour por el esfuerzo realizado en mayo. En casa, ante una afición entregada, el dorsal número uno confirmó que lo de 1991 no fue flor de un día y que iba a convertirse en el sucesor de Roche al hacer el doblete Giro – Tour, algo que en dos ocasiones nadie conseguía desde Hinault.
1989. Avignon – Critérium Internacional
Primer ciclista español en alzarse con el triunfo aquí, en la otrora prestigiosa carrera francesa. Un buen aviso, al imponerse en la contrarreloj al italiano Roberto Visentini y al holandés Erik Breukink, corredores en su plenitud. 12,5 kilómetros que hicieron que en Francia se empezase a hablar de este gigantón llamado Miguel Induráin. Dobla a Fignon en una imagen que quedaría para la historia.
1987. Torredembara – Setmana Catalana
Importante porque le llevó a ganar la general de la extinta carrera catalana y porque se impuso a muy buenos rivales. De nuevo a Breunkink y a Iñaki Gastón. También se llevaría la etapa posterior, en línea esta vez. Su primera victoria realmente importante por los rivales, aunque esa primera vez tuvo lugar en la Vuelta a Murcia de 1986, donde se adjudicó su primera contrarreloj en profesionales.
Escrito por Lucrecio Sánchez
Foto de portada: Sirotti