Ciclistas

¿Le falta explosividad a Mikel Landa?

La explosividad en ciclismo es aquella cualidad que permite al ciclista responder o proponer cambios de ritmo severos, con grandes variaciones de velocidad. Mikel Landa, un más que consolidado escalador de fondo desde que comenzó en esto, ha empezado serio en su rendimiento en la temporada 2023. Sin embargo, bien lejos de las posibilidades de ganar se ha quedado en estas pruebas previas al descanso que antecederá a la preparación final del objetivo del año: el Tour de Francia. Una prueba que arranca en su Vizcaya natal y que comportará una mayor responsabilidad, pero también una notable motivación.

Landa ha sido un ciclista que en los últimos años ha centrado su forma en el Giro de Italia y un mes de mayo que siempre le ha sido más productivo que el de julio, donde no ha pasado de ser cuarto y sin tener el brillo del que ha disfrutado en la gran cita italiana. El reclamo de la salida en Bilbao era una ocasión única y habiendo logrado el tercer puesto en la pasada edición del Giro tras haberlo buscando con ahínco durante varios años, su ciclo en dicha carrera ha podido pasar a un segundo plano. Ahora es turno del Tour, de buscar eso que durante tantos años no ha logrado por unas u otras razones en la prueba francesa.

© ASO / Ballet

¿El objetivo? ¿El podio? ¿Es realmente una quimera pensarlo? Camino de los 34 años y después de no haber pasado en su plenitud de ese maldito cuarto puesto, parece complicado plantearse algo más allá de repetir en un top cinco, si bien es cierto que dándose unas determinadas circunstancias y habiendo sido tercero en el último Giro ante rivales de cierta relevancia como Joao Almeida, mientras estuvo en competición, Simon Yates, Richard Carapaz, Jai Hindley, etc. No es ni de lejos la participación que encontrará en el Tour, con, sobre todo, Tadej, Jonas y sus equipos desatados en una guerra sin cuartel, pero sí que anima a pensar que ante ellos no parece que pueda. Pero, ¿y ante Geraint Thomas? El galés fue tercero en París.

David Gaudu anduvo más cerca que de costumbre de la dupla que está en boca de todos. Esa tercera plaza estará más cara que nunca. Y ahí Landa tendrá más dificultad en ser considerado un candidato en esa posible falta de explosividad. El ciclismo de hoy se plantea de forma diferente a la época en la que se aupó al estrellato. Las etapas son mucho más cortas, sobre todo en un Tour de Francia cuya etapa más larga alcanza únicamente los 184 kilómetros. Todo eso le resta posibilidades a un ciclista que cuanto más duro mejor, y cuanto más largo, también, ya que él tiene esa resistencia del escalador de toda la vida. Sobre todo en montaña.

© ASO / Broadway

Al plantearse las arrancadas de forma tan explosiva, el vasco tiene la dificultad de no poder responder ante semejantes demostraciones de fuerza instantánea. En el pasado Giro dio la sensación de que el líder del Bahrain Victorious recurría a demasiado desarrollo para ascender los puertos, lo que bien ha sido una causa de esa pérdida de explosividad (natural por el paso de los años, por otra parte). En el Tour, falto de esas etapas de fondo con varios puertos, sabe al tipo de carrera al que se va a enfrentar. La tranquilidad es ver su nivel en subida tanto en Tirreno como en la Volta, ubicándose lejos de ese primer grupo de fueras de serie, pero muy competitivo con respecto a ese otro pelotón de ciclistas más accesibles a su nivel actual.

Recurrir a plantear la batalla de lejos puede ser mejor idea que intentar ubicarse en uno u otro vagón después de las arrancadas de los teóricos favoritos a la victoria. En esa táctica de recobrar tiempo ante los elementos que suele llevar Joao Almeida, de menos a más, Landa se puede quedar corto. El dos veces tercero en el Giro debe tener claro cuál es su papel y cuáles son los objetivos más accesibles. Las posiciones primera y segunda del podio de París parecen otorgadas. Parece lógico pensar que Landa está un escalón por debajo (o dos) en esa explosividad que tan bien define al ciclismo de hoy. Ese motivo puede haber provocado que la Vuelta históricamente no se le haya dado tan bien como, por ejemplo, el Giro.

Escrito por Lucrecio Sánchez

Foto de portada: Photogomezsport

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