Ciclistas Giro

Los Giros de Rigo Urán

Resulta que sí, que Rigoberto Urán estuvo bien cerca de proclamarse campeón del Giro de Italia. Cualquiera que se haya incorporado a la realidad ciclista recientemente sabrá que Colombia ya se ha llevado en dos ocasiones la carrera italiana de la mano de Nairo Quintana primero y Egan Bernal después. Ambos triunfaron no sólo en Italia, sino en el Tour de Francia, donde incluso el segundo de ellos puso una pica aún más importante proclamándose como el primer vencedor colombiano de la ronda gala. Un hito que en el caso de la carrera italiana ha recaído sobre el ex ciclista de Movistar, Quintana.

Sucedió en 2014, cuando el ciclista de Boyacá subió al podio de Trieste -ciudad donde terminó en esa edición la carrera- y levantó a un país que no vencía una gran vuelta desde que Lucho Herrera levantase el trofeo de ganador por primera y última vez para Colombia en la Vuelta a España de 1987. 27 años más tarde, la espiral de oro que se entrega al campeón del Giro fue a parar a un colombiano y así Nairo pasó a la historia.

Sin embargo, quien realmente comenzó a ser pionero y abrir puertas en las tres semanas que descubren rincón a rincón la geografía italiana fue Rigo, un talentoso escalador que rendía sobremanera en contrarreloj y que poco a poco fue escalando en las clasificaciones. Aprovechando que las participaciones del Giro eran las que eran y la gran ausencia de grandes nombres, fue capaz de subir al podio en 2013. Urán ganó una etapa de montaña y supo aprovechar su regularidad para ser segundo en la clasificación general final.

Vincenzo Nibali fue muy superior y no hubo manera de moverle del primer puesto. Tampoco era Rigo en ese momento un rival de la entidad del siciliano. En cambio, sí fue ganando la experiencia necesaria para regresar tan sólo doce meses más tarde y ser uno de los claros outsiders a la victoria. Ganó otra etapa y fue el rival a batir. Se alzó con la camiseta rosa de líder y parecía que si un milagro no acontecía, iba a convertirse en el primer colombiano en conquistar Italia en lo ciclístico.

Nairo Quintana no parecía atravesar su mejor momento de forma, así que Urán le ganó la partida en la montaña y en la contrarreloj, donde era claramente mejor. Fue interesante verle rendir en alta montaña mejor que nunca, mucho mejor incluso que cuando se convirtió en la gran amenaza de Chris Froome en el Tour de Francia de 2017, cuando hasta el último puerto, el Izoard, anduvo con opción de conquistar el maillot amarillo. Sí lució el rosa durante días, hasta que la carrera se dirigió a Val Martello a través de Gavia primero y Stelvio después.

En la bajada del último de ellos, entre el frío y la intensa niebla, la organización del Giro decidió aplicar bandera roja, es decir, neutralizar la carrera en el descenso del coloso. Unas herraduras colgadas de la montaña que son una amenaza para los cuerdos. Ahí aprovechó Nairo para abrir hueco con la ayuda de Gorka Izagirre. Llegaron al valle con ventaja, entre las protestas del grupo de favoritos, que les había dejado marchar por tratarse de bandera roja y un movimiento bastante irregular.

La organización miró para otro lado y Urán tuvo que empeñarse a fondo para intentar recuperar el hueco que Quintana había abierto. Perdió la maglia rosa en favor de su compatriota y perdió ahí el Giro de Italia. Cierto es que Nairo fue después más fuerte en la cronoescalada, pero en el Zoncolan fue difícil para el de Movistar, puesto que Urán lo dio todo para desbancarle y hacer justicia. No fue posible en absoluto y Quintana se proclamó campeón del Giro.

Urán, que había sido el primer colombiano en subir al podio de la ronda italiana en toda su historia, tuvo que conformarse con reafirmarse ante sí mismo y su nuevo equipo, ya que había abandonado Sky para marcharse al Ettix-Quick Step, como un gran líder para las grandes vueltas. Fue el único consuelo de Rigo, que años después de éxitos y ser uno de los más activos y populares en redes sociales del pelotón, creó en Colombia una cicloturista famosísima y con el Giro en su nomenclatura.

Escrito por Lucrecio Sánchez

Fotos: Sirotti

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *