Ciclistas Tour

Las decepciones del Tour 2022

El Tour de Francia ha terminado. Llega el momento de hablar de las decepciones de la carrera y, cómo no, lo haré desde la comodidad de mi sofá y bajo el chorro frío del aire acondicionado, aunque, a decir verdad, no lo he escrito en el sofá y me he refrescado como he podido con un ventilador pequeño; eso sí que es una gran decepción.

Bueno, dejaré de hablar de miserias personales y lo haré ahora de miseria ajenas, que es para lo que has hecho clic en el enlace.

Mathieu van der Poel

En algún momento le iba a tocar perder a este ciclista que levanta tantas pasiones allá por donde va. Después de haberse pasado todo el Giro en fuga, como si fuese Harrison Ford en El fugitivo, Van der Poel ha pegado un petardazo en el Tour digno de las Fallas de Valencia. Una pena porque siempre acostumbra a dar espectáculo. Se le esperaba con ansia en el día del pavés y la decepción fue directamente proporcional a la expectación que había levantado de cara a esa jornada.

Hay cosas que, aunque no sean agradables, alguien tiene que decirlas: VDP ha hecho el ridículo en este Tour.

Ⓒ ASO / Charly López

Enric Mas

Llegaba a la Grande Boucle con la intención de subirse a uno de los cajones del podio y el batacazo de Enric Mas ha sido mayor que los que pegó en los descensos de Tirreno, Itzulia y Dauphiné.

El fracaso es perdonable para cualquier corredor que se sube a una bicicleta, pero Enric ha pecado de bocachancla en más de una ocasión ante los micrófonos de la prensa y eso, unido a su escaso carisma, ha provocado que su interminable legión de haters haya tenido motivos de sobra para paladear su pobrísima actuación.

A lo poco que iba para arriba hay que añadir algo aún más sorprendente: sus bloqueos en los descensos –en parte entendible tras sus caídas de esta primavera–.

Tras todos estos palos, llega el momento de desearle que supere pronto esos bloqueos, que se sienta otra vez ciclista y que se muestre en carrera siendo valiente que, aunque a veces no sea lo mejor a nivel de resultados, sí que es lo que le gusta al público y lo que crea afición.

Rigoberto Urán

Segundo en el Tour de 2017 a base de chupar rueda, este año el colombiano quedó pronto fuera de la lucha por la general. Rigo intentó reinventarse y buscó conseguir una victoria de etapa filtrándose en las fugas, pero su estado de forma ha sido muy deficiente y en todas las fugas había un buen ramillete de ciclistas con piernas mucho mejores que lasa suyas.

Vamos, que lo mejor de Urán esta edición han sido sus declaraciones, algo en lo que siempre es muy pintón.

Ⓒ ASO / Pauline Ballet

Tony Gallopin

Siguiendo la contrarreloj del sábado me enteré de que estaba corriendo el Tour Tony Gallopin, un ciclista que acostumbra a ser combativo, a pelear las fugas y a hacer unas dos primeras semanas de Grande Boucle muy buenas. Hablamos de un ciclista que en 2014 ganó una etapa y que llegó a ser líder del Tour; sin embargo, en esta edición ha pasado por la carrera con mucha pena y sin ninguna gloria.

B&B Hotels

Pocas veces se ha visto una actuación tan pobre de un equipo en el Tour. Atrás quedan los tiempos en los que esta estructura daba guerra y era protagonista dentro de sus posibilidades. Este año es que no han aportado casi que ni en las fugas. El paradigma de esta desidia y despropósito ha sido Pierre Rolland, que se ha tirado tres semanas viajando por Francia de gañote sin moverse lo más mínimo.

Ⓒ ASO / Charly López

Ineos

Debo estar loco para poner como decepción al equipo que ha sido tercero con Geraint Thomas y que ha logrado una victoria de etapa gracias a la primorosa actuación de Tom Pidcock en Alpe d´Huez, pero la cosa es que el equipo de las marginal gains, que llegaba con una nómina tremenda de corredores, ha sido el equipo de los marginal risks, y es que los ingleses han arriesgado menos que ir a los Oscar vestido con un traje negro y una camisa blanca.

Daniel Felipe Martínez, que llegaba como outsider del equipo, naufragó pronto y luego no fue capaz de imponer su calidad en las fugas. Adam Yates, otro “candidato” a ganar, se ha limitado a ir a rueda y, cuando no podía más, a tirar para Thomas: Aun así, a ‘Gemelo 1’ le ha dado para ser décimo de la general, eso sí, a más de veinticuatro minutazos de Vingegaard.

Es una pena que un equipo que llegaba a la salida con tres primeros espadas, no haya buscado algún movimiento para sorprender o por lo menos evitar que los rivales estuviesen cómodos. Pero nada, ruedazos a granel de Thomas y poco más. Luego ponemos el grito en el cielo cuando Movistar juega a no hacer nada.

UAE

Lo mismo pasa con UAE Emirates. El equipo de los petrodólares, aun teniendo buenos corredores sobre el papel, ha dejado mucho que desear a la hora de la verdad. Es verdad que tienen la excusa de las bajas, pero salvo momentos puntuales de Majka y de McNulty, poco han arropado sus compañeros a un Pogacar que ha estado solo gran parte de la ronda gala.

Ⓒ ASO / Charly López

Maximilian Schachmann

El alemán es un grandísimo corredor, pero en esta ocasión ha tenido una presencia testimonial en carrera. Por potencial podría haberse llevado para casa alguna victoria de etapa. No ha sido así y ni siquiera ha aparecido como uno de los animadores del Tour, algo que a priori podría haber hecho. Schachmann se ha limitado a hacer de aguador y a proteger a un Vlasov que ha sido muy irregular e inconsistente. Y con todo, el ciclista originario del país que no se puede nombrar, ha logrado ser quinto de la general con menos piernas que una culebra.

Otras decepciones

Podría seguir desgranando una lista mucho más larga de decepciones, pero quedaría un post demasiado largo y hoy en día nadie quiere leer textos que se terminan haciendo tan pesados como las etapas mojoneras de la primera semana, aquellas en las que el pelotón se propuso convertir a Magnus Cort-Nielsen en el paradigma de la combatividad y la profesionalidad.

Pero eso no quiere decir que no pueda nombrar a otros corredores que han estado lejos del papel que se esperaba de ellos.

Ⓒ ASO / Charly López

Ion Izagirre ha sido uno. El vasco ha andado sin golpe de pedal durante toda la carrera. Poco o nada se ha mostrado Benoît Cosnefroy. Caleb Ewan y su equipo, el Lotto Soudal, han sido una calamidad en las llegadas masivas. Al pobre Ewan últimamente le pasa de todo; es capaz de comerse una patata y que le venga con hueso. Y, hablando de esprines, el treno de Quick Step tampoco ha funcionado como suele hacerlo cada año en las volatas del Tour, aunque Jakobsen ha sumado un parcial.

Ejercicio de cuñadismo perpetrado por: @AbdonRV

Foto de portada: ASO / Pauline Ballet

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