Jonathan Castroviejo, Luis León Sánchez, Gorka Izagirre, Peio Bilbao y Mikel Nieve. Los ciclistas españoles son escasos en número en la corsa italiana, pero la mayoría muy importantes y decisivos en la confección de la general final. Pese a que la mayoría de sus líderes no han tenido la carrera que esperaban, la actuación que están teniendo es sobresaliente, siendo los protagonistas indirectos de los duelos entre los grandes capos del pelotón en esta edición.
Ineos tiene en Castroviejo un seguro de vida. Tan pronto sube un puerto como Sega di Ala entre los más fuertes como resuelve un falso llano tirando del grupo con gran eficacia. El riojano ha mejorado mucho en subida, tanto que ha sido un elemento capital en la alineación del equipo en el Tour durante varios años. En el Giro ya sorprendió con una buena actuación el año pasado, pese a que la baja de Thomas trastocó los planes. Y este, en favor de Bernal, se está mostrando como uno de los ciclistas más fuertes de la tercera semana.
Por su lado, Mikel Nieve llega a su terreno: la montaña y la tercera semana. Un fondista como él solo, porque no hay muchos más. Único en su especie, tiene en el podio de Yates (quién sabe si ambiciones más altas después del traspiés del líder) entre ceja y ceja, por encima de sus intereses personales, que quizá se vieron truncados con la suspensión parcial de la etapa reina. En cuanto se defina la carrera para el británico de Bike Exchange, seguro que encuentra la ocasión para brillar en solitario.
Luis León Sánchez y Gorka Izagirre están cuajando un carrerón. Tanto el murciano como el vasco están en el grupo de los elegidos día sí y día también intentando tener bien colocado el ruso Vlasov y empujarle a una buena clasificación que de no llegar no será por la falta de apoyo del Astana. Los kazajos están cerrando un buen Giro, sea cual sea el resultado final. Han tomado la responsabilidad en los momentos decisivos y lo han intentado como equipo de forma valiente.
Peio Bilbao quizá no está viviendo el desarrollo que tal vez esperaba. La pérdida de Landa fue un revés importante. El equipo se sobrepuso bien, con victoria de etapa incluida a cargo de Gino Mader. Pero Bilbao no ha terminado de tomar el relevo del vasco tras su abandono, sino que ha sido Damiano Carusso el que se ha erigido incluso en un aspirante al podio de Milán.
Lo bonito es que están siendo protagonistas y viviendo estar en primer plano sin ser los capos, sin pelear ellos la general. En las fotos más importantes de la semana definitiva han sido de los ciclistas más presentes, con más voluntad ofrecida por sus equipos y con el claro objetivo de lograr los del equipo, los cuales han hecho suyos por delante de los suyos propios. Cinco seguros de vida que cualquier equipo desearía tener. Y todos con un mismo origen.
Escrito por: Lucrecio Sánchez (@Lucre_Sanchez)
Foto: Sirotti