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Los golpes de Bernard Hinault

El francés ha sido uno de los mejores ciclistas de la historia. Lo fue por sus victorias, pero también por su reacción ante la derrota. No tuvo muchas, bien es cierto, pero sí que las que tuvo fueron sonadas y requerían un golpe de efecto. Bernard no era un perdedor, o al menos quería dejar bien claro a sus rivales o a todo el que estuviese viendo a pie de cuneta o en sus casas que en caso de ser derrotado, quien lo consiguiese iba a sufrirlo de lo lindo. Como buen ‘Caimán’, como buen bretón. Inasequible en el aliento de buscar el primer puesto.

Muy interesante el serial publicado por Raúl Ansó sobre el francés, donde las muestras de ese carácter ganador han sido una constante a lo largo de su carrera. Prensa, aficionados, rivales e incluso sus compañeros de equipo sufrieron las consecuencias de una competitividad que le llevaron a levantar los brazos en 145 ocasiones, ganando diez de las trece grandes vueltas que disputó y conquistando éxitos de todos los colores, como el Campeonato del Mundo de 1980 con el durísimo circuito de Sallanches como escenario de una brutal exhibición del francés.

Ⓒ Sirotti

Las más duras caídas de Bernard

Ha habido golpes increíbles en la carrera de Hinault. Imposible olvidarse de la Dauphiné Liberé de 1977. Se impuso ante Bernard Thevenet, el caudillo de Eddy Merckx, del que iba a ser sucesor. A sus 22 años peleaba una de las grandes pruebas del calendario internacional ante los mejores del mundo. Una bajada hacia la meta de Grenoble le hizo trazar mal una curva a izquierdas y desaparecer por el cortado. La arboleda y los arbustos colindantes evitaron males mayores a un ciclista que en cuanto pudo regresó a la carretera para subir a la bicicleta, completar la etapa y… ganarla.

Otra caída muy recordada en la carrera del ‘Caimán’ tuvo lugar en el propio Tour de Francia. Saint Etienne recibía a la carrera un 13 de julio, en el año 1985. El sprint del grupo de favoritos tuvo la culpa. Uno de sus compañeros de pelotón se cruzó e Hinault llegó a meta con la cara y el maillot ensangrentados de forma alarmante. Pese a las lesiones, pudo lograr la que supondría su quinta y última victoria en el Tour y, por cierto, la última que un ciclista francés haya conseguido hasta la fecha.

Huelgas resueltas ‘a lo Hinault’

El pelotón de la París-Niza de 1984 transcurría con normalidad cuando la carretera se ve cortada por un grupo de manifestantes con pancartas en mano. En la cabeza del grupo iba Hinault, que no se lo pensó un instante y tardó apenas unas milésimas de segundo en bajarse de la bicicleta y golpear a las personas que estaban allí interrumpiendo la etapa. El caos se apodera de la escena durante algunos momentos, pero después vuelve a la calma y el pelotón vuelve a andar.

Un momento poco conocido de Bernard Hinault en el Tour de Francia ha llegado en su época de ex corredor. Como es conocido, ha colaborado con la entidad organizadora del Tour de Francia hasta no hace tanto tiempo, recibiendo personalidades en el podio y enfundando el amarillo a quienes lo obtenían. En una de estas entregas, en este caso de ganador de la etapa del Cofidis (penúltima victoria del conjunto galo en el Tour) en la ciudad de Nantes, un manifestante se subía al podio y tapaba la figura de Samuel Dumoulin a la hora de recibir los aplausos y las fotografías por haber ganado la etapa.

Hinault no se lo pensó y empujó al intruso hasta comprobar que efectivamente las fuerzas del orden expulsaron a semejante individuo fuera de la zona de podio. Incluso retirado, Bernard sabía lo que tenía que hacer en todo momento.

Ⓒ Sirotti

Ataques demoledores

Quién no recuerda la exhibición camino de Serranillos en la Vuelta a España de 1983. Tenía la carrera perdida y fue capaz de darle la vuelta de tal forma que se lesionó y se perdió por ello el Tour de Francia. Una etapa de leyenda. Al igual que lo fue la llegada a Sondrio del Giro de Italia de 1980. Panizza y los italianos dominaban la carrera hasta que llegó el Stelvio. Sus espectaculares curvas juntaron al galo con su compañero de equipo Jean-René-Bernaudeau, que ganó la etapa. El francés vestiría el rosa de forma definitiva por primera vez, consiguiendo así la primera edición de las tres que se llevó.

Ese mismo año, el golpe de mano que dio en Sallanches, en el Mundial más duro que se recuerda, fue también recordado durante años. La Cote de Dommancy fue la protagonista, con el francés aventajando a Baronchelli en más de un minuto, el primero de los mortales, y en más de cuatro a Juan Fernández.

Después, el campeón de cinco ediciones del Tour ha tenido muchos grandes ataques. Imposibles de recopilar en un solo artículo. Un auténtica bomba de relojería cuando no iba ganando. Incluso de amarillo ponía a sus rivales en jaque.

Ⓒ Sirotti

Declaraciones a la prensa

La etapa que llegaba a Sondrio en el Giro 1980 junto a su compañero de equipo en el Renault, Bernaudeau, trajo su polémica. Se dijo que Hinault dejó ganar a su compatriota, pero tanto en aquella llegada como años después, en declaraciones muy tensas a la prensa, Bernard insistió en que él no regala las victorias a nadie. Y que su compañero de escuadra ganó la etapa peleando contra él.

En todas las declaraciones a prensa iba implícito un mensaje de superioridad con sus rivales. Él era el capo, el líder. Y no admitía ninguna intromisión de ningún tipo en tener ese halo. Un campeonísimo donde los haya y un ciclista abonado al primer puesto porque cuando no lo lograba ponía toda la carne en el asador para alcanzarlo.

Escrito por Lucrecio Sánchez

Foto de portada: Sirotti

Una respuesta

  1. Mais qui inventerait en Espagne celle de l’appeler el caimán”? 😛 c’est le blaireau, EL TEJÓN, LE BLAIREAU BRETON d’Yffiniac! 😉

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