El ciclista vasco de Lazcano se encuentra en el año que le verá cumplir 50 años de edad. Beloki aún sigue en el recuerdo de muchos aficionados que sufrieron con él en cada mes de julio apretando los dientes para que regresase como cada año al podio de París, en el que fue un asiduo entre los años 2000 y 2002. En 2003, cuando mejor se encontraba, se fue al suelo en el fatídico descenso de La Rochette, donde se instaló una placa para conmemorar aquel suceso histórico en la edición centenaria del Tour. Allí se puede decir que terminó su carrera ciclista, pese a que continuó a otro nivel durante un par de temporadas más.
No ha sido un ciclista de grandes victorias, a excepción quizá del título en la Volta a Catalunya del año 2001, cuando siendo un contender al podio del Tour de Francia encontró la solidez para hacerse con dos victorias de etapa y la general final. Siendo su mejor victoria, tal vez debamos empezar por ese gran momento en su carrera. Y es que la Volta de aquella temporada presentaba un recorrido muy interesante, con salida en Sabadell a través de una crono por equipos de 25 kilómetros, más una etapa durísima de media montaña por los cordales de Barcelona. Esa jornada vio a Beloki ganar en la capital catalana ante Óscar Sevilla, quien hizo todo el gasto.
En Boí Taüll, primera llegada en alto, los marcajes permitieron que algunos ciclistas como Escartín, Igor González de Galdeano (líder tras aquella jornada) o Eladio Jiménez recuperasen tiempo a un Beloki que dejó hacer a su compañero en el ONCE y marcó estrechamente a Sevilla. La etapa siguiente era la reina, con pasos por el Cantó, la Comella y meta en Els Cortals d’Encamp. Ahí fue fácil, ya que Fernando Escartín, con los colores del Coast alemán, puso un ritmo endiablado que sólo Joseba pudo seguir. El resto de ciclistas quedaron eliminados y así se aupó el vasco al liderato en la cronoescalada final a La Rabassa, donde fue muy superior.

Sin embargo, una victoria que con el prisma del ciclismo de hoy podría parecer menor, pero no lo fue, es la que Beloki consiguió en el Santuario del Acebo, en la Vuelta a Asturias del año 2000. Hoy día la prueba asturiana está de capa caída, pero entonces era una ocasión para reunir a lo más granado del pelotón español y así medir las fuerzas de los posibles candidatos a hacer una buena general en el Tour o incluso en el Giro.
De ese modo, el entonces ciclista de Festina se plantó allí con ninguna expectativa más allá que ver cuál era su estado de forma con respecto a otros rivales. Y confirmó que era un corredor de muchos kilates. Por allí estaban Roberto Heras, González de Galdeano, los Euskaltel, Azevedo, Moller, Escartín… y fue muy superior a todos ellos, marcando distancia con todos ellos con suma facilidad en la rampa final, donde el viento más aprieta.
Venía de haber ganado una contrarreloj en el Tour de Romandía ante Paolo Savoldelli, uno de los grandes candidatos a ganar el Giro de Italia. Acabó segundo a apenas 12″ de lograr ganar al italiano, en plena forma por estar ya en rampa de salida para la prueba transalpina. Con esa actuación se confirmó como uno de los hombres a seguir en el mes de julio en su nuevo equipo, el Festina, donde compartiría galones con Ángel Casero y Christophe Moureau. Beloki sería tercero y el francés cuarto.
Pero su gran día en este Tour vendría en el Mont Ventoux. Fue el famoso día de las luchas entre Pantani y Armstrong que acabó en declaraciones feas de uno a otro en el post etapa. Ese día quien llegó por detrás a menos de medio minuto fue Joseba Beloki, anticipándose a todo un Jan Ullrich y siendo tercera en meta.

Otro de sus grandes días tuvo lugar en La Demanda, en La Rioja. En plena Vuelta a España, que acababa de celebrar su contrarreloj en Torrelavega en la que el vasco había marcado muy buenos tiempos, llegaba la montaña en un día que Chava Jiménez escogió para regresar a la actualidad. Beloki marcó un ritmo durísimo que no pudo resistir nadie, llegando segundo a la cima, siendo el mejor de los favoritos y aupándose con el maillot de líder. Después lo perdería con aquella pájara camino de la cima de Envalira, pero ése precisamente no es uno de sus mejores días como ciclista.
Un buen día para Joseba fue la llegada a La Mongie en el Tour de Francia de 2002. Se esperaba el ataque demoledor de Lance Armstrong y llegó, con ayuda del escalador más en forma, que era Roberto Heras. El bejarano resistió la rueda de Beloki, que consiguió aguantar al norteamericano. Los tres llegaron a la línea de meta juntos y ganó el único de los tres que ganaría el Tour de Francia. Aunque a día de hoy ninguno tiene títulos en esa carrera. En el Tour también vivió momentos muy buenos en la previa a su grave caída que a la postre terminaría con el gran ciclista que fue.
Se trata de la jornada de Alpe d’Huez, donde en aquel Tour 2003 el estadounidense Armstrong sufrió de lo lindo, con los pómulos hinchados y Beloki lanzando latigazos una y otra vez para dejar de rueda al ciclista del US Postal y favorito unánime a la victoria. Mayo ganó por delante, pero el vasco se ubicó segundo en la clasificación general, a escasos 40″ del nuevo maillot amarillo y a la postre campeón de su quinto Tour sobre la carretera.
Tuvo un último día de gloria el bueno de Beloki. Fue en la Vuelta a España de 2005. El favorito era Roberto Heras, que ejercía de líder de su equipo y machacó a Denis Menchov en la etapa de Pajares. En el tramo previo al puerto fue clave la ayuda de Joseba, que se encontraba en la escapada y pudo colaborar con aquella gesta que finalmente le dio la Vuelta a España a su compañero de equipo, antaño rival y ahora líder del vasco. Parecía un síntoma de haber recuperado su nivel, pero con la Operación Puerto y todo el vendaval que arrasó el ciclismo español, se terminó la carrera de un muy buen ciclista como Joseba Beloki.
Escrito por Lucrecio Sánchez
Fotos: Sirotti