Varios han sido los ciclistas que han conquistado a lo largo de la historia el triunfo en el Giro de Italia y en el Tour de Francia, incluso añadiendo Vuelta a España o Campeonato del Mundo como es el caso de Merckx o Hinault. Pero son muy pocos los que han conseguido el reto de vencer en la misma temporada la Corsa Rosa y la ronda francesa, hubo otros que hicieron el intento, pero fracasaron en su misión, y desde 1998, con las victorias en Giro y Tour del añorado Marco Pantani, nadie ha vuelto a conseguir esta proeza, en la actualidad, el nombre de Tadej Pogaçar suena como el más capacitado para repetir esta gesta, aunque todavía no ha realizado su debut en la carrera italiana. Más joven todavía es Remco Evenepoel, y tiene muchas temporadas por delante para intentar conseguir ese cada vez más complicado doblete.
En los últimos tiempos algunos corredores han intentado sin éxito ganar las dos carreras en una misma campaña, entre ellos Alberto Contador, que lo intentó en las temporadas 2011 y 2015, después de vencer en ambas el Giro de Italia, sin embargo, poco pudo hacer ante Cadel Evans y Chris Froome y su potente SKY respectivamente. Fue el mismo Froome uno de los últimos ciclistas en intentar esta complicada proeza, en la temporada 2018 después de ganar la carrera transalpina, pero no pudo revalidar el Tour de Francia, que fue para su compañero Geraint Thomas.
Otros estuvieron muy cerca de conseguir este doblete en otras temporadas, tal fue el caso de Laurent Fignon, que no pudo vencer el Giro de Italia de 1984 ante Francesco Moser en una edición muy controvertida con las acusaciones de beneficiar al italiano de una forma o de otra, mientras que poco después se llevó con contundencia el Tour de Francia. Al contrario que en 1989, un año en el que, si se proclamó vencedor en Italia, pero perdió en la célebre crono de Paris ante Lemond el Tour de Francia. Miguel Induráin pudo firmar su tercer doblete en la campaña de 1994, sin embargo, un mal momento en la famosa etapa de Aprica, una de las más recordadas de los últimos tiempos, dejó al corredor de Banesto sin aquel Giro en favor de un sorprendente ruso llamado Eugeni Berzin.

Recordamos a los ciclistas que a lo largo de la historia han conseguido triunfar en las dos carreras por etapas más importantes del mundo en una misma temporada:
Fausto Coppi: 1949, 1952
El primero en conseguir este hito en el mundo del ciclismo fue el legendario Fausto Coppi. El corredor de Castellania ya había pasado por encima a su archirrival Gino Bartali un par de años antes en el Giro de Italia, y la historia se repetía en aquel 1949. Fueron más de 23 minutos de diferencia lo que Coppi sacó al segundo clasificado, obviamente Bartali. Además, tuvo la oportunidad de firmar una de sus grandes obras, la victoria de etapa entre Cuneo-Pinerolo. Una inolvidable escapada, aquella de “un uomo solo al comando”, nada menos que Vars, Izoard,Madelaine, Montgenevre y Sestrieres en solitario, y más de 11 minutos de ventaja sobre el segundo en meta.
Poco más de 15 días después, el ciclista del momento, Fausto Coppi, se presentaba en Paris para asaltar su primera victoria en el Tour de Francia. Un triunfo que se cimentó en las etapas contra el crono, especialidad del italiano, y en dos jornadas de los Alpes, la que finalizaba en Briançon y la llegada en Aosta, en territorio transalpino, ante la locura de miles de aficionados que fueron poblando las cunetas de la ruta. Con una última exhibición en la crono entre Colmar y Nancy, de nada menos que 137 kilómetros, Coppi se proclamaba vencedor del Tour de Francia del 49 con más de 10 minutos sobre su compañero y eterno rival Gino Bartali.
Tendrían que pasar 3 años para ver al gran campeón de Castellania haciendo doblete en Giro de Italia y Tour de Francia. En la Corsa Rosa no tuvo rival una vez más en la lucha contra el cronometro, venciendo Rocca di Papa y en Como en esa disciplina. En la montaña firmó entre Venecia y Bolzano una de sus exhibiciones marca de la casa, transitando en solitario por Pordoi y Sella. Muy lejos estuvieron sus rivales, con otro de los grandes ciclistas italianos de la época, Fiorenzo Magni en la segunda posición en la general, pero a más de 9 minutos. Semanas después daba comienzo el Tour de Francia de 1952 en la Bretaña francesa, y por supuesto Fausto Coppi era el principal favorito al triunfo definitivo. Un hecho significativo fue la primera ascensión en la historia del Tour a la estación invernal de Alpe d´Huez, primer final en alto de la carrera, con Coppi venciendo también en solitario, un triunfo que repitió en el Puy de Dome. Para el recuerdo la célebre imagen del bidón entre Coppi y Bartali en plena ascensión al Galibier, con el enigma de quien se lo dio a quien, y la oculta figura del ciclista que supuestamente les acompañaba, si fue Stan Ockers o Bernardo Ruiz.

Jacques Anquetil: 1964
El normando forma parte del selecto club de quíntuples vencedores del Tour de Francia entre otras muchas victorias. Destacado por su elegancia encima de la bicicleta, y sobre todo por sus prestaciones en las contrarrelojes, Anquetil también aceptó el reto de vencer en el Giro de Italia, un triunfo que llegó por primera vez en 1960 y que iba a repetir en la edición de 1964. Enrolado en las filas del Saint Raphael, fue resistiendo con solvencia el acoso de los ciclistas italianos en las etapas de alta montaña, y desde su triunfo en la única crono de aquel Giro, portó la maglia rosa de líder, llegando a Milán como vencedor por delante de Italo Zilioli y Guido de Rosso.
En 1964 Anquetil buscaba el quinto Tour de Francia para engrandecer más si cabe su abultado palmarés, además había vencido consecutivamente los tres anteriores. Su duelo con Raymond Poulidor, el mal llamado eterno segundón, dividió a toda Francia, aunque la mayor parte del público se inclinó por el Limousin antes que por Anquetil. Expertos en la historia de la Grande Boucle, señalan esta edición como la mejor de todos los tiempos, una afirmación complicada y relativa, pero si es cierto que dejó momentos para la posteridad como la famosa etapa de Andorra y todo lo que aconteció alrededor de la misma, o el choque de hombros de los dos grandes protagonistas en las rampas del Puy de Dome, donde Poulidor tuvo contra las cuerdas a Anquetil, sin embargo fue el normando el que se iba a llevar el gato al agua con las rentas obtenidas en las contrarrelojes de Bayona y Paris, para acabar venciendo aquel Tour por tan solo 55 segundos.

Eddy Merckx: 1970, 1972, 1974
Evidentemente en esta lista no podía faltar el considerado por unanimidad mejor ciclista de todos los tiempos. Con 5 victorias en el Giro de Italia y otras 5 en el Tour de Francia, es de lógica que repitiera el triunfo en las dos grandes dentro de la misma temporada. El modus operandi del caníbal belga fue idéntico en todas las grandes vueltas en las que resultó vencedor. Destrozando la carrera desde las primeras jornadas, dominando en todos los terrenos, incluso en casi todas las clasificaciones secundarias. En 1970 completó su primer doblete, ya en la cima del ciclismo mundial, en primer lugar, llegó su triunfo en el Giro, donde se vistió de rosa en la séptima etapa hasta el fin de la carrera. No fue la Corsa Rosa de más dominio para el belga, pero se impuso en un par de etapas y aventajó a Felice Gimondi en más de 3 minutos en la clasificación general. Por el contrario, el Tour de Francia de aquella temporada fue un recital de Merckx, con hasta 8 triunfos parciales, la montaña, la combinada y la combatividad, y fueron casi 13 minutos de ventaja con el segundo, Joop Zoetemelk.
Un par de temporadas después, en 1972, Merckx repetía la hazaña, lo difícil de hecho era que no lo consiguiera. En el Giro tuvo que luchar en la alta montaña contra el bravo asturiano José Manuel Fuente, aunque finalmente se impuso en Milán por más de 5 minutos, en un podio completado por otro español, Paco Galdós. Por su parte en la ronda gala, se esperaba el duelo entre el belga y Luis Ocaña, después de lo ocurrido en la anterior edición, donde una terrible caída en el Col de Menté dejó al español sin un Tour de Francia que tenía en el bolsillo, con el propio Merckx en segunda posición hasta ese incidente. En 1972, Ocaña no tuvo el golpe de pedal del año anterior, y tras algunas caídas y una infección pulmonar, tuvo que abandonar en los Alpes. Merckx apenas tuvo rival hasta la llegada a Paris, y se dedicó a coleccionar triunfos parciales daba igual que fuera en Pirineos, Alpes o contrarreloj, además del maillot verde y la combinada.
La temporada 1974, a pesar de comenzar un ligero declive en las clásicas y otras pruebas de cierta relevancia, fue muy brillante para Eddy Merckx, ya que además de repetir por tercera vez triunfo en Giro y Tour en una misma temporada, ponía la guinda conquistando el Campeonato del Mundo en ruta celebrado en Montreal. En Italia volvió a encontrar a un espectacular Tarangu, que a pesar de aguantar de rosa muchas jornadas, acabó hundiéndose camino de San Remo, donde iba a perder muchos minutos. Merckx volvía a proclamarse vencedor del Giro, y se acercaba a su cita con la historia para empatar con 5 triunfos en el Tour a Jacques Anquetil. Aquel de 1974, fue el último triunfo del caníbal en la clasificación general de la carrera francesa, otra demostración incontestable del corredor del Molteni, sin apenas rivales que pudieran poner en aprietos su liderato, ante la ausencia de Ocaña o Zoetemelk. Se adjudicó 8 etapas, la combinada y el premio a la combatividad.

Bernard Hinault: 1982, 1985
El ambicioso corredor bretón, sin llegar a las cotas de dominio absoluto y tiránico de Merckx fue el gran dominador con mucha diferencia de su época, fue capaz de igualar al propio belga y a Anquetil con 5 victorias absolutas en el Tour de Francia, además de sus tres triunfos en el Giro. En 1982 conseguía su primer doblete de Giro y Tour dentro de una misma temporada. El potente equipo Renault de Hinault asaltó la Corsa Rosa, sin excesivos problemas ante los Moser, Saronni, Prim y compañía, salvo el susto en la etapa de Boario Terme, donde perdió el liderato ante Contini para recuperarlo un día después. En esta ocasión en territorio suizo unas semanas después, comenzaba el Tour de Francia con el bretón de Renault-Elf como absoluto favorito, y por supuesto no defraudó a las expectativas. Después de varias jornadas con el australiano Phil Anderson vistiendo de amarillo, Hinault se desquitaba en la contrarreloj de Valence d´Agen, a pesar de quedar segundo, y tomaba el liderato, para refrendarlo en la última crono en Saint Priest. La guinda al pastel fue su triunfo de amarillo en la llegada en Paris a los Campos Elíseos, un hecho sin duda insolito, muy a la altura de un personaje de la talla de Hinault
En 1985, Hinault iba a lograr por segunda vez la gesta de doblete. A pesar de ser un Giro hecho a la medida de los rodadores italianos como Moser o Saronni con ausencia de grandes etapas montañosas, la condición de hombre completo del caimán, iba a poner un punto favorable de cara a su victoria final, incluso batió a Moser en alguna de las etapas cronometradas. Por su parte en el Tour de Francia iba a llegar su quinta victoria, en un clima enrarecido dentro de las filas de su equipo, La Vie Claire, aquel mega proyecto del empresario Bernard Tapie. La presencia del americano Greg LeMond, disputando por momentos el liderato al Hinault, fue el auténtico aliciente de la prueba, aunque LeMond en ocasiones se mostró colaborador con el francés. En el podio les separaron algo menos de dos minutos, y la promesa de Hinault de trabajar para Lemond el año siguiente en el Tour de Francia.

Stephen Roche: 1987
Pocos ciclistas en la longeva historia del ciclismo habrán completado un año tan perfecto como el del irlandés Stephen Roche en la campaña de 1987. Se puede decir que la victoria con más mérito para Roche fue la del Giro de Italia, debido a los problemas que tuvo dentro del seno de su propio equipo, el Carrera, y con su compañero Roberto Visentini, que había vencido en la anterior edición. Además, su director Davide Boifava no supo manejar la situación de forma favorable, y los aficionados italianos estuvieron también en contra del irlandés. En ese contexto, Roche se proclamó vencedor de un Giro en el que fue el mejor dentro de la carretera a pesar de las adversidades.
En aquel Tour de Francia de 1987 que partía de Berlín, se hablaba de las ausencias de Fignon, Hinault o Lemond, cada uno por una cuestión diferente. Los favoritos al triunfo eran otros, y en esa terna se encontraba Stephen Roche. Las grandes esperanzas francesas Charly Mottet y Jef Bernard se fueron desinflando en Mont Ventoux y Vilard de Lans respectivamente, e hicieron acto de presencia Pedro Delgado y Stephen Roche, para disputarse el triunfo final en Paris. Una victoria que fue a parar al irlandés, después de resistir en La Plagne, con oxígeno de por medio incluso al final, y vencer en la contrarreloj de Dijon, para aventajar en la general definitiva en 40 segundo al segoviano.

Miguel Induráin: 1992, 1993
Miguel Induráin fue el primer ciclista español en proclamarse vencedor del Giro de Italia, a pesar de que en tiempos anteriores corredores como José Manuel Fuente o Paco Galdós estuvieron bastante cerca. En 1992 el navarro participaba por primera vez en un Giro de Italia, y lo hacía en calidad de máximo favorito después de su triunfo un año en antes en Francia. Cimentando su triunfo en las dos contrarrelojes largas que tuvo la carrera, y aguantando con solvencia las acometidas de los Chiappucci, Chioccioli y compañía, se proclamaba vencedor en Milán. Poco después en el mes de julio en las carreteras francesas la historia es bien conocida por los aficionados al ciclismo en España. Fue el año de la salida en San Sebastián, pero también lo fue el de la recordada etapa de Sestrieres y la pájara del ciclista de Banesto, y por supuesto de la estratosférica exhibición contra el crono en Luxemburgo.
Al año siguiente el ciclista navarro volvía a repetir el triunfo en el Giro y en el Tour. En Italia sufrió más de la cuenta contra un desconocido ex soviético, ya con nacionalidad letona, Piotr Ugrumov, en la ascensión al Santuario de Oropa, donde por momentos toda la afición española vio peligrar el segundo Giro de Induráin. Por fortuna pudo controlar la situación y acabar como vencedor al día siguiente en Milán. Posteriormente en su intento de conquistar el tercer Tour de Francia consecutivo, el resultado no fue diferente, aunque también hubo momentos de tensión como cuando Tony Rominger intentó dar un vuelco a la carrera en el Tourmalet después de firmar unos días antes una gran actuación en los Alpes. El ciclista de Villava nos volvió a dejar jornadas para el recuerdo como la espectacular contrarreloj en Lac de Madine.

Marco Pantani: 1998
El añorado Pirata fue el último ciclista hasta la fecha en conseguir este ansiado doblete Giro y Tour dentro de una misma temporada. La temporada 1998 siempre quedará marcada como la del Caso Festina, aquel affaire de dopaje que salpicó al Tour de Francia unos días antes de su inicio en Dublín, y que iba a marcar un antes y un después en la historia de este deporte y en la lucha contra el doping. En el Giro de Italia Marco Pantani realizó una grandiosa exhibición en la alta montaña, e hizo vibrar al país transalpino cuando se vistió de rosa en Val Gardena. Tan solo Pavel Tonkov fue rival para el corredor de Cesenatico.
Si alguien pudo salvar en parte aquel controvertido Tour de Francia de 1998, fue Marco Pantani. El favorito era sin duda el germano Jan Ullrich, y lo iba demostrando con el amarillo a la espalda hasta la llegada de la decimoquinta etapa, entre Grenoble y la estación invernal de Les Deux Alpes. Por el camino entre otros el Galibier, uno de los gigantes alpinos. En sus rampas y en una jornada pasada por agua y frio, el italiano del Mercatone Uno dinamitó el Tour lanzando un ataque fulminante que no pudo seguir Ullrich. El corredor de Telekom se dejó prácticamente 9 minutos en meta, y el amarillo fue a parar a Pantani. Una de las grandes exhibiciones del Pirata que le valió para acabar de amarillo en el podio de Paris, perilla incluida, a pesar de algunos intentos del alemán por dar la vuelta a la carrera.

Escrito por Alberto Díaz Caballero
Fotos: Sirotti / AFP / L’Equipe / Getty / Eurosport