Carreras Historia

Las 10 mejores etapas de la historia de la Vuelta

La Vuelta a España ha ofrecido en los últimos años algunas de las etapas más memorables de las respectivas temporadas. Algunas de ellas teniendo como protagonistas a los mejores ciclistas del momento y decidiendo de forma inesperada el destino final de la propia carrera. Hay algunas que se quedan fuera siendo muy icónicas, como el estreno de los Lagos de Covadonga en 1983 o las exhibiciones de Jalabert en 1995 como, por ejemplo, la de Ávila, donde sentenció el entonces maillot amarillo con media carrera por delante. Tampoco tiene hueco la preciosa etapa con meta en Navacerrada y la lucha entre Olano, Escartín y Chava Jiménez con el abulense vistiendo el amarillo entre la tormenta. Hermosas batallas en una carrera que tiene magníficas historias que contar. 

Vuelta 2012 – Fuente Dé

‘Purito’ Rodríguez mantuvo distancias con el madrileño Alberto Contador, especialmente activo en todas las etapas de montaña, incluso ampliando ventaja en ataques de último momento o aprovechando las bonificaciones de meta para retener un maillot rojo con el que todos le veíamos en Madrid. Quedaba mucha carrera, pero las peores etapas habían pasado y Fuente Dé parecía un trámite más en el que Contador poco iba a poder hacer ante un corredor mucho más en forma que el catalán. 

En cambio, una salida fulgurante de la etapa, con dos horas sobre los 50 km/h y un ataque sorprendente del pinteño en el desde entonces mitificado collado de Hoz acabaron con la superioridad del líder del Katusha ruso. Tanto que en su defensa del rojo fue adelantado por un imperial Valverde, que subió a la segunda plaza. De haber iniciado su ataque antes, quizá estaríamos hablando de la segunda Vuelta del murciano, pero la historia tenía este día reservado a un ciclista que venía de una sanción y que soltó en meta toda la rabia que llevaba dentro. 

Vuelta 1983 – Ávila

La carnicería de Vandenbroucke fue muy sonada (1999), al igual que las exhibiciones de Jalabert y la ONCE en la sierra de Gredos en 1995 y 1996. Sin embargo, ninguna de ellas tuvo punto de comparación con el vuelco que produjo el francés Bernard Hinault en Serranillos. En la base del puerto el campeonísimo galo parecía no haber tenido su gran vuelta, con los españoles siendo muy superiores. De pronto un ataque suyo enseñó las vergüenzas de un joven Gorospe, que poco tuvo que hacer ante uno de los ciclistas más grandes de la historia, que se alzó con la etapa y el liderato. 

Vuelta 2015 – Cercedilla

Algo más reciente está la etapa de la sierra madrileña con final en la localidad de Cercedilla. Cuatro puertos, una situación de carrera por decidir con nada menos que seis segundos entre primer y segundo clasificado y un equipo, el Astana, que decidió que esto se jugaba a un todo o nada que saltó por los aires en La Morcuera, punto en el que Landa y Aru descolgaron al líder Dumoulin. Cotos fue una penitencia para el holandés, que perdió incluso su plaza de podio. 

Vuelta 1999 – Angliru

Las montañas francesas e italianas tenían la moral tomada a las españolas, carentes hasta entonces de un gran referente. El Angliru tomó esa iniciativa y desde entonces se ha descubierto todo ese magma de puertos que estaban ocultos. Aquel 12 de septiembre media España y Europa delante del televisor para ver esas rampas imposibles torturando al líder Abraham Olano ante su gran rival, el teutón Jan Ullrich, quien perdió la batalla, pero ganó la guerra. Una auténtica escabechina ya desde el fatídico descenso de la Cobertoria. La carrera era una en la cima y otra en el final del descenso. El Cordal tiró al líder y el grupo de los buenos llegó ya destrozado a la base del coloso, que terminó de encumbrar a Chava Jiménez y dejó claro cuál era la nueva montaña hegemónica en el ciclismo

Vuelta 2016 – Formigal

Chris Froome dominaba la carrera de sus amores al ciento por ciento. Un inquieto Quintana apenas le hacía daño en sus ataques de último puerto. Sin embargo, la etapa más inocente de todas fue la elegida por un Alberto Contador que había perdido sus opciones de victoria ante los dos grandes y decidió buscar pesca en río revuelto. Y lo logró, marchándose desde el inicio de la etapa un grupo numeroso con él y Quintana y en el que no estaba Froome. El colombiano sentenciaría ahí su victoria en la Vuelta. Contador no obtendría mucho rédito, pero hizo que la etapa pasara a la historia de la carrera. 

Vuelta 2001 – Madrid

Bien es cierto que las grandes gestas se suelen relacionar con la montaña. En esta ocasión, una Vuelta que tuvo mucha emoción y sorpresas, como la pájara del gran favorito Joseba Beloki cuando lucía por fin el oro de líder o las exhibiciones del Ibanesto.com a cargo de Juanmi Mercado y Chava Jiménez. El duelo final fue entre Óscar Sevilla y Ángel Casero, que tuvieron que encarar sus diferencias en la contrarreloj final de Madrid. Un espectáculo de público, emoción por las escasas diferencias entre ambos y un desenlace que quedó en la memoria de los aficionados. 

Vuelta 1993 – Naranco

Asturias es sinónimo de Vuelta, montaña y espectáculo. El siempre molesto puerto de la Cobertoria fue el punto álgido de una etapa que finalizaba en la no menos mítica cima del Naranco, cima Tarangu y donde Tony Rominger sentenciaría su segundo título en la Vuelta ante su compatriota Alex Zulle. Una caída de este bajo el aguacero que sufrió el pelotón en la bajada de la Cobertoria le hizo perder contacto con el líder, que aprovechó la circunstancia para dar el golpe de gracia que de no haber tenido lugar le hubiese complicado la clasificación en la crono final de Santiago, donde su rival fue superior. 

Vuelta 1985 – Destilerías DYC

Robert Millar jamás olvidará ese día. Teniendo la Vuelta en el bolsillo se dejó sorprender por Pedro Delgado en la bajada de Navacerrada y con la compañía de Recio pusieron en jaque la carrera y el segoviano se alzó con el título final un día después en Salamanca. Llegó a su tierra como un héroe y el escocés volvería un año más tarde para un nuevo intento que volvió a salirle rana ante Álvaro Pino. Esta etapa desató la Pericomanía en todo el país, convirtiendo al escalador español en un mito.

Vuelta 2005 – Brañillín-Pajares

El ruso Denis Menchov dejó pasar la oportunidad de sentenciar la carrera ante Roberto Heras, el triple campeón de la Vuelta. Una caída en la etapa previa a los Lagos dejó al salmantino maltrecho con numerosas grapas en una rodilla. Sobrevivió a la subida a Covadonga y desde ahí todo fue preparar el asalto por sorpresa al liderato. El duro puerto de la Colladiella sirvió al escalador para probar muchos cambios de ritmo. El líder estuvo atento y no dejó un metro a su rival, pero en la bajada sufrió un despiste que permitió al de Béjar contactar con sus coequipiers y sentenciar a su favor su cuarta Vuelta. El rostro de Menchov al llegar a meta era todo un poema. 

Vuelta 2006 – Granada

Un duelo que se fue forjando durante toda la edición y que hasta ese momento se había decantado de cara para el murciano Alejandro Valverde. Vinokourov fue esperando su oportunidad y aprovechó la ventaja táctica sobre el español, que poco pudo hacer ante el poderío kazajo. El alto de Monachil decidió la carrera en su descenso y Granada vio cómo el de Caisse d’Epargne era incapaz de llevarse su primera Vuelta, algo que sucedería tres años más tarde (2009). 

Escrito por: Lucrecio Sánchez (@Lucre_Sanchez)
Foto: Sirotti

Una respuesta

  1. Me faltan las etapas de Guadalajara y alguna de Formigal de los años 70. Merckx y Ocaña también tuvieron alguna memorable.

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