Hay ciclistas que tienen más suerte que otros, otros que saben encontrar eso que se llama el momento adecuado y saben permanecer en el sitio adecuado. A veces dos y dos son cuatro en esta situación, pero no en la siguiente. Ni siquiera en la misma situación toda vez que regreses a ella un tiempo más tarde. Da igual. Las cosas, las carreras, los tiempos de cada uno son los que son por alguna razón (o por muchas aconteciendo a la misma vez) y tienen sus altos, sus bajos, sus cuestiones mejorables y las que no, como las vidas y las carreras de todos y cada uno de nosotros.
Cuando se afirma que una persona tiene mundo, quiere decir que tiene experiencia, que ha recorrido mental o físicamente numerosos recovecos de la geografía o de la profesión. En este caso, el del vitoriano Víctor De la Parte, una cuestión va unida a la otra, con una trayectoria muy trabajada que le ha permitido ir conociendo diversas culturas y países, diferentes ciclismos que han resultado en un corredor capaz de saltar a las mejores carreras de la mano de un equipo como el Total Energies, tan ecléctico como funcional. Con ciclistas como Peter Sagan, su séquito y otros viejos aspirantes a gloria franceses que hasta la fecha no alcanzaron a llegar donde se esperaba.
Mientras el mundo estaba pendiente del sexto Tour de Hinault, nació este ciclista que arrancó sus años de profesional bien cerca de su casa, en el Caja Rural navarro junto a Íñigo Cuesta ya en sus últimos pinitos como ciclista, Javi Moreno, Joaquín Sobrino y algunos otros de mucha calidad. Junto al último de ellos abandonaron la disciplina navarra, que no parecía contar en demasía con ellos y ambos firmaron por un conjunto griego, el SP Tableware Cycling Team. Allí coincidirían con un agente importante en el ciclismo vasco precisamente como el griego de Salónica Ionnis Tamouridis, que después recalaría en el Euskaltel Euskadi, una puerta que el vitoriano De La Parte echó en falta durante aquellos años de ausencia.

Tras dos años en Grecia, saltó a Portugal, ese destino que en muchos casos es un paso previo a firmar por un conjunto español de segunda fila. En el Efapel Glassdrive firmó una muy buena temporada, ganando el prólogo del Trofeo Joaquim Agostinho y de la Volta a Portugal, en la que finalizó séptimo. Un resultado magnífico para el que encontró el premio de firmar por un equipo centroeuropeo. Corría el año 2015 y Víctor estaba en el Voralberg, conjunto austríaco junto al que hizo una buena actuación en la Vuelta a Austria, lo que siendo una carrera tan dura y difícil le permitiría un nuevo salto, esta vez a Polonia.
Era el cuarto país que su currículum iba a visitar. El CCC era un escalón más alto, iba a competir junto a ciclistas del nivel del malogrado Davide Rebellin, de un joven checo llamado Jan Hirt, hoy escudero de Remco Evenepoel, de Felix Grosschartner, otro de los que ha trepado al World Tour y hace lo propio con Tadej Pogacar en su UAE. Fueron tres años con el maillot naranja, uno distinto quizá del que quisiera haber lucido. Pero un buen maillot que le iba a asentar en un equipo de gran nivel.
Tras el primer año en CCC, sus buenas actuaciones no iban a pasar desapercibidas e iba a ser el único equipo español del World Tour quien se iba a fijar en De La Parte. El de Vitoria firmaría por los telefónicos y por dos temporadas en las que se habría de intentar ganar un lugar. Más encajonado en asistir al calendario b del equipo, incluyendo un Giro de Italia que iba a suponer su debut en una grande, regresaría al equipo de origen. CCC tenía un proyecto mucho más hecho, más maduro, ya en el World Tour y con ciclistas más orientados a la victoria que a la formación como Greg Van Avermaet.

El equipo tomó cierta inestabilidad y Víctor hizo de nuevo las maletas para probar un país que no había degustado hasta la fecha: Francia. Con el entonces Direct Energy iba a poder debutar en la Vuelta a España, que no acabó, y el Tour de Francia. Una buena oportunidad en un conjunto que poco a poco ha ido creciendo y en el que el español ya ha podido enlazar tres temporadas. A sus 37 años, acaba contrato a final de 2023, pero seguro que en caso de no poder continuar, tendrá una nueva aventura en mente. ¿A un país nuevo o de regreso a su tierra para ser por fin profeta en su tierra?
Escrito por Lucrecio Sánchez
Foto de portada: Team Total Energies