Puertos Opinión

Los puertos inéditos de la Vuelta

Durante los últimos años, la Vuelta se ha caracterizado por estrenar puertos y subidas inéditas con cierta regularidad. En esta edición cabe destacar la cantidad y la calidad de esas ascensiones. La cantidad está por encima de la media de los últimos años. Pero, sobre todo, la calidad. Porque son subidas de todo tipo, y porque no sólo son finales de etapa, que hasta ahora era lo habitual, sino que muchas de estas incorporaciones han sido situadas en otros puntos calientes de la etapa, dando opciones a los ciclistas más valientes para que se la puedan jugar desde lejos.  

Los colosos de paso siempre fueron el gran déficit histórico de nuestra carrera en cuanto a recorridos se refiere. Y aunque se han estrenado algunos, aún quedan muchos por estrenar. En esta edición se da un paso adelante y queremos que se ponga de relieve y que esperamos se mantenga este rumbo durante los próximos años. Entre todos los estrenos, destacamos tres por encima del resto. En primer lugar el puerto de Venta Luisa por la vertiente de Tíjola y El Ramal; la collada Llomena en  la etapa que termina en los Lagos; y el Collado Ballesteros (también conocido como Acebadillas) en la jornada que finaliza en el extremeño Pico Villuercas

El primero de ellos es un coloso con casi 30 kilómetros de ascenso y una zona central durísima (Ramal), siendo la cara más dura de Calar Alto y rivalizando en dureza con colosos como la Madeleine o el Tourmalet. La collada Llomena, también conocido como Bedules, será el puerto más duro que se haya subido en una etapa que haya finalizado en los Lagos. Además este ascenso se llevará a cabo por partida doble. Un puerto que por dureza roza la categoría especial y que consta de carretera estrecha y rampas constantes entre el 10 y el 12% durante sus ocho kilómetros de subida. El descenso es tan complicado como su ascenso. El collado de Ballesteros o Acebadillas es una vertiente de la subida al Pico Villuercas. Un puerto muy corto, de apenas tres kilómetros extremadamente duros, con rampas por encima del 20% y una media superior al 14%. Cuenta además con un elemento que lo hace aún más duro, y es el suelo de cemento a lo largo de toda la pista, lo que dificulta el deslizar de la bicicleta en semejantes pendientes.

Pero hay más puertos inéditos en esta Vuelta inéditos e interesantes de reseñar. El puerto de Llacuna, en la etapa alicantina que finaliza en Balcón de Alicante, con cuatro kilómetros iniciales sobre el 9%. O el puerto de Almáchar, que será clave en la etapa que llega a Rincón de la Victoria. Un segunda muy duro con kilómetros y rampas por encima del 10%. 

La Centenera, en Ávila, una primera con todas las letras tras sus 16 kilómetros de subida y asfalto de los que agarran. Y para finalizar con los puertos, las cuatro subidas inéditas en la etapa gallega que ha diseñado Óscar Pereiro, con especial atención a Mougás, con rampas del 15%. Aún quedaría el Gamoniteiro. Un puerto con 15 kilómetros al 10%. Para hacernos una idea, es más duro que Mont Ventoux, Gavia, Alpe d’Huez… y rivaliza con Stelvio o Finestre. 

Escrito por Jaime y Dani Montero
Foto: Sirotti
Incluido en el nº5 de High Cycling (especial Vuelta)

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