El Tour de Francia es la considerada mejor carrera del mundo. Las leyendas del ciclismo de grandes vueltas han tenido su origen en ella y aún a día de hoy todos los equipos y ciclistas de primer nivel tienen en el mes de julio su objetivo del año. Repasamos algunas de las mejores etapas de su historia junto a alguno de sus protagonistas. Sin remontarnos muy atrás en el tiempo, porque podríamos hablar de las etapas de prácticamente orientación y supervivencia de los inicios de la carrera, y obviando algunas muy evidentes, puede haber muchas otras que puedan ser incluidas.
Tour 2011 – Alpe d’Huez
Venía la carrera de un auténtico etapón camino de la cima del eterno Galibier con la exhibición de Andy Schleck cuando parecía que ésta iba a ser una jornada destinada a apenas una guerra de favoritos en Alpe d’Huez. Sin embargo, mediado el Telegraphe, Alberto Contador reventó la carrera, con el luxemburgués a su rueda y el teórico favorito, Cadel Evans, dejando hacer tras intentar seguir el ataque. El líder, Thomas Voeckler, se quedó entre dos aguas y finalmente acabó perdiendo el Tour aquel día. Cazaron a los rebeldes en la bajada del Galibier, pero en Alpe d’Huez volvieron a la carga y aunque no les dio para ganar ni siquiera la etapa, sí que dieron un espectáculo de primera clase.
Tour 2000 – Morzine
El dominio en la clasificación de Lance Armstrong era más que palpable. Un inapropiado gesto con Pantani el día del Mont Ventoux envenenó al italiano, que buscó en los Alpes la derrota del norteamericano a toda costa. Es más, en la última etapa montañosa, con meta en Morzine tras atravesar el durísimo Joux Plaine, atacó junto a Fernando Escartín y Pascal Hervé en el primer puerto. Cazados en el llano previo al coloso, creó tal tensión durante la etapa al equipo del líder que el maillot amarillo cedió en sus rampas debido a una pájara. Su amplia ventaja le permitiría ganar el Tour con holgura. Pantani abandonaría antes de llegar a París.
Tour 1992 – Sestriere
Con Miguel Indurain como líder sólido, se afrontó la etapa reina. Muchos puertos entre Italia y Francia, pasos por el eterno Iseran, Roselend, Saises, Mont Cenis y meta en el mítico Sestriere. La lucha por un premio de la montaña se convirtió en un auténtico zafarrancho donde Claudio Chiapucci, uno de los favoritos mejor posicionados en la general, no pudo resistir lanzarse al todo o nada. Finalmente los líderes se quedaron solos muy pronto y no hubo nada más que hacer que disfrutar la etapa y cómo todos los ciclistas fueron a tope desde el primer al último puerto. El italiano se coronó en su tierra y el español consolidó su ventaja previa pájara en el último kilómetro.
Tour 1989 – París
Se trataba de la última etapa de aquel Tour. El duelo estaba servido entre el local, el francés Fignon, y el norteamericano Greg Lemond. El margen era pequeño entre ambos, pero siendo especialistas, nadie predijo lo que iba a suceder. Y es que el americano se impuso por un margen de seis segundos en la clasificación general. Se dijo que el innovador uso del manillar de triatleta que portó Greg tuvo su influencia, así como la melena al viento de Laurent. El resultado, un final de infarto que nadie olvidará en París.
Tour 1986 – Superbagnères
Hinault era el pentacampeón del Tour y corría con el objetivo de llevarse el inédito sexto que nunca antes nadie logró. Una gesta que al bretón no le valía. En la primera etapa pirenaica se hizo con el amarillo gracias a una escapada en la que dejó la victoria parcial a Pedro Delgado. En la segunda etapa pirenaica se lanzó al ataque en el Tourmalet, el primer puerto de una etapa que tras otros dos puertos finalizaba en un cuarto como Superbagnères, donde cedió desfondado toda su ventaja y comenzó a perder su sexto Tour.
Tour 1973 – Les Orres
Ocaña fue el ganador moral del Tour de 1971. Dos años más tarde regresó a Francia ante la ausencia de Merckx y con un rival todavía más temible como José Manuel Fuente, el Tarangu, que atacó de salida en un etapón de montaña que incluía Madeleine (puntuado de segunda categoría), Telegraphe y Galibier, Izoard y la ‘leve’ subida final a Les Orres. Ambos estuvieron escapados desde entonces, siendo la victoria y la sentencia del Tour para Ocaña.
Tour 1995 – Mende
Miguel Indurain estaba en posesión del maillot amarillo tras dos exhibiciones legendarias: Lieja y La Plagne. Sin embargo, el equipo ONCE capitaneado por Manolo Saiz no había dicho su última palabra y en una etapa durísima que atravesaba el Macizo Central lanzó a dos de sus peones más valiosos: Melcior Mauri y, sobre todo, Laurent Jalabert. Ambos pusieron contra las cuerdas al Banesto de Indurain, que tuvo que solventar la papeleta en la última subida.
Tour 2003 – Gap
En pleno dominio de Lance Armstrong y en una etapa post-alpina, de nuevo la ONCE filtró en una fuga a Jorg Jacksche, un ciclista bien clasificado que hizo trabajar de lo lindo al USPostal del maillot amarillo. En la segunda mitad de la etapa se sucedieron los ataques, sobre todo, de un activo Joseba Beloki, que cuando más moral había tomado, se cayó terriblemente en el que sería el final de su carrera deportiva a ese nivel. Armstrong evitó la caída atravesando el sembrado en una imagen que dio la vuelta al mundo.
Tour 1987 – La Plagne
Era el Tour de Pedro Delgado. Sus ataques incesantes en alta montaña le posicionaron con el amarillo desde Alpe d’Huez. Roche, su gran rival y campeón del Giro, buscaba también con ahínco deshacerse del segoviano. Pero no sucedió ni una cosa ni la otra. En una etapa durísima con Galibier, Madeleine y final en la dura ascensión a La Plagne, los ataques de ambos rivales fueron duros e intensos. En el puerto definitivo, Delgado lanzó un ataque que parecía definitivo, pero el irlandés remontó en los últimos metros para casi darle alcance. Épico y agónico.
Tour 2006 – Toussuire
Tras el Alpe d’Huez, Floyd Landis, otro norteamericano tras los entonces siete títulos de Lance Armstrong, se encaramaba a la primera plaza. Un amarillo que haría que el insurrecto Pereiro y los demás rivales buscasen su debilidad. En Croix de Fer los Caisse d’Epargne atacaron en el descenso, provocando la pájara del líder en la subida final.
Escrito por: Lucrecio Sánchez (@Lucre_Sanchez)
Foto: Sirotti
Las etapas de los Tour de Francia del fraude viviente que no quiero ni nombrar, no deberían ser mencionadas siquiera. Para mí esos Tour, no existieron jamás
Todas grandes etapas, sin duda, pero para mí falta la mejor. La de Pantani en galibier en 1998. Cuando parecía que los futuros tours iban a estar en manos de hombres dominadores del crono como Ullrich, llegó el italiano y tras un ataque de lejísimos en un día de perros , hundió al alemán en la miseria para el resto de su carrera. Grande Marco, grandísimo, eterno.