Las barras y las estrellas, un país competitivo en casi todos los deportes no podía ser menos en el ciclismo. Una vez aterrizó el ciclismo profesional en Estados Unidos, o los Estados Unidos en el ciclismo, poco tardaron en disipar esas desventajas que se podían observar con respecto a los ciclistas europeos. Greg LeMond fue el primer gran triunfador de este ciclismo para cruzar los éxitos por encima del océano.
Su irrupción a la sombra de Bernard Hinault y su posterior historia e intrahistoria le convirtió en una de las personas más novelescas que ha pasado por el ciclismo desde tiempos inmemoriales. Su biografía no tiene desperdicio, como tampoco lo tiene la animadversión que el ciclismo francés acabó teniendo hacia su persona, tras derrotar de forma humillante tanto al propio Hinault como a su sucesor, Laurent Fignon.
El último de ellos con la escena tan significativa de ver al francés de la coleta llorando y al americano rodando sobre el entonces novedoso manillar de triatlón. Ganó su primer Tour en 1986, pero fue interesante ver cómo el también estadounidense Andrew Hampsten se alzó con la victoria en el Giro de Italia. Y no fue una edición cualquiera, sino aquella que vivió la épica camino de la cima del Gavia y su congelado descenso. El ciclista del 7 Eleven tuvo serios problemas para llegar a meta, como todos los ciclistas, pero se vistió de rosa aquel día, un rosa que ya no abandonaría hasta Vittorio Veneto, punto final de aquella corsa rosa.


De ahí en adelante se vivió la incorporación de Lance Armstrong a los ciclistas de Estados Unidos que consiguieron hitos en el ciclismo al proclamarse campeón del mundo en Oslo, en 1993, y por delante del dominador del ciclismo de entonces, el español Miguel Induráin. Antes que el de Texas se impuso Greg LeMond en dos ocasiones.
Fue el comienzo de unos años en los que su caso fue muy sonado por el tema cáncer y todo lo que ya sabemos, con los siete Tours arrancados de cuajo del libro de historia. Un año antes de esa serie entre 1999 y 2005, Bobby Julich subía al tercer peldaño del podio de París. Serie que continuaba Floyd Landis con un éxito similar al de Lance. Mismas consecuencias, aunque su caso fue bastante menos tardío en explotar.
Por el camino, Julich también fue el primer estadounidense en llevarse la París Niza. Armstrong y LeMond serían podio unos años antes. Pese a los intentos de Lance en su época pre-cáncer, sería Tyler Hamilton el primer estadounidense en llevarse un Monumento. Tuvo lugar en Lieja Bastogne Lieja, en el año 2003 y es hasta hoy la única victoria para el país en este serie de cinco carreras. Ni siquiera George Hincapie, que anduvo rozando el poste en París Roubaix, fue capaz de materializar el avance de este ciclismo en el ciclismo de un día a nivel global.
Entre 1985 y 2006 el Nacional de Estados Unidos consistía en una carrera abierta en Philadelphia a participación internacional con ranking propio para designar al campeón estadounidense. Después ya ha sido una prueba oficial como tal, mucho más en la línea del ciclismo del resto del mundo y unificando la forma de decidir el portador del maillot de barras y estrellas a lo largo del calendario.



Faltaban pocos palos por probar y pocas barreras que derribar para los norteamericanos. Una de ellas era el sprint, hecho que a través de corredores como Tyler Farrar, dominador de la velocidad en los metros finales, también alcanzaron. Otro hito cumplido fue ver la bandera alzarse sobre la Vuelta a España, ganada por un veteranísimo Chris Horner. Con él conquistaron la grande que les faltaba, en un caso especial por lograrlo a la edad de 42 años de edad y ante uno de los mejores ciclistas del mundo como Vincenzo Nibali.
Taylor Phinney, producto BMC, fue un buen contrarrelojista, con varias victorias muy interesantes. Como David Zabriskie. Lo mismo que las expectativas que generaron otros corredores de grandes vueltas que no lucieron lo que se esperaba, como fueron Tejay Van Garderen o Tom Danielson, este último también presuntamente salpicado por el dopaje.
Buenos corredores ha habido a patadas, como hay en la actualidad de la mano de Quinn Simmons, Sepp Kuss, Brandon McNulty, Chad Haga, Sean Quinn, William Barta, Joe Dombrowski, Lawson Craddock, Kevin Vermaeke, el prometedor Magnus Sheffield o Nelson Powless. Todos ellos en equipos de élite del World Tour, donde acumulan victorias y resultados de honor. Matteo Jorgenson, del Movistar, parece el más prometedor por el momento.


En materia de equipos, estuvo durante años aquel mítico Motorola que era el 7 Eleven y posteriormente mutó en US Postal, con toda la polémica que rodeó al conjunto de Johan Bruyneel entre confesiones de dopaje y fuego cruzado hasta que saltó a la luz todo el caso Armstrong. Un terremoto que afectó a muchos gregarios del ex campeón de siete Tours, con algunos nombres rescatables. Es más, en sus primeros tiempos se basó en el buen escalador Kevin Livingston, posteriormente desaparecido del panorama ciclista.
Jonathan Vaughters, también ex compañero de Lance, tomó las riendas de un equipo que es hoy el Education First. Del mismo país es la licencia del Trek Segafredo. Algo que antaño no era tan habitual, con equipos de mayor raíz europea. Un caso muy extravagante fue el de Rock&Racing donde compitieron entre otros Óscar Sevilla, Santiago Botero o Mario Cipollini. Otro equipo interesante fue el Mercury de Pavel Tonkov. Allí corrió, por ejemplo, Chann McRae, un buen ciclista.
Uno de los casos más llamativos fue el ex campeón estadounidense Fred Rodríguez. Un buen ciclista, con desempeño en pruebas de un día y lucha por victorias de etapa. Sin embargo, era un ciclista de origen colombiano, nacido en Bogotá, de hecho. El ciclista de Mapei lo fue en una época donde no era tan común todavía la globalización, etc. Ya sólo el apellido rechinaba a muchos a la hora de ser considerado un ciclista norteamericano.


Otros nombres pueden ser los de Frankie Andreu, clave en la revelación del caso Armstrong, Brent Bookwalter, gregario del primer australiano en ganar el Tour, Cadel Evans, Nathan Brown, David Clinger, también rápido al sprint, Antonio Cruz, el breve ciclo de John Levine, la clase de Jason McCartney, Ben King con sus victorias en la Vuelta a España, Levi Leipheimer, podio en Vuelta y Tour aunque de forma bastante discreta, el trotamundos Danny Pate que ‘nació’ en Saeco y pasó hasta por el Sky británico, Christian Vandevelde, un buen gregario de montaña, la perseverancia de Andrew Talansky, campeón de una Dauphiné Liberé y protagonista de varias Grandes Vueltas,
No hay que olvidar que uno de los inventores y promotores de la Mountain Bike fue estadounidense, Gary Fisher. Aún en 2023 sigue estando de actualidad con sus diseños y sus inventos, como la rueda de 29″ u otras innovaciones. Tampoco que en ciclismo femenino la cosa ha ido también animándose, como la irrupción de Kristin Armstrong, doble campeona olímpica en contrarreloj, por ejemplo, siendo un gran emblema del ciclismo estadounidense.
En la actualidad también hay ciclismo en el World Tour, con el Human Powered Health como equipo más destacado y ciclistas como Chloe Dygert, Lauren Stephens, Krista Doebel-Hickok, Clara Honsinger, Emma Langley, Katie Clouse, Makayla Macpherson, Kaia Schmid, Lily Williams, Ayesha McGowan, Megan Jastrab, Coryn Labecki y Tayler Wiles, . Destacando quizá Kristen Faulkner sobre todas ellas. Una notable presencia en la máxima categoría, muy por encima de países tradicionales como, por ejemplo, España.
Escrito por Lucrecio Sánchez
Fotos: Sirotti